Capítulo diez

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  Perdón la tardanza, acá otro cap, los quiero ♥ @FernandezSofiaL &Anael





Todos me miraban atentamente, esperando una reacción. ¿Qué podía decirles? No quería alarmarlos, no quería sospechar de Madison, tal vez ella no estaba en ese momento porque realmente estaba en el baño. ¿Qué hago?...


-No es nada...-dije contestando luego de unos segundos.


-¿Cómo que no? Déjame ver.-dijo Nash parándose y tratando de quitarme la carta, pero rápidamente la corrí de su alcance.-¿Por qué no quieres darme la carta?.


-Nash si no quiere mostrarte no insistas, será algo privado...-dijo Matt defendiéndome.


-Así es, es algo que mi madre me envió y no tengo por qué compartirlo con ustedes si no quiero.-dije dándole la razón a Matthew.


Me levanté y saludé a todos con la excusa de que me iría a dormir. Fui rápidamente a mi habitación y la cerré con seguro, para luego comenzar a deslizarme contra la puerta. ¿Qué debía hacer? tal vez era una broma de los chicos... todo iba tan bien, tan bien que parecía irreal. Un mes sin interrupciones violentas parecía sacado de un cuento de hadas, donde el mal es solo un mito, que pasa de boca en boca, pero que nunca nadie ha vivido. Estaba tan bien, tan feliz. Increíble que una noche tan placentera y divertida termine en esta odisea por una pequeña carta.


Fui hasta mi cama y me tiré como si mi vida dependiera de eso. Me dí vuelta, y respiré mirando al techo, ¿qué debo hacer? .


-Bien vida, apestas.-dije hablando sola.


Sentí que alguien le dio tres toques a la puerta, y me levanté para abrir. Del otro lado estaba Nash.


-¿Puedo pasar?.-preguntó él, señalando dentro de mi habitación.


Me corrí dejando le pasar e ingresó a mi habitación. Cerré la puerta tras él y me apoyé sobre ésta esperando que hablara.


-¿Querías decirme algo?-pregunté.


-¿Estas bien?.-preguntó él antes de contestar mi pregunta.


-Sí, ¿por qué? ha sido una noche genial.-contesté sentándome en la cama, haciendo que él rápidamente se sentara conmigo.


-Se que la carta no era de tu madre.-comenzó agarrando mi mano. Mi sangre se heló por un segundo.


-Claro que sí...-dije susurrando.


-Hablé con ella y me ha dicho que no ha hablado contigo desde que nos hemos ido...¿me dirás que es?-dijo.


-Está bien...-contesté agachando mi mirada- me he echo unos análisis y me han llegado los resultados.-mentí ... no podía decirle, no quería que viviera con temor mientras permanezcamos aquí.


-¿Estás enferma?-dijo el alarmado, pero le apreté las manos para calmarlo.


-Estoy bien, es solo un examen de rutina.-contesté sonriendo le.


-Bien... bien.-dijo él tranquilo.-que descanses...


Comenzó a dirigirse hacia la puerta, pero lo detuve parándome y agarrando su mano.


-No te vayas...-dije- quédate conmigo esta noche...


Se acercó a mi, y cambió su cara de sorprendido por una seria, y finalmente me besó. Quería profundamente eso, quería con ansias que me besara, sentirlo cerca, que nada nos separe, quería que nada ni nadie me arruine este momento, porque no quiero olvidarle, ni olvidar este momento. Sentí como sus manos pasaban de mis mejillas hacia mi cuello, como sus labios bajaban su recorrido hacia mi cuello. Sus manos siguieron bajando hasta el borde de mi remera, y luego la levantó sacándola sobre mi cabeza... ¿con qué esas tenemos  Grier?. Ya nada era tierno si no apasionado, salvaje, todo menos delicado. Hice lo mismo que él con su remera, tirándola en algún lugar de mi habitación. Nash me tiró sobre la cama, y se puso sobre mi, comenzando a besarme. Cuando comenzaba a pasar su mano sobre mi espalda para desabrochar mi sostén, algún inoportuno toca la puerta.


-Mierda.-susurramos a la vez, para luego reírnos.


-Katherine, ¿estás despierta? necesito tu ayuda.-habló Aaron del otro lado. ¿Aaron? ¿para qué necesitara mi ayuda?.


-Eh... un momento.-contesté. Miré a Nash y susurré-sal por la ventana.


-¿Qué? Me quedaré en el armario...-contestó, pero lo interrumpí.


-No, si me busca es por algo y quiero privacidad, vete.-dije, y me puse la remera rápidamente. Observé a Nash irse por la ventana sin remera, y observé que estaba en la otra punta de mi habitación.


Agarré la remera y la metí bajo la almohada y corrí a abrirle a Aaron.


-¿Estabas con alguien?-dijo pasando.


-No no, hablaba sola...-contesté riendo- ¿de qué quieres hablar?


-Mira... es que no sé como hacer con todo esto ¿sabes? tenía mi vida afuera y ahora no puedo comunicarme, necesito tu ayuda para saber si podrías hablar con tu madre y...-dijo nervioso-preguntar si puedo salir y ver a mi novia ¿puedes hacer eso por mi?.


-No.-contesté firme-no puedes salir, estas en peligro Aaron...


-Todo terminó, es innecesario permanecer aquí...-empezó él.


-No, Aaron créeme, no ha terminado...-interrumpí otra vez.


-¿Qué? No, entiende que ha terminado, realmente estás mal. Abre los ojos, terminó.-dijo él perdiendo los papeles.


-Todavía no Aaron, lo hago por ti, no es seguro ahí afuera.-contesté enojada.


-¿Sabes? olvídalo, sabía que ibas a decir que no...-contestó caminando hacia la puerta- realmente tenían razón, necesitas un psicólogo.-y se fue cerrando la puerta.



•Never Forget• Magcon #Libro2 FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora