Ocho 

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-Lo estás haciendo mal -observó Keaton.

Al parecer no tenía otra cosa mejor que hacer que quedarse mirando como Izzy le daba golpes al saco de boxeo y reírse de como "lo hacía todo mal", únicamente con el objetivo de tocar las narices.

Llevaba ya un rato así, y la chica pensó que aquello era un pequeña venganza por lo de la ropa.

Dejó de golpear el saco y lo miró.

-Keaton -pronunció su nombre con amargura-, me están entrando unas ganas irresistibles de estamparte mi puño en tu cara... Y créeme, la idea es muuuuy tentadora -siseó.

El otro alzó una ceja desafiante.

-No lograrías ni rozarme.

-¿Nos apostamos algo?

Izzy nunca desaprovechaba un reto, aunque sabía que se estaba metiendo en la boca del lobo.

-No quiero hacerte daño -dijo Keaton. A veces no podía controlar su fuerza, y aunque aquella chica le pareciese irritante no quería hacerle daño.

Izzy se acercó uno pasos.

-¿Tienes miedo? -Una sonrisita se extendió por los labios de la chica mientras se acercaba a él.

Primera dificultad: la altura.

Una ola imaginaria para la gran Izzy, por favor.

-¿De una enana molesta como tú? -preguntó irónico, leyéndole la mente.

-Soy más ágil que tú -replicó.

-Si, pero no tienes entrenamiento ni conocimiento necesario para siquiera poder tumbarme de esa manera.

-¿Me enseñarías? -Un rayo de esperanza se abrió en el cielo para Izzy.

Keaton soltó una carcajada.

-Ni loco.

Iz borró la sonrisa de su cara al instante, para en seguida notar como su labio inferior empezaba a temblar desconsoladamente. Sus ojos se aguaron y no tardó mucho en ver borroso por las lágrimas.

Keaton también dejó de sonreír.

-¿Estás llorando?

Una gota salada cayó por la mejilla de la chica en respuesta.

Verla ahí, tan pequeña y con los ojos rojos, hizo que algo en el interior de Kay se ablandara.

-Oh, no -en seguida se vio apurado-, Jack me va a matar -murmuró para sí mismo-. Oye, que iba en broma -se acercó para intentar calmarla dándole un abrazo-, si quieres te puedo enseñar algo...

Se vio cortado, pues el puño de Izzy envuelto en el guante de boxeo había golpeado fuertemente las partes del chico.

Soltó un grito ahogado mientras se doblaba del dolor y habría los ojos como platos, soltando a Izzy. Estaba rojo, desde luego le había en el punto justo.

Ella le sonrió con inocencia limpiándose las lágrimas.

-Si sigo pegándote ahí, acabarás estéril -le dijo-. Por cierto, ¿que decías en cuanto a que no podía tumbarte? -Su sonrisa se hizo más amplia.

Keaton solo pudo quedarse quieto agarrándose la entrepierna, maldiciendo internamente a la madre que alguna vez parió a aquella chica y al destino por hacer que se encontrara con ella.

-¡Así me gusta Isabelle, me parece que tu y yo nos llevaremos muy bien! -El grito de Jack los sobresaltó a ambos. Estaba en un lado observándolos.

TOP SECRET! © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora