Capitulo trece

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-¿¡Mi qué!?-  dije sin creerlo.

-¿¡Su qué!?-  dijo Matt al mismo tiempo.

-Bien... no tu padre, es complicado...-  dijo caminando de un lado al otro de su estrecha oficina sin mirarme aún.

-Que no sea complicado, quiero que me cuentes todo.-  dije, y finalmente me miró.

-Sigo siendo tu madre y así no es como debes dirigirme la palabra.-  dijo con toda su cara bordo.

-¿Es o no mi padre?-  pregunté ignorando eso.

Noté que miraba a Matthew detrás mio, por lo que le hice un gesto (y con una  pequeña sonrisa) que nos dejara sola. El solo se limitó a tocarme el hombro y cruzar la puerta.

-Bien...-  habló mi madre rompiendo el silencio-  ¿quieres sentarte?.

Tomé asiento en la silla giratoria que había en la oficina junto a su escritorio, y ella hizo lo mismo. Hubo un pequeño silencio, y miré detalladamente a mi madre. Llevaba el pelo por arriba de los hombros, rubio y rizado, bajo sus hermosos ojos habían grandes ojeras. Sobre el escritorio había vasos de café de los grandes, platos descartables sobre el sesto de basura y el pequeño taburete que había ahí, por lo que significaba que había pasado varias noches en ese lugar, y también había un portaretrato con una foto de ella hace un tiempo atrás con un corte similar al que tiene ahora, sosteniendo un cigarro, y con guantes negros.

-Sucedió hace 20 años atrás... yo tenía 26, estaba llena de vida y de esplendor, era muy bonita...-ríe con cierta amargura, y toma el portaretrato-   era modelo ¿sabes?, iba y venia en las pasarelas pavoneandome como si fuera hecha para eso, varias revistas me contrataban, ninguna conocida claro.-dice y me mira.-   era yo, y mi pequeño mundo, ignorando el mal de ahí fuera... y un día los conocí a ellos... con sus elegantes trajes, conquistando mujeres. Tu padre era un hombre muy apuesto, y tu abuelo también, ambos me llevaban a conocer lugares maravillosos, a comer comidas exquisitas y afrodisíacas, me entregaban el paraíso en bandeja... pero un día todo terminó. Revelaron sus verdaderas intenciones, querían que fuera parte de su familia, y acepté. Querían que formara parte de su organización, y así lo hice, y a los 30 años te tuve a ti, mi preciosa hija... Si hay algo que no sabias era que, tu padre, Luke como tu lo conocías, no era su nombre real. Slava Potrov es tu abuelo, y Slava Potrov Jr. es tu padre. ¿entiendes?.-terminó mirándome con sus ojos verdes abiertos y expectantes de mi reacción.

-¿Mi abuelo quiere asesinarme?-logré decir- no lo entiendo, ¿por qué?.

- Porque me llevé lo que significaba todo para él, a su hijo. Y luego... que tu hayas asesinado a Sl...Luke-se corrigió-, obviamente seguían en contacto... pero las cosas empeoraron, comencé a formar parte de esta organización hasta el día de hoy, pero nada ha terminado. No hay nada peor que tu hijo muera antes que tú, no es justo... pero es la vida.

-¿Debo enfrentarme a él?-pregunté.

-No quiero que lo hagas, pero debes saber que no podrás salvar a todos cariño... tarde o temprano te encontrará-dijo.

-Ya lo ha hecho, me mandó cartas y la última, venía con su firma "Slava P."-le conté.

-¿Cómo sabías que era Potrov?-preguntó ella.

-Una vez escuché a papá decirlo, hablaba con alguien por teléfono...-dije.

- Eso explica todo... ¿tenías que venir de esta manera?, será un problema arreglar el desastre que has causado...-habló.

- Lo siento...-dije riendo.

-¿Qué harás ahora?-preguntó ella.

-Volveré con Matt y... seguiré mi vida.-contesté levantándome de la silla.

-Me parece lo más correcto... todo saldrá bien.-dijo. Se levantó y me abrazó.

Luego de que terminara esa escena madre-hija, me dirigí a la puerta, pero recordé algo importante.

-Will apareció, está cerca, dijo que me encontraría. No creo que sea una amenaza, pero está mal de la cabeza... si se de él te lo haré saber.-dije, y salí de ahí. 

Matt estaba sentado con un pequeño café en la mano derecha mirando al suelo, y en cuanto salí se paró rápidamente.

-¿Todo bien?-preguntó.

-Si, te contaré en el camino... vamos a dormir.-dije, y caminamos hasta el auto.

               Al llegar a la casa, todo seguía igual,  los guardias estaban al tanto de lo que hicimos, por lo que al vernos llegar nos miraron mal. Con Matt cruzamos unas palabras y nos fuimos a dormir, eran las 3 AM.



-¡Despierta!-susurró alguien.

Quiero dormir...

-¡Katherine despierta!¡Está aquí!-susurró otra vez.

-¿Qué quieres?-dije entre gruñidos.

-¡DESPIERTA!-gritó esta vez.

Pero no había nadie ahí... solo una carta.


•Never Forget• Magcon #Libro2 FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora