Con cualquiera menos tu

Seamos amigos, que más nos queda

(Capítulo dedicado a Theodore Nott)

NARRADOR P.V.O

Y esa noche pudo haber sido la más inolvidable de sus vidas, sino fuera el sonido de un golpeteo que venia del otro lado de la puerta. Por suerte la pareja todavía no entraban en acción y pudieron separarse en mediato. El rubio, que ya tenía el cabello alborotado por causa de la traviesa castaña, dio un rugido de irritación mientras se ponía los pantalones y la castaña se escondió entre las sabanas, temerosa. ¿Quién sería el que los había interrumpido?

– ¿Tendrían una almohada de sobra, chicos? –La voz de Theodore sonó en el silencio. Draco puso los ojos en blanco, tomo una almohada de la cama, abrió la puerta, le lanzo la almohada en la cara y cerró la puerta de un portazo. La castaña trato de incorporarse pero se mantuvo acostada, les habían quitado la inspiración. El rubio se acostó alado de ella y se tapó con las sabanas, tal vez tendrían su noche de pasión otro día.

THEODORE P.V.O

¡Y yo solo había pedido una almohada! ¡Por Merlín, de por si duermo en el sillon! Al menos…ya les arruine la fiestecita.

Arroje la almohada en el sillon y me dirigí hacia el balcón para observar las estrellas, me estoy volviendo a sentir realmente mal. Creía que progresaría  con Hermione mientras hacíamos esto de viajar pero no, ahora con la llegada de Draco se me hará imposible acercarme nuevamente a ella. Aunque aún sigo sintiendo el dulce sabor de sus labios.

Debo olvidarme de ella, debo de dejar de pensar en ella, de verla como algo más. ¡A quien quiero a engañar! ¡Es la mujer más perfecta que he conocido! ¿Y qué chica no se negaría por Draco? Claro, como él es un donjuán todas las chicas lo aman. Me sorprende mis ganas de llorar, si nunca fue mía, la verdad no entiendo lo que había esperado, me confundió su voz. Y cuando hablamos…te sentí tan cerca que nunca sospeche lo que me esperaba.

 Una estrella fugaz acaba de pasar por el cielo, miro a mis lados para estar seguro de que estoy solo, y si, solo soy yo y la oscuridad, las puertas de las habitaciones están cien por ciento cerradas con llave. ¡AGH! ¡REPITO: ¿POR QUÉ DEBO DE DORMIR SOLO Y EN LA SALA? “Oh si claro, acepto en dormir en los sillones, total no hay problema”  Sé que me veo ridículo deseando cosas a una estrella pero, no pierdo nada. Aunque sea un deseo que nunca sucederá –un suspiro transparente-

-Deseo que alguien me ame –Susurro juntando mis manos, que patético soy. Agacho mi cabeza hacia mis manos y me quedo un buen rato asi-. “Patético, patético, patético”

-¿Theo? –Se escucha una puerta que se va abriendo junto la voz melosa y aguda de una chica.

-¡Astoria! –Exclamo sorprendido y a la vez avergonzado ¿Me habrá escuchado?

-¿Qué haces a esta hora despierto? Creí escuchar voces y vine a averiguar ¿Te encuentras bien?

-Eh, si, si, estoy bien –Contesto nervioso, ella se ha acercado hacia mí y yo me he alejado por intuición-. Solo necesito dormir.

-Ah...bueno –Contesta con frialdad-. Buenas noches, Theo.

-Buenas no….-Astoria no me ha dejado de terminar la frase porque se abalanzo hacia mi tomándome de los brazos, sus labios se unieron con los míos y aunque todo estuviera oscuro la vi cerrando sus ojos lentamente mientras me besaba. No sé qué ha sido eso, nunca la había visto como algo más. Por fin me dejo de besar y se fue corriendo hacia su cuarto cerrando la puerta. No menciono ni una sola palabra.

Me acosté en el sillón aun confundido, eso fue tan extraño. Espero que solo haya sido un sueño.

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