"Simplemente no lo dejará. Escucha ese crujido. Que chico tan tonto". Imagínate despertar a las 2:45, recibir una llamada de un número desconocido y que empiece a cantar tan pronto como respondes. Bueno, no era precisamente una canción, sino una mezcla entre canto y plática. No estaba de humor para escuchar las incoherencias de esta mujer a las tres de la mañana. Colgué y apagué el teléfono.
La mañana siguiente fue cuando lo vi por primera vez. Estaba caminando hacía mi automóvil, bastante apresurado por llegar al trabajo, pero había un hombre observando mi auto. Para ser honestos el hombre no tenía la apariencia de una "persona". Quiero decir, obviamente era una persona, pero había algo realmente mal con él. Imagina nuestra "humanidad" en una escala del 0 al 100, este sujeto probablemente se encontraba en el 97. Quizá superaba los 70 años. Era muy encorvado, lo que lo hacía bastante bajo de estatura (y eso que solo mido 1.65 m). También tenía un gesto constante en el rostro, pero otra vez, no como el de una persona normal, sino como el de una caricatura con el ceño fruncido y la boca arqueada.
Como sea, abordé al sujeto y le pregunté qué estaba haciendo.
"Realmente. Me Gusta. Tu auto". Su voz se escuchaba forzada. Como si no fuera "él" el que estaba hablando, sino más bien alguien dentro de él.
"Gracias. ¿Te gustan los Mustang?"
"Sí. Yo... tenía 21 cuando este salió".
"Oh ¿entonces naciste en el 47?"
"Sí. Buenos. Buenos. Tiempos. Que tengas... un buen día".
Extendió su mano con un movimiento muy errático. Sus uñas estaban bastante largas y las mangas de su camisa muy sucias, pero no quise ser grosero, y le extendí un fuerte apretón de mano. Se volteó y bajó por mi entrada, todavía moviéndose de forma errática, como un personaje de videojuegos con "retraso". Entonces me di cuenta que el hombre simplemente era lento.
"Eres un idiota". Murmuré a mí mismo. Si lo volvía a ver, pasaría algún tiempo hablando con él sobre los autos.
Y entonces me fui a trabajar.
Laboro como cargador en un negocio de envíos. Mientras conducía a la bodega, recibí una llamada. Ni siquiera vi el número, simplemente respondí, puse el altavoz y deje el teléfono en asiendo del pasajero.
"¿Hola?"
"¡Rompiendo huesos para entrar! Romper, Romper, Romper, Romper Teehee".
Maldita sea, era la misma mujer que llamó en la madrugada.
"Hey pero quién demonios..."
Colgó. Tomé el teléfono justo a tiempo para ver el número.
"&&&"
No estoy jugando, literalmente el número eran tres "ampersands". Decidí que llamaría a la compañía telefónica después del trabajo.
El trabajo fue relativamente normal. Mi mejor amigo, George, entró a trabajar conmigo ahí. Después que mis padres murieron y me heredaron la casa, George solía pasar un tiempo con sus padres y otro tiempo en mi casa. Como sea, George me estaba contando una historia sobre cómo el lugar donde trabaja su madre fue asaltado (es la directora de una funeraria, la más grande de la zona). Algunos cuerpos fueron robados y ella tuvo que lidiar con la policía y los familiares de los fallecidos.
Mientras tomaba mi descanso ese día, veía las noticias en el salón para los empleados. Estaba a punto de cambiar de canal, cuando vi la imagen de mi vecindario en la pantalla. Un periodista estaba de pie a tan solo cuatro casas de la mía.
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Leyendas urbanas y algunos relatos de creepypastas
Randomaquí encontraras las mejores leyendas urbanas y terroríficas que puedas imaginar, cuídate porque alguna de ellas te matara de un susto! 0_0 (na mentira)