Capítulo Tres

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Marcaste el número de tu madre en el móvil.

- Nada, sabe que soy yo y no responde. Lo siento, Jung Min, pero si no hago algo por remediarlo, se va a plantar en la boda. Bueno, ya la conocerá, es un poco... indisciplinada. Hace lo que le da la gana.

¿Indisciplinada? Aquella mujer era una entrometida. Jung Min sonrió. Eun Hye le solía decir que él también era un indisciplinado con su vida personal. No con la profesional, por supuesto. Nunca lo había sido. Tras la muerte de su padre, que nunca pudo ver sus sueños de viajar cumplidos porque su mujer le exigió otro tipo de vida, se hizo cargo de la familia con total responsabilidad. Sin embargo, él, al final, sí pudo viajar y ver el mundo.

- Me parece que su madre va a ser mi tipo de mujer.

- No me cabe la menor duda. Ella dirá que es usted perfecto.

- ¿Y usted qué dice?

Abriste la boca, pero no contestaste inmediatamente.

- Yo nunca miento deliberadamente, pero ahora no tengo opción.

- ¿Por su madre? ¿Por qué?

- Supongo que será mejor que se lo cuente todo si quiero que esto salga bien. Mi madre, que se llama N/M, ha estado casada dos veces. Su primer marido era un hombre de gran éxito en los negocios. Mi padre... bueno, para ella mi padre era lo máximo. Y para mí, también.

- ¿Y no lo era?

- Lo intentó. Era profesor. Abrió una librería. Le fue bien y abrió otra. Eran librerías muy buenas, con buenos libros. Él amaba los libros. Bueno, abrieron una supertienda entre las dos librerías y el resto es historia. Cuando él murió, la mayor parte de la herencia de mi madre fue a pagar las deudas de mi padre.

- ¿Y ella no lo sabe?

- Sabía que había deudas, pero no la cuantía.

- A lo mejor, sabe más de lo que usted cree. ¿No estará buscando otro marido?

- Ojalá lo encuentre. Le gusta estar casada. Me temo que le haya echado el ojo al señor Kang Dae. No tenía suficiente con usted como para tenerme que hacer cargo también de ella el fin de semana. Qué desastre. Kang Dae es un hombre muy listo. No sé si va a ser fácil engañarlo. Madre mía, no sé cómo me he metido en esto.

- ¿No fue idea de Eun Hye?

- ¿De Eun Hye? No -contestaste sorprendida-. Ella no sabe nada. A usted tampoco le habría contado nada de no ser porque quiero que se tome esto muy en serio.

Estaba claro que aquella mujer no hablaba de su pasado por proteger a su madre. Las acciones de su padre la habían hecho ser de una forma y las de Jung Min, de otra.

- Me lo tomo muy en serio.

No estabas muy convencida.

- Le he puesto todo por escrito. Se lo puedo ir leyendo en el coche -le dijiste, entregándole una carpeta.

- Prefiero que me lo cuente usted.

- Muy bien, vámonos -dijiste metiendo las gafas de sol y las llaves en el bolso. Jung Min supuso que tendrías un buen coche con aire acondicionado. Otra vez se había equivocado. Tenías un Chrysler descapotable.

Jung Min puso la bolsa en el asiento de atrás. T/N actuaba como una verdadera mujer de negocios, decía que no le gustaba mentir, pero lo hacía por sus seres queridos y, para acabar de confundirlo, tenía un descapotable.

- ¿Pasa algo, Jung Min? –le preguntaste en la penumbra del garaje.

- Buena pregunta -contestó él acercándose-. Imagine que no hacemos... buena pareja. Yo soy un hombre indisciplinado y usted es una mujer de gran control. Podría pasarlo mal si su ying no es compatible con mi yang.

Un Novio Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora