Capítulo 10

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Siento mucho la tardanza!

Antes de que empecéis a leer, he de decir que los personajes no me pertenecen a mí, sino a OUAT ABC, así como algunas de las historias.

Podéis dejar vuestro comentario, siempre es bienvenido y estaré encantada de leerlos.

Ahora sí, sin más dilación, podéis empezar a leer.

Pasaron dos semanas y todavía no se recomponía de la traumática muerte del sheriff. Quería que desapareciese de su vida, no que muriese. Recuerda vagamente cómo él siempre se interponía entre ella y Regina, y lo difícil que era resistirse a sus encantos. La imagen de Graham saliendo por la ventana de la alcaldesa le causó un dolor en el pecho, e inmediatamente olvidó la pena de su muerte. Estaba enrollado con las dos; Regina y Emma.

Desde que Regina vio cómo el sheriff la besaba, empezó a sentir celos, pues según Emma, ella no besaba al primero que se encontraba, sino que necesitaba establecer una relación previa. Pues bien, aquel sheriff llegó y en cuanto la vio, se enamoró de ella y la besó. Eso provocó en la alcaldesa un oscuro sentimiento hacia el sheriff, y Emma lo sabía. Aunque intentaba alejarse de él, Graham no estaba por la intención de dejarla en paz.

El día de su muerte, Graham y ella habían ido al mausoleo del padre de Regina (en ese momento no sabían que allí estaba enterrado el padre de la alcaldesa) en busca de respuestas. Regina los pilló por sorpresa y hubo una lucha, en la cual, Graham dejó a Regina (a la cual pareció importarle mucho, aunque Emma sabía que estaba actuando) y acto seguido, Regina pegó a Emma. La rubia sabía que quien la había pegado no fue Regina, sino un mal que habitaba en su interior y que en aquel momento actuó antes que la alcaldesa, la Evil Queen. A pesar del dolor de sus golpes, Emma sintió una potente atracción hacia la alcaldesa cuando ella la inmovilizó contra la pared. Sintió cómo un sentimiento de deseo crecía en su interior, cómo ya no le importaba desnudar su verdadero yo con la alcaldesa y cómo deseaba sentir su cuerpo desnudo. Sabía que la morena sentía lo mismo, pues inmediatamente, su mirada cambió de furia a deseo. Pero Graham se interpuso, y eso fue su perdición.

Tras dos semanas recapacitando sobre ese momento, Emma decidió continuar con su vida en Storybrooke. Hubo un momento de recaída en el que pensó en marcharse, pero en lo más profundo de su ser, creía que debía quedarse con Henry y Regina.

Aquella mañana decidió reunirse con su hijo, a quien llevaba sin ver semanas. Henry apareció en los columpios con una expresión seria.

-Deberíamos abortar la operación Cobra -le dijo el niño- Con los maleficios no se juego, sino mira a Graham.

-Henry, él murió por causas naturales -le consoló su madre biológica.

-Déjalo, no me creas. Así no te meterás en líos... ni te matarán.

-¿Yo te preocupo? -preguntó la rubia sorprendida.

-Ella mató a Graham porque él era bueno -Emma entendió que se refería a Regina- y tú eres buena -Henry estaba preocupado por si Regina mataba a Emma. Parecía que el niño no entendía muy bien la situación. Si Regina la quería matar sería de un orgasmo. Emma se imaginó cómo sería morir de un orgasmo. Henry continuó hablando- El Bien siempre pierde, porque el Bien juega limpio, pero el Mal no, y ella es malvada. Será mejor que no la enfademos más.

Henry se marchó, dejando a Emma con la duda de a qué se refería con eso de no enfadarla más. Sabía que cuando Regina se enfadaba, no era ella la que actuaba sino una fuerza más oscura que habitaba en su interior, supuestamente debido a que en un pasado ella fue la Evil Queen. Quizá Henry no quería que la Evil Queen volviese, sino que fuera su madre; Regina, la Alcaldesa.

Emma volvió a la comisaría. Vio la placa de sheriff sobre la mesa y decidió que ya era el momento apropiado para llevarla.

-Oh, lo siento, creo que eso aún no le pertenece -dijo una suave voz por detrás. El corazón le dio un vuelco al reconocer la voz. Esa voz era única.

Emma se giró para ver a Regina plantada sobre la puerta. Llevaba un abrigo gris con un jersey de cuello vuelto y pantalones negros.

-Han pasado dos semanas -replicó la rubia- Debo ocupar su puesto.

-Salvo que la alcaldesa nombre a alguien en dicho período -Regina se acercaba a ella mientras hablaba- y ya lo he hecho -dijo con tono triunfal. Le encantaba sacar de quicio a Emma.

-¿Y a quién a elegido? -preguntó la rubia curiosa.

-Tras reflexionarlo, a Sidney Glass.

-¿Sidney, el periodista? Será una broma, ¿no? -Emma no se lo podía creer. Había elegido al menos capaz de ser sheriff de todo Storybrooke. Sabía que Regina estaba jugando con ella.

-Lleva cubriendo los casos del sheriff ni sé cuánto tiempo...

-... y hará todo lo que usted le mande -terminó Emma. Regina la miró con una pícara mirada- No soporta que las cosas vayan a mejor, ¿no es cierto? -dijo Emma con su voz más sensual. La morena la miró con sorpresa por el tono de su voz.

-¿Mejor? ¿Considera que es un progreso la muerte de Graham?

-No -susurró Emma. ¿Acaso le estaba echando la culpa de que de la muerte del sheriff?

-Era un buen hombre, señorita Swan. Velaba por esta ciudad, y perdone que le diga, pero usted no tiene derecho a lucir su placa -le recriminó Regina. Se sentía culpable por haber matado a aquel hombre para que ellas dos pudieran estar juntas. Aunque, el fin justifica los medios.

-Él me eligió a mí... como ayudante -y como amante. "Mierda" pensó Emma "espero que no lo haya entendido de la otra forma."

-Se equivocó.

-No, sabía lo que hacía -Emma se acercaba más y más a la alcaldesa, hasta que solo un pequeño palmo las separaba- Liberó esta oficina de sus garras y no se la devolveré -dijo con tono autoritario. Regina no pudo evitar separar sus labios debido a la cercanía de la rubia. La deseaba terriblemente. Pero volvió a entrar en razón y dijo:

-Lo cierto es que ya lo ha hecho. Queda usted despedida -Regina cogió la placa y se marchó con paso ligero, moviendo sus curvas a cada paso.

Emma se quedó recapacitando el porqué de su despido, hasta que llegó a la conclusión de que Regina la estaba castigando por la muerte de Graham. La Alcaldesa nunca quiso matar al sheriff, o a ninguna persona, para que ella pudiera ascender a sheriff. Regina mató a Graham para poder estar juntas, para que ninguna persona se interpusiera entre las dos.

Ahora era ella la que se arrepentía por haberla dicho eso. Nunca quiso recordarla que fue a ella a quién Graham escogió amar. Sabía que Regina había movido cielo y tierra para que ella pudiera esta en Storybrooke, para que se quedara con Regina... y con Henry. Sabía que se lo había puesto muy fácil, que le había dicho lo que sentía por ella y que ella se había comportado como una niña pequeña.

Se odiaba a sí misma por lo que había hecho, pero juró que nunca más volvería a pasar y que de ahora en adelante, ella sería dueña de su futuro.

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