prólogo.

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Los ojos verdes de Harry miraron a la blanca habitación mientras se levantaba de la incómoda cama. Sus descalzos pies tocaron el piso mientras caminaba suavemente hacia la puerta.

Eran las 2:22 a.m. Suspiró suavemente mientras abría la puerta y caminaba por el largo pasillo del hospital.
Se movía suavemente por los largos pasillos del hospital, mientras vigilaba que nadie viniera.

La habitación de Louis estaba algo lejos de la suya, pero se las arreglaba para llegar a la misma hora.

Su cuerpo se sentía liviano mientras caminaba y Harry no se sentía que eso fuera bueno.

Estaba agitado cuando entró a la habitación de Louis.
Los ojos azules de Louis lo miraron intensamente. Preocupados.

-Hey, Hazz, ¿estás bien?- Louis se levantó mientras caminaba suavemente hacia Harry.

Todo suave, todo calmado.

-Sí...yo solo, ya sabes...cáncer- murmuró.
Los dos rieron mientras se sentaban en la cama.
La mano de Louis rodeó sus hombros mientras lo miraba.

-Debería ser yo el que caminara hacia tu habitación, tú no estás en condiciones- murmuró Louis.
-Bueno, creo que tú tampoco estás en condiciones.-susurro Harry, ofendido.
-Hey, lo siento, no quise decirlo de esa forma.
-Bien.

Los dos se sonrieron y entendieron. ¿Para qué pelear? Tal vez mañana ya estuvieran muertos.
Harry suspiró mientras tocaba la suave sabana de la cama. Si solo no estuvieran enfermos. ¿Qué pasaría si no tuvieran cáncer? ¿Acaso sería todo más fácil?

Harry suspiró mientras tocaba suavemente el cabello de Louis. Unos mechones quedaron en sus dedos.

-¿Quimio?- Harry preguntó, suavemente.
-Sí, la peor de todas. Sentí...me sentí, muerto.

Los dos se miraron, mientras exhalaban.
Muerto. Muertos. ¿Acaso no lo estaban ya?
Sus manos se tocaron, se tornaron cálidas.
No, no estaban muertos. No por hoy.
Sus mejillas se tornaron rosadas.

Porque estaban viviendo. Tal vez solo hoy. Pero podían sentir.

Sus miradas se conectaron.
Sonrisas brillantes se crearon.

-¿Estás bien?- preguntó Harry
-Definitivamente sí. ¿Por qué no estarlo?

Sus sonrisas se ensancharon.
Y se sintió tan bien.
Y, ¿por qué no?

livewire. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora