Lo que es el amor

Capitulo 22

Así fue pasando el tiempo, todo transcurría como debe de ser.

Una pareja viviendo feliz, una madre que salió de su depresión, un padre que comenzó a ver más seguido a su hija.

Pero estaba llegando el momento, llegaban los exámenes y luego de esa semana ella se tendría que ir hacia Estados Unidos.

Comenzó la semana de exámenes, yo y Gabriela estudiábamos juntos para todos los exámenes, hasta el momento no nos ha vuelto a pasar lo de quedarnos dormidos como en aquella ocasión.

Mi madre había conseguido un trabajo de enfermera, bueno ahora ya no sería solo yo el que mantuviera esta casa si se puede decir así.

-Jorge

-¿Qué sucede Gabriela?

-Vamos a un lugar.

Ya había pasado un buen tiempo desde la última vez que ella dijo que salgamos.

-¿y a dónde quieres ir?

-Al estadio.

¿Por qué tendríamos que ir al estadio?

Siempre era un lugar nuevo, pero cada vez escogía peores lugares para salir.

Era la final del campeonato nacional.

Ella se veía tan feliz, estaba tan contenta por estar en este lugar. Se comportaba al igual que las personas que se encontraban en el estadio, gritaba por una falta, por un gol, por todo.

En realidad fue tan divertido, tuve que hacer lo mismo que ella, gritábamos mucho que incluso una vez un señor nos hablo por estar así.

Paso el día, todo iba bien hasta que en un momento......

Al momento de salir del estadio ella se había perdido, había tanta gente, iba a ser muy complicado buscarla.

Decidí esperarla afuera del estadio, pero nada, ella no aparecía.

Volví a entrar en el estadio, y ahí estaba desmayada.

Tuve que amarcarla como de costumbre, no me quedo más remedio que llevarla hacia la clínica en la que mi madre trabajaba, después de todo estaba muy cerca del estadio.

-Es el agotamiento y la exposición al sol, no hay de qué preocuparse ya se le va a pasar asi que tranquilízate.

-Está bien madre gracias.

-Soy tu madre, no me debes agradecer, yo te debo mucho a ti.

-¿Porque dices eso?

-Dime ¿quién hubiera mantenido la casa si tú no trabajabas?

-No lose.

-Si tú no te hubieras puesto a trabajar, nosotros no estuviéramos aquí, tú no hubieras conocido a alguien como ella.

Esta era de las pocas veces que mi madre y yo habíamos tenido una conversación así, ¿qué fue de mi padre? Mejor no toque ese tema, ya que mi madre se hubiera puesto mal.

Pasaron las horas, tuve que irme a trabajar y mi madre quedo al cargo de Gabriela hasta que mi turno se acabara.

Volví de mi turno, pero ella aun no despertaba.

Me dormí a su lado, esperando hasta que ella se despertara.......