El Origen de Patch

El Jeep Commander

Cuando me desperté por la mañana siguiente tenía un dolor de cabeza de mil demonios así que me duche con agua fría y comí algo. Tenía que prepararme para el entrenamiento. Aunque me hubiera ido la noche anterior de fiesta Basso no iba pasar del entrenamiento.

Durante el entrenamiento (el cual hice fatal por culpa de la resaca) hicimos los mismos ejercicios de siempre y luego al final recibí una bronca por parte de Basso. Según él estaba mejorando mucho y mis alas ya habían crecido bastante pero aue solo por eso no podía ir de fiesta toda la noche si al día siguiente tenía entrenamiento. Cogí el móvil y llamé a Dabria. Por desgracia saltó el contestador. Estaba muy preocupado por ella.

Cuando acabé me tumbe en mi cama pero no estuve mucho tiempo así ya que recibí un mensaje de Rixon pidiéndome que lo visitara.

Patch, soy Ri, ncesit q vngs al bar EL CALIMOCHO. Tnemos q hblar.

Así que me cambié de ropa y cogí las llaves de mi coche y bajé las escaleras. Cuando llegué abajo al lado del coche estaba mi hermano.

-¿Sabes de quién es este coche?
-Es mio.
-Vasta ya de bromas. Quiero la verdad.
-Es verdad, lo gané en una partida de billar.
-¿Cómo que lo has ganado en una partida de billar? No te creo.
-Es verdad.
-Bueno da igual. Ya habaremos de esto luego. Tengo que hablar contigo.
-Lo siento. He quedado con Rixon. Creo que tiene problemas. Ya hablaremos luego. Yo también tengo que contarte algo. Hablamos cuando vuelva.
-Está bien.

Cuando Steve se fue monté en mi nuevo coche y me dirigí al bar donde me esperaban. Menos mal que el coche era rápido y derrapaba que ni dios porque el bar estaba bastante lejos. Estaba en un pequeño barrio que no tenía muy buena fama y el local estaba que se caía a cachos. Había un montón de manchas de humedad y ratas por todas partes pero aun así entre y me acerqué a la mesa del fondo donde estaban sentados Rixon y Scott. El local estaba casi vacío. Un lugar perfecto para tener algo de intimidad.

Cuando llegue me senté en la silla opuesta al lado en el que estaban ellos y en cuanto se acercó a mi la camarera le pedí un café. Era delgada de pelo negro y largo y tenía un uniforme negro y blanco. Bastante amable la verdad.

-¿De que querías hablar, Rixon?- pregunté yo.
-Vereis estos días voy tener que ausentarme... Pero volveré pronto.
-¿Y eso?

Antes de que me pudiera responder la camarera apareció con una taza humeante de café.

-Es que... Necesito alejarme para pensar sobre mi futuro...
-¿Te ha dejado tu novia?- preguntó Scott. Él cual había estado callado hasta ahora.
-No. A ella ya se lo he comentado y lo entiende. Ahora solo necesito que lo entendais vosotros.
-Está bien. Lo entendemos.
-Gracias. Sabía que podría contar con vosotros.
-¿Por cierto Scott por que llevas esas gafas de sol?- preguntó Rixon.
-Eso, ¿por que lo haces?
-No es... Nada- dijo a la defensiva.

Entonces Rixon le quitó las gafas y le vimos un ojo morado muy inchado.

-¿Pero que te ha pasado?
-No pasa nada. Sólo es un rasguño.
-Eso no es un rasguño. ¿Quien te ha pegado semejante paliza?
-De verdad que no es nada. Me tengo que ir. Adiós

Y Scott se fue dejándonos a los dos solos pero no sin antes haber pagado la cuenta. De allí a 5min nos fuimos.

Cuando salí cogí mi teléfono e hice una llamada.

-Dabria, tengo que hablar contigo.
-Se puede saber donde estabas, ayer fui buscar un vaso de agua para que te despejaras y ya no estabas. Me preocupé mucho.
-Lo siento. Rixon me vio y me llevó a casa y luego me trajo el Jeep. Te llamé por la mañana pero no me lo cogiste.
-Tenía el mobil apagado.
-Lo siento mucho pero en realidad te he llamado para que me ayudes a seguir a un amigo que tiene problemas. No puedo contárselo a nadie de mi casa porque me prohibirían ayudarlo.
-Está bien.
-Pues mañana ven a mi casa y empezamos.
-Oc.- dijo de forma seca pero a la vez muy sexy.