El arcángel amigo de mi abuela.

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Tal y como le prometí a mi hermano Steve, guardé reposo durante tres días. Hoy finalizaba el plazo y mañana vendría un arcángel amigo de mi abuela llamado Basso. Él, según mi abuela, había ayudado a mi madre a entrenarse y ahora lo iba a hacer conmigo. También me iba a analizar para saber que tipo de ángel debo ser ya que parece que hay varios tipos de ángeles (custidio, de la muerte, arcángel...).

Estaba ansioso por empezar ya pero Basso no iba a venir hasta mañana, tenía tantas preguntas que hacerle...
Como por ejemplo que poderes tenía cada tipo de ángel y cual era su función. La verdad es que apesar de haber intentado sacarle información a mi abuela y a mi hermano los dos se resistían a contarme nada y decían que tendría que esperar hasta mañana para saberlo. Al principio fue duro pero luego al final me acostumbré.

Ahora estaba en mi habitación tumbado en mi cama intentando recordar a mi madre. La habitación era casi identica a la de mi hermano a excepción de que mis paredes eran verdes y estaban decoradas con un monton de posters, ademas, tenía una tele para mi solo. Aunque ahora mismo eso no me importaba. Ya era de noche y ya habiamos cenado, aunque yo casi no probe bocado del guiso de mi abuela por los nervios apesar de que es mi preferido y tenía que tener fuerzas para mañana.

Al final me cansé de dar vueltas en la cama y me dormí. Cuando desperté, bajé a la cocina a desayunar mis tortitas con zumo ya que hoy iba a ser un gran día. Por fin iba a conocer la respuesta a todas las preguntas que tenía, y no solo eso, también iba a empezar mi entrenamiento.

Basso iba a estar aquí a las 12 así que solo tenía una hora para prepararme tanto física como mentalmente para el entrenamiento. Así que me duche, me vestí y me dirigí hasta el jardín para esperarlo junto mi familia. La verdad es que había pensado que iba a bajar desde el cielo pero me llevé una desilusión al ver que venía en coche. Venia en un Audi A6. Cuando baje me quede sorprendido, parecia bastante mayor, aunque que esperaba ya que ya había entrenado a mi madre pero pense que como los ángeles no podían morir iba a ser bastante más joven. Era un hombre más o menos alto y de pelo negro.

-Hola, yo soy Basso. ¿Supongo que tu seras Patch no?- dijo dirigiéndose a mi con la cabeza.
-Sí, soy yo.
-Muy bien, yo seré la persona que te entrenara durante las próximas semanas, espero que estés a la altura.
-¿Pero para empezar el entrenamiento no tengo que saber antes que tipo de ángel soy?
-Sí, buena pregunta, a la cual ya tengo respuesta. Estás predestinado a ser un arcángel.
-¡Un arcángel! -gritó mi abuela- ¿estás seguro? Eso no puede ser posible, ¿seguro que no te has equivocado?
-A mi también me sorprendió pero nada más llegué me di cuenta de que su poder es muy parecido al mio. Estoy seguro de que no me he equivocado.
-Pero si nuestra madre era una simple ángel custodio, igual que yo- dijo mi hermano.
-También era casi imposible que su sangre llegara a los dos y eso es lo que pasó.
-¿Y que clase de poderes tiene un arcángel?- pregunté yo completamente sorprendido. No podia creerme que me fuera a convertir en un arcángel, ya que ese poder solo lo llegaban a obtener unos pocos ángeles. Son los ángeles más poderosos de todos y son los que juzgan a los otros ángeles y los dirigen, no creo que esté preparado para ese puesto. Todo esto lo aprendi cuando mi hermano despues de darle la lata me habló de ellos a cambio de que no digera nada.
-Los arcángeles tienen el poder de usar la magia además de crear ilusiones en las mentes de la gente, borrar la memoria... Ah si, y nuestras condiciones físicas son de lo mejor.
-Vale, intentaré estar a la altura.
-Antes de empezar con el entrenamiento quiero darte esto- se acercó a mi y me dio un colgante de un material que parecia plata- Este colgante es muy preciado, si alguien se apodera de él puede obligarte a decir todo lo que quiera de ti. No lo puedes perder.
-Disculpa.
-Muy bien, ahora quiero que te remangues y te hagas un corte en el brazo.
-¿Qué?- dije yo alarmado.
-Sí, es para hacer un juramento de sangre, tienes que jurar fidelidad al cielo y deberas hacer siempre lo correcto, si no, el resto de arcángeles te quitaran tus alas y te convertirás en un ángel caído.
-¿Qué es eso?- dije yo aterrorizado.

En ese momento Basso me contó todo sobre los ángeles caídos y sobre los nefilim, descendientes de ellos que son condenados a ser sus esclavos durante el mes del Jeshvan en el que poseen sus cuerpos para sentir emiciones fisicas ya q los ángeles son incapaces de sentirlas.

-Muy bien, lo haré- y en ese momento me corté el brazo e inicié mi juramento repitiendo cada una de las palabras que me iba diciendo Basso. Me dolía mucho la herida pero no dije nada. Sabía que si no conseguía aguantar no iba a poder con el entrenamiento de Basso.

Yo Patch Cipriano, juro ante el cielo y el resto de arcángeles que siempre usaré mis poderes para hacer el bien y que nunca abusare de ellos. Si no lo hago soy consciente de que me quitaran mis alas y me convertiré en un ángel caído.

-Muy bien, ahora ya podremos emoezar el entrenamiento.
-¿Ya?- dije yo sorprendido- creí que empezábamos mañana.
-Pues te has equivocado, no he venido aquí solo para responder un par de preguntas. Así que si nos disculpan me gustaría entrenarlo a solas, no quiero que tenga ningún tipo de distracción.
-¿Y cuando me empezarán a salir las alas?
-Eso va poco a poco, pero no te preocupes, ningún mortal puede vertelas. Eso si, no permitas que te las toquen ya que pueden ver todo lo que ellos quieran que te haya pasado.
-Vale.

El entrenamiento fue exhaustivo la mayoría de mis poderes aun no habían aparecido, solo notaba unos pequeños cambios en la velocidad... Pero aun así no me rendi y continué apesar de las burlas constantes de Basso y sus exigencias imposibles de superar.

Cuando acabó el día estaba tan cansado que naea más acabé de cenar me fui para cama, eso si, sin antes recibir una última regañina de Basso.

-Lo has hecho fatal, pensé que le ibas a poner algo más de ganas, pero ya veo que eres un blanducho, estoy empezando a pensar que me he equivocado al analizarte.
-Para la próxima lo haré mejor no soy nada blando y te lo pienso demostrar.
-Más te vale, mañana te quiero ver abajo a las 8:00.

Estaba tan enfadado después de mantener aquella conversación, no podía creer que pensará realmente aquello de mi. ¿Por qué había tenido mi abuela que invitarlo a cenar? Eso simplemente me había ayudado a desmoralizarme más ya que de lo unico que se habló en la cena fue de lo mal que lo había hecho. Pero se iba a enterar, mañana pensaba demostrarle que no era como él pensaba.

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