HERMIONE P.V.O
Como siempre el Gran Comedor estaba igual, las cuatro largas mesas y la de los profesores (al fondo de la sala), las velas flotantes hacían brillar y destellar los platos. Junto con los demás buscamos un lugar en la gran mesa y nos sentamos todos juntos excepto por Luna porque ella es de Ravenclaw. No se veía a la directora McGonagall por ninguna parte, tal vez ella estaría con los de primer año en este momento, las voces rezumbaban por toda la sala y empezaba a ser fastidioso.
-Hermy ¿te parece que nos juntemos en la biblioteca todos los días para hacer los deberes juntos? –preguntó Ron.
-¿No tienes Quidditch? –Le recordé, era dulce que Ron pensara en mi primero que el Quidditch.
-¡Oh cierto! Lo olvidaba…podría ser después del Quidditch no hay problema.
Sentí que mi corazón se rompía lentamente, por un segundo había pensado que para Ron era mas importante yo que el Quidditch, no pude responderle en ese momento por que la ceremonia ya estaba empezando.
-¡Bienvenidos jóvenes estudiantes! Como todos ya saben hace unos meses hubo una guerra contra el <<señor tenebro…>> digo Voldemort (algunos estudiantes hicieron ruiditos de miedo al escuchar su nombre) pero ya todo acabo, así que regresamos a otro ciclo escolar en Hogwarts, empecemos la selección haber…¡Quinn Daurez!
Deje de escuchar lo que decía McGonagall, sentía una mirada hacia mí así que trate de buscar a la persona lo más discretamente que pude, un chico de la mesa de Slytherin me miraba, sus ojos eran color oscuro igual que su cabello y su piel era blanca, ¿Theo?
THEO P.V.O
La Granger era una hermosura, creo que debo empezarla a llamar por su nombre y no su apellido, su cabello castaño me volvía loco. Nunca me había fijado bien en ella hasta que la vi peleando en la guerra.
-Meses antes-
-¡DRACO REGRESA AHORA MISMO O TE MATARAN! –Le gritaba a este pero no me hacia caso alguno, seguía corriendo hacia los pasillos que eran mas peligrosos, hechizos salían volando de la nada y yo trataba de salvar mi pellejo poniendo atención-. ¡No sigas a Crabbe y Goyle! ¡No encontraran la estúpida diadema y mucho menos a Potter!
Sabía que Draco me escuchaba pero no hacia caso de mis advertencias, ese ya era problema de él, un destello de luz rojo apareció e hizo que callera al suelo con un dolor horrible en la cabeza, una silueta de una chica apareció, tenia muchas cicatrices en la cara y los brazos, los pantalones rotos y su cabello castaño despeinado pero por alguna rara razón la hacia lucir atractiva, ¿Qué haría la chica? ¿Matarme? No quería morir.
-¡Granger no me mates! –Le rogué.
Ella me miro con una lastima que es sus ojos se reflejaban, parecía triste.
-No quiero ser una asesina como tu Theo –Me susurro-. Corre antes de que alguien más te mate.
Y así la chica salió se alejó de mi, quería ir con ella y agradecerle por lo que había hecho pero sus palabras me habían petrificado.
-De vuelta al Gran Comedor-
La castaña supo que la veía, Blaise me veía muy divertido.
¿Qué me miras? –Le pregunté.
-¿Por qué dijiste <<Mi castaña>>? –Sonrió al decirlo-. ¿Enamorado de la Granger no?
Sabia que de todas formas se tenían que enterar, confiaba en Zabini así que no me importaba que él lo supiera pero todavía no era el momento para decirlo.
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Con cualquiera menos tu
Teen FictionRegresaste y te has convertido en lo que nunca imaginaste y no te agrada del todo, estás bajo la mirada de todos y hablan a tus espaldas. Sin embargo ella está dispuesta a darte una oportunidad.