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Cuando Zoe abrió los ojos lentamente, pensó que estaba en su habitación, espabilándose para hacerle frente a otro día en el instituto. Pero fueron varias cosas las que la trajeron a la realidad. La primera, que estaban en verano y era imposible que tuviese que ir a clase. La segunda, que ella no solía dormir sentada en una silla y con la cabeza apoyada en una mesa. Y la tercera... Que le venían recuerdos borrosos de algo relacionado con el edificio de Izzy.

Recordaba haber estado en el parque comiendo helado con sus amigas, y haberse empapado con agua de un estanque por culpa de Leah.

Sus amigas...

-Por fin se despierta la bella durmiente.

Zoe brincó de su asiento en cuanto advirtió la presencia masculina que se hallaba a unos metros de ella.

-Tengo que admitir, que de las tres, eres la que más tiempo ha pasado dormida.

La chica no hizo más que alzarle una ceja al muchacho. No tendría más edad que ella, y se preguntaba que estaba haciendo con él. Entonces el episodio catastrófico del secuestro vino como si le hubieran pegado una bofetada.

Los gritos en el piso número 1. Los dos chicos que habían salido de él. La persecución luego de haber sido descubiertas espiando y el pañuelo que dejó a ella y a sus amigas en la inconsciencia.

-¿Dónde están mis amigas? –preguntó, empezando a sentir pánico.

-Eh, tranquila. Están bien. –El chico puso las manos al frente, como si estuviese intentando calmar a una bestia.

Una bestia sería más domable que Zoe Heaven.

-¿Tranquila? ¿TRANQUILA? ¿CÓMO COJONES QUIERES QUE ESTÉ TRANQUILA CUANDO NOS HABÉIS DROGADO Y SECUESTRADO SIN RAZÓN? –gritó, fuera de si, y sacudiéndose en la silla, pues tenía las muñecas atadas. Las miró como si fuesen un objeto extraño y volvió a encarar al chico-. ¿Y CÓMO VOY A ESTAR TRANQUILA CUANDO ME HABÉIS ATADO LAS MUÑECAS?

El chico hizo una mueca ante el griterío de Zoe.

-Me presentaré primero. -Zoe lo miró sorprendida. Estaba atada a una silla después de haber estado drogada durante a saber cuanto tiempo, ¿¡y aquel individuo quería su tiempo para presentarse!?– Me llamo Theo Bower. Supongo que mis compañeros no os hablaron sobre lo que somos...

-¿Te tengo que volver a repetir que nos persiguieron para dormirnos y echarnos a sus hombros como putos sacos de patatas?

-Eres muy mal hablada, ¿sabías?

Zoe quería escupirle en la cara.

-Cuando tengas algo nuevo que contarme, me avisas. Si no, suéltame y dime dónde están las demás –exigió.

En realidad, no se sentía para nada tan valiente. Estaba muerta de miedo. No sabía quién era esta gente ni de lo que eran capaces, pero al sentir rabia, las palabras le salían a gritos y era más fácil fingir que no le tenía miedo a nadie.

-Estaba empezando, pero tú necesidad de interrumpirme salió a flote –espetó Theo, empezando a estar molesto.

Normalmente era una persona muy, muy, muy paciente. Siempre era el que hacía de poli bueno, pero esta chica con tatuajes y perforaciones le estaba desesperando.

-Como iba diciendo, no queremos haceros ningún daño –suavizó la voz-. No somos los malos. Al menos no intentamos serlo. Aún no se me está totalmente permitido contarte de qué va esto, de eso se encargará mi jefe. Lo único que tienes que saber es que no os vamos a hacer nada malo.

-Ah. Qué bien. ¿Eso es antes o después de contar con nuestra voluntad de estar aquí? -Zoe estaba que le salía veneno por la boca.

-Si no me crees, mira hacia allí.

TOP SECRET! © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora