El Despertar del Héroe

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Ya llevó dias viendo mis memorias del pasado. Cuando despierto una memoria nueva aparece. Como aprendí a luchar, cuando me enseñó a manjar el aura, el día en que Lyze me enseñó a cocinar. Victini dice que aquí el tiempo es diferente al de el mundo terrenal, asi que no hay ningún apuro. Pero la preocupación igual flota en mi mente. Pero hoy es quizás la ultima memoria que revise. Me desperté y baje, como siempre Lyze me esperaba con el desayuno hecho. Nosotros seguimos por atrás. Un sanduche y leche con chocolate estaban en la mesa listos para mi.

- Buenos días.- Él saludó cálidamente.

- Buenos días Lyze.- Respondí con una sonrisa. Me senté y me puse a comer.

- Daniel, se nos acabaron las bayas de nuevo.- Dijo mientras comía del sanduche.

- Después de desayunar iré por algunas, no se preocupes.- Dije entre bocados.

- Gracias...- Respondió pero noté que lo dijo un poco triste. Pero no le había prestado mucha atención. Cuando termine agarre mi mochila y espada.

-Regreso más tarde.- Dije mientras salia por la puerta.

-¡Espera!- Lyze exclamó. Vino rápidamente hacia mi y me dio un abrazo. Era como esos abrazos de padre a hijo, no ocurren a menudo pero cada una de esos son especiales. Así que yo también lo abraze. Después de un rato nos soltamos.

- Cuidate. ¿Esta bien?- Me dijo.

- Ok. No se preocupes.- Le respondi. Sali por la puerta a buscar bayas como Lyze pidió. Cuando necesitábamos bayas no eran para unos días. Si no para meses. Me tomaba un día entero poder conseguir suficientes. Pero no era un problema. Sali al sendero principal y me dirigí al norte en donde crecían la mayor cantidad de bayas. Yo y Victini secundabamos por detrás viendo lo que hacía. Después de un largo caminar llegamos al lugar. Era un claro lleno de arbustos de bayas de diferentes tipos. Nunca me memorize el nombre de las diferentes bayas que existen a excepción de una. Las Oran. Lo interesante de ellas eran de que podían curar heridas menores pero su sabor era asombroso para mi. Llegamos a al sitio, un gran claro con arbustos llenos de las diferentes bayas que existían. Puse mi mochila en el suelo y la abrí. Me puse a recolectar bayas hasta que no pudiera llevar más. Me llevó un buen rato. Cuando termine cerré mi maleta y me puse a caminar hasta la casa y las fui a dejar alla. Repetía esto unas cinco veces hasta que consiguiera suficientes. El día pasaba mientras hacia esto.

Lyze se mecía en una silla afuera. Yo venía y volvia hasta que dijo.

- Una más será suficiente.- Seguía meciéndose en su silla. Suspire un poco cansado por la tediosa tarea. Volví de nuevo al claro y recogí la ultima ronda de bayas. Para cuando cerré mi maleta y me dirigía a la casa. Ya estaba anocheciendo. En medio camino salió de unos arbustos un Oshawott y un Snivy cargando a un Growlithe malherido pero asi tan de repente como aparecieron entraron por el otro arbustos y los perdí de vista. Detrás de ellos salió un Absol. No, era el Absol. El mismo que me atacó. Estaba siguiendo a los 3 que estaban aquí hace un momento. Tire mi maleta y corrí tras él. Victini y yo seguimos a mi persona. Lo seguí por el bosque hasta que el Snivy y el Oshawott se cansaron. El Absol saltó para atacarlos pero logre patearlo en el hocico para evitar que cualquier cosa pase. El Absol dirigió su atención a mi. Me trato de atacar con sus fauces pero logre esquivarlo a tiempo. Cargué aura en mis manos y cuando el Absol volvió a cargar contra mi la liberé creando sentequeña explosión que lo aturdió. Me vire a ver a los Pokèmones que estaba tratando de proteger pero ya no estaban. En esa distracción el Absol me mordió el hombro derecho y me tiro al suelo. Emepeze a sangrar. Me traté de levantar pero el Absol me sometió con sus imponentes garras. Desesperadamente busqué una manera de poder liberarme antes de que pusiera hacerme algo. Absol giro su cabeza preparándose para cortarme el cuello con su cuerno. Me estaba bloqueando. Vi como miraba a los lados buscando algo que me pueda ayudar. Cargué aura en la palma de mis manos pero mi tiempo se acabó. El Absol giró su cabeza muy rápido mientras la palma de mi manó se acercaba a la superficie del suelo. Sentí el cuerno tocar la piel de mi cuello. Golpeé el suelo. No se que fue primero pero una vez más causé una explosión que me quitó aquel Absol de encima. Me levanté y toqué mi cuello en busca de alguna herida de la que deba preocuparme... Nada. De ahí mire mi hombro. Esa era una herida preocupante. Para mi suerte como era zurdo no tendría problemas para combatir, sin embargo podría sangrar más... Ahora el Absol estaba enojado con conmigo. Cargó de nuevo contra mi para embestirme con su cuerno. Pero ya estaba preparado con una esfera aural. La lancé y colisionando con él, lo hice retroceder. Pero me atacó con Hiperrayo. En ese momento saqué mi espada y trate de cambiar la dirección del ataque pero era demasiado poderoso. El ataque me hizo colisionar con un árbol detrás mio. Me dejó con rasguños y unas quemaduras el golpe de aquel Hiperrayo. Pero el Absol no iba a parar ahí. Me trató de morder de nuevo y lo único que lo evitaba eran mis manos. Ya mis brazos estaban muy débiles, estaba a punto de ceder. Sus colmillos poco a poco se acercaban a mi cara. Uno de estos me hizo un ligero corte en la mejilla, cosa que me hizo reaccionar. Con mis dos pies lo pateé en el estómago haciéndolo caer para atrás y le puse mi espada en el cuello listo para hacerlo desangrar a la muerte... Esta vez era mi turno.

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