Epílogo

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Tomaste una fresa del cuenco que tenías entre las piernas.

- No me puedo creer que mi madre se haya escapado. Kang N/M podría haber celebrado el bodorrio del siglo en Seúl.

Llevabas la camisa de Jung Min y él estaba en calzoncillos. Compartían el periódico y las fresas en tu cama, donde también estaba su gato.

Oyeron un coche y llamaron a la puerta.

- ¿Quién será? -te preguntaste yendo a abrir-. ¡Mamá! Pero si no es la hora de comer.

- Hola, cariño. Me alegro de verte. Espero que no te hayas enfadado porque desapareciéramos, pero Dae y yo decidimos que sería más fácil. Dae, cariño, pasa. Jung Min, ponte los pantalones y ven.

- Estoy aquí, N/M. Enhorabuena -dijo Jung Min entrando en el salón sin camisa ni zapatos-. Hola, señor Kang Dae. ¿Qué tal el viaje?

- Con N/M, todo es estupendo -sonrió Kang Dae-. Perdón por molestarlos, pero mañana tenemos una reunión para hablar del proyecto de Felicidad para los Niños. Aquí está tu álbum. Espero que quieras vendernos todas las fotos, pero si no es así lo entenderé.

- No, no las voy a vender -dijo él agarrándote de la cintura.

- ¿Cómo? -dijo N/M sorprendida.

- No, las voy a donar. Por cierto, Dae, ¿qué te parece si T/N sigue trabajando contigo, pero como asesora? Así, podría trabajar desde casa con el ordenador y venir cuando fuera necesario.

- Estupendo -apuntó N/M-. Te puedes llevar mi caravana, T/N. Así tendrás tu oficina allí donde Jung Min tenga que ir a trabajar.

Kan Dae estuvo de acuerdo y todos se dieron la enhorabuena. De repente, Jung Min se dio cuenta de que no decías nada.

- Un momento. T/N, ¿qué es lo que tú quieres? Si quieres que deje de viajar, no tienes más que decírmelo.

- No lo sé -contestaste-. Esto de haber prometido no hacer listas...

- ¡Yo sí he hecho una! -sonrió Jung Min. Fue al dormitorio y apareció con un papel arrugado.

1. Comprar un anillo.

2. Pedir la licencia de matrimonio.

3. Comprar billetes para Maui.

4. Reservar capilla y ministro.

5. Casarme con T/N.

Lo miraste sorprendida.

- ¿Cuándo la has hecho?

- Hace días.

- ¿Quieres casarte conmigo?

Jung Min asintió.

- ¿En Maui?

- Aloha au ia'oe, my ipo.

Enarcaste una ceja.

- Te quiero, mi amor -tradujo él-. Tú eliges. ¿Qué dices?

- Que sí.

La balsa adornada con flores se deslizó por el agua y llegó a la islita. Tú y Jung Min bajaron y caminaron entre las antorchas, mecidos por la brisa marina y el son de los tambores. Estabas como soñando.

- No me puedo creer que esto esté pasando. Es como un sueño.

- Es de verdad -contestó Jung Min.

- Gracias por la corona de hibiscos. Me siento como una princesa.

- Eres una princesa.

Al llegar a la capilla de caña y flores, vieron a Kang Dae y a N/M, a Eun Hye y a dos hombres muy atractivos.

Jung Min se paró a saludar.

- Hola, Dae Hyun... Eunji. Me alegro de que hayan podido venir.

- No me lo habría perdido por nada del mundo -contestó uno de sus hermanos.

- Bueno, pues vamos allá. A casarnos.

Y eso es lo que hicieron.

- ¿Estás despierto? -le preguntaste tumbada en la cama.

- Sí.

- ¿En qué piensas?

- En que quiero hacerte unas fotos ahora mismo.

- ¿Ahora?

- Sí -contestó Jung Min, que te sacó desnuda de la cabaña y te colocó junto a una roca con el mar de fondo-. Sonríe y abre los brazos.

La luz del alba era un espectáculo de matices rosados. Al salir sobre el mar, los primeros rayos del sol dieron a Jung Min en los ojos, unos ojos serenos.

- Ahora sé que te estaba esperando -dijo.

FIN


Muchas gracias a todas las personas que se tomaron el tiempo de leer la historia y a las que votaron y comentaron en verdad se los agradezco, me alegra que les haya gustado.


Un Novio Perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora