El Origen de Patch

La personalidad de Patch

Me derperte en una camilla de hospital y tenia todo el torax cubierto por unas bendas blancas que ya debian de ser de hace unos dias porque ya estaban un poco rojas. Todo en la habitación era blanca. La cabeza me daba vueltas y estaba medio dormido por los efectos de los somniferos pero aun asi conseguí ver las caras de mi hermano, mi tio y mi abuela que son la unica familia que me queda.

-Patch me alegro de que estes bien, voy a llamar al medico para comunicarle la buena noticia.

Eso fue lo unico que consegui escucharle decir antes de desmallarme y soñar con mi madre.
Ya hacia tiempo que no soñaba con ella, y más con ella sola. La habitación estaba completamente en blanco y era grande y espaciosa. No había nada en ella excepto yo y enfrente de mi, ella. Llevaba una tunica blanca y tenia el pelo suelto que le caia sobre los hombros. Siempre tuvo el pelo rubio y largo, en ese aspecto me parezco mas a mi padre con el que no sueño mucho la verdad. Pero lo que mas me llamo la atención sobre ella era que tenia las mismas alas de color negro que me parecio verle a mi hermano el dia de la fiesta.Mi madre parecia angustiada, se le notaba en la cara pero no lograba averiguar por que. Al final consiguio pronunciar un par de palabras.

-Me alegro de que estes bien, ya veo que tu hermano consiguio salvarte justo a tiempo.
-Mama, te hecho de menos.
-Ya lo se hijo pero tienes que escucharme atentamente- dijo con voz seria- estas en peligro y yo no podre protegerte, ahora estoy atrapada en el infierno, pero no te preocupes, como angel que soy encontrare la forma de salir.
-¿Has dicho que eres un ángel? -dije con voz incredula incapaz de creerme ni una sola palabra de lo que me estaba contando- eso... no... es posible.
-Siento no habertelo contado antes, pero no pense que se fueran a dar cuenta.
-¿Quien no se iba a dar cuenta? ¿Los demonios?
-Siento que tengas que pagar por nuestros pecados.
-Mama no entiendo lo que me quieres decir- dije casi sin poder pronunciar cada una de mis palabras.
-No hace falta, lo unico que necesito que sepas por ahora es que eres un angel como yo y por eso los demonios te persiguen. Debes hacerte mas fuerte para combatirlos o sino moriras.

Todo aquello me parecia una broma, como iba a ser yo un ángel, vale esta bien, me pareció verle alas a mi hermano cuando me vino salvar pero fijo que estaba delirando. Además, por que me iban a atacar ahora que ya tengo 16 años y no cuando era un bebe de apenas unos meses. Estaba muy confuso y no sabia que decir, sentia como si la cabeza me fuera a estallar, sabía que era un sueño pero lo que no lograba entender era que por que me molestaba tanto. Al final me recompuse y dije:

-¿Estas de broma no? No puedo ser un angel, ni tu tampoco, no tengo alas.
-A los dieciseis años es a la edad en la que los angeles empiezan a poder usar sus poderes con plenitud, antes de eso parecen unos humanos normales y corrientes. Por eso los demonios no te habian atacado hasta ahora.
-¿Y por que me lo dices ahora?- sabia que todo esto era un sueño pero parecia tan real...
-No sabía que mi sangre corria por tus venas, ya te he dicho que hasta los 16 años no se puede saber si una persona es un angel o no. Tengo que irme ya cariño, me temo que me han descubierto, cuidate mucho.

En ese momento todo se empezó a poner borroso y nublado, la imagen de mi madre se desvaneció y yo caí al suelo. Cuando por fin me levante, estaba tumbado de vuelta en la del hospital. El doctor estaba al lado mia mirándome la tensión y mi familia estaba detrás de él más tranquilos al ver que me despertaba.

Tenía ganas de llorar, ya hacía tiempo que no soñaba con mi madre, y ahora que lo había vuelto a hacer me decía aquello. Sabía perfectamente que era un sueño aunque muy en el fondo de mi sentia que todo habia sido muy real. Tenia tantas ganas de saber la verdad... Pero aun así lo único que se me ocurrió decir fue:

-Vaya sueño más raro que acabo de tener.