Capítulo Uno

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- Soy T/N otra vez –dijiste en un susurro al contestador-. Tengo que ponerme en contacto con el modelo de la foto de Park Jung Min. Es muy urgente.

Jung Min escuchó el mensaje alucinado. Era el tercero que la tal T/N dejaba en el tiempo que a él le había dado a desayunar.

- Sé que va contra las normas de tu empresa, Eun Hye, pero tengo que hablar con él, de verdad.

Jung Min solo había ido a recoger el correo y a dejar sus últimas fotografías antes de ir a Daejeon para seguir trabajando. Cuando se lo había dicho a su hermana, Eun Hye había decidido irse a ver a sus otros hermanos, que vivían en Chuncheon.

Le estaba muy agradecido por dejarle que tomara su casa como cuartel general, pero aquello se le escapaba de las manos. ¿Cómo era posible que aquella mujer preguntara por él? Él creía que su hermana ya no utilizaba los catálogos con sus fotos. Había sido una cosa provisional porque, al principio, Eun Hye no tenía dinero para pagar a modelos profesionales y sus tres hermanos habían accedido a ser sus primeros novios imaginarios.

- Eun Hye, por favor, ¿dónde estás? Llámame en cuanto puedas. De lo contrario, toda mi vida se va a ir al garete.

Jung Minl llamó a su hermana a Chuncheon y le dejó un mensaje en el contestador. Pasó una hora y Eun Hye no dio señales de vida. La tal T/N no había dejado un número, así que se acercó a la mesa de su hermana para ver si encontraba algo.

Sin saber por qué, sintió que debía arreglar el lío de la clienta de su hermana. Su voz sensual le intrigaba. Lo que no le cuadraba mucho era que una chica que alquilaba un novio imaginario tuviera esa voz. Se suponía que las clientas de su hermana eran mujeres tímidas que vivían la vida a través de las películas.

Hacía tiempo que no se interesaba por nada. El trabajo ya no lo llenaba, tantos aviones, tantos países que luego no recordaba. Solo se acordaba de los niños, de los niños, sí.

Se echó hacia atrás en la silla. Se preguntó por qué su hermana le había dado su nombre a T/N.

En aquel momento, volvió a sonar el teléfono.

-Por favor, Eun Hye, soy T/N de nuevo. De verdad, estoy metida en un lío de vida o muerte -dijo una voz desesperada-. Esto se está poniendo muy feo. Necesito que mi novio imaginario se haga realidad durante un par de días. No es solo mi trabajo lo que está en juego sino el futuro de mi madre. Estoy dispuesta a pagarle mil dólares -suspiró-. Por favor, Eun Hye, mi madre y tú me metisteis en esto. Ayudadme.

¿Eun Hye había metido a la señorita T/N en un buen lío? Jung Min se sintió responsable porque, al fin y al cabo, él había apoyado a Eun Hye en aquella locura. ¿Por qué lo buscaría aquella mujer? ¿Mil dólares por dos días de trabajo? Sonrió. No sabía lo que costaban dos días de Jung Min el soltero, pero dos días de Romeo el fotógrafo salían por bastante más.

- Me hago completamente responsable del fin de semana -dijo T/N.

Por supuesto. Jung Min sabía lo que era hacerse responsable de otras personas. Tras la muerte de su padre, había tenido que renunciar a una beca como nadador para ponerse a trabajar como ayudante de fotografía y sacar a sus hermanos adelante. Luego, cuando Dae Hyun, Eunji y Eun Hye fueron mayores, pudo irse a Hawai a seguir trabajando, pero en otro plan. Solo ganaba lo suficiente para comer y comprar carretes.

Hawai era la libertad, la vida y la belleza. Allí conoció a Melina, su modelo y su pareja. Eran jóvenes y no temían a nada. Estaban borrachos de amor. Entonces, le encargaron ir a fotografiar unas cascadas a una zona de la isla que los nativos tenían por sagrada e intransitable.

Un Novio Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora