2 Contra El Mundo

Misterios

-¡¿Qué?! -Soren estaba incrédulo por lo que Daniel dijo.

-Es Parzival... -El muchacho repitió una vez más al Riolu.

-¿Pero cómo pudo evolucionar? -Soren preguntaba mientras veía a su amigo acostado en el tronco.

-Por esto. -Daniel sacó de su bolsillo la envoltura de caramelo que había encontrado tirado en el suelo cuando hallaron a Parzival. Soren miró la envoltura.

-¿Y qué es eso? -Dijo más confundido que antes.

-Son caramelos raros. Ciertos entrenadores lo usan cuando son demasiado vagos para evolucionar a sus Pokémon. Lo que no saben es que eso acorta la vida del Pokémon que lo consuma. -Explicó Daniel. Soren se exaltó.

-¡O sea que el va a morir más rápido! -Zedd dijo con miedo en su cara.

-No así exactamente... Lo que pasa es que el caramelo raro hace es acelerar el envejecimiento de un Pokémon hasta que este evoluciona, para su suerte él ya tenía un buen tiempo como Mienfoo así que en el peor de escenario habrá perdido un mes de vida, claro que esto no es bueno pero pudo haber sido mucho peor. -Daniel trató de sonar positivo diciendo aquello último.

-Ahora sabemos que paso, lo siguiente es... ¿Por qué? -Dijo Soren pensativo.

-No tengo la más mínima idea de aquello... -Respondió Nereyda. No tenía sentido para ella. Ni para Soren, Zedd o Daniel. Todos se quedaron callados pensando hasta que oyeron a alguien toser. Se viraron de inmediato a ver a Parzival.

-Argh... ¿Qué pasó? -El Mienshao se llevó una mano a la cabeza y abrió los ojos. El resto se acumuló a su alrededor. Mirándolo fijamente.

-Hey... -Parzival alzó su pata para decir algo pero cuando vio que esta ahora tenía una extensión de pelaje. Su mirada se tornó preocupada por un segundo pero al darse cuenta de que había evolucionado sonrió y se sentó en el tronco feliz.

-¡Ya soy un Mienshao! -Exclamó en alegría y los brazos alzados pero las miradas de sus amigos seguían siendo de preocupación. Parzival los miró confundido.

-Oigan... Esto es bueno. ¿Por qué esas caras? -Daniel decidió explicarle lo que le paso.

-Te dieron un caramelo raro... -El muchacho tenía la esperanza de que el Mienshao supiera lo que era para no tener que explicarlo de nuevo.

-Oh. Mi tío tomó uno de esos cuando eran pequeños... Ah, bueno. -Dijo Parzival despreocupado. Todos lo miraron sorprendidos.

-¿¡Por qué hablas así!? -Soren lo miró preocupado. Su amigo sonrió.

-¿Qué podemos hacer? Ya estoy así, no puedo volver a ser un Mienfoo y aparte de qué ya me faltaban días para evolucionar. Viendo el lado positivo, ahora técnicamente soy más fuerte. ¿No? -Respondió el Mienshao con una sonrisa.

-¡Puede que sí pero...! -Antes de que el Riolu pudiese continuar su amigo puso su mano en el hombro de Soren.

-Tranquilo, mira aún soy el mismo. -Parzival entonces decidió levantarse, su nueva forma adquirió mayor estatura. Ahora Soren y los demás le llegaban al pecho. El único que seguía siendo más alto era Daniel, Parzival le llegaba a los hombros.

-Bueno... Un poco más alto heh... -Dijo el Mienshao al notar la diferencia en estatura con el resto. Hubo un momento de silencio incómodo, Nereyda intentó romper el hielo.

-Bueno, ahora supongo que si vamos a comer... -La Buneary decidió ir a la base del tronco en donde estaban antes de que todo aquello hubiese ocurrido. Daniel le siguió.

-Tiene razón, me muero de hambre. -El muchacho dijo, el trío restante asintió y fueron tras Daniel y Nereyda. Ya cuando todos estaban sentados por fin pudieron desayunar.