Logan.
Han pasado tres días desde que Alícia se fue. No he tenido noticias de ella. Le escribo pero no contesta. Estoy preocupado y no sé qué hacer. Me muero de nervios, ¿y si le pasó algo? No imagino mi vida sin ella.
-Primo, ella está bien -dice Alex sacandome de mis pensamientos-. Debes distraerte, pronto te escribirá. Vamos al cine con Clara, ¿si?
-Han pasado tres días, Alex.
-Sí, ¿ya le preguntaste a Clara si sabe algo de ella?
-No -dije dandome cuenta de mi error. Que estúpido soy.
-Ok, entonces vayamos al cine con ella, te distraes y le preguntas. ¿Si?
-Ok -dije suspirando.
Me levanté del sofá de la sala y me di una ducha tratando de no pensar en Alícia. Fue inútil. Me vestí y bajé con Alex al estacionamiento, buscamos a Clara y le pregunté si había hablado o sabía algo de Alícia.
-No, no me ha escrito y tampoco me responde los mensajes y las llamadas, te iba a preguntar si sabías algo de ella -dijo.
-No, no sé nada de ella -dije triste y con la mirada perdida.
-Ok, ok. Todos estamos preocupados por Alícia, pero tarde o temprano escribirá, ¿si? -dijo Alex mientras conducía-. Sólo... no piensen en lo peor, es lo que yo estoy haciendo.
-Ok -contestamos Clara y yo al unísono. Reímos los tres y Alex reprodució Better Off Dead, de Sleeping with Sirens a todo volúmen en el auto. Cuando llegamos al centro comercial, subimos al cine. Compramos las palomitas y la película y esperamos a la hora mientras bromeabamos entre los tres y nos reíamos de todo. Vimos la película y luego fuimos a comer helados.
-¿Saben qué? -dice Alex mientras raspa la cuchara de plástico en en envase del helado- deberíamos ir al bar donde tocan rock que está por aquí.
-¿Qué es eso? -pregunta Clara.
-Es un bar donde hay varias bandas y tocan rock a todo volúmen hasta explotar tus oídos, ¿ya mencioné que está lleno de drogadictos y borrachos? -le dije.
-Oh -exclamó Clara.
-Oh, vamos. No está tan mal. Vamos, es genial, yo siempre voy, y mirenme, aquí estoy, sano, y salvo -dice Alex con una sonrísa pícara.
-¿Qué piensas, Clara? -pregunto.
-Yo... creo... que está bien. Van a cuidarme, ¿no?
-¿Qué? Claro que no, tendrás que hacerlo sola, no soy tu padre -dice Alex burlandose de ella. Clara le hace una mueca -. Obvio que sí, Clara Magdalena.
-Ese no es mi nombre.
-Lo sé -le dice él sonriendo.
Me rio.
-Ok. Terminemos y vayamos, ¿no?
Ambos asienten y terminan sus helados. Un pensamiento de Alícia me llega a la mente e intento apartarlo. 《Ella está bien.》digo para mí.
Salímos del centro comercial y vamos al bar. Cuando llegamos hay un montón de gente con cabello teñido de diferentes colores en la entrada del bar, el letrero del frente dice Holy Shit, oh sí, que nombre tan rockero.
-La entrada está llena, pero adentro no hay tanta gente como afuera -nos asegura Alex mientras bajamos del auto.
Entramos al bar y, claro, como nos aseguró Alex, está al tope de personas alocadas saltanto y gritando. Estúpido Alex. El bar es grande. Al fondo está el escenario, donde una banda está aporreando las guitarras, bajos y la batería. A la izquierda está la barra. A la derecha estan las mesas. Y en el centro está la pista, que está repleta.
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Road
Teen FictionEllos no sabían lo que les esperaba antes de estár juntos, no sabían que su vida cambiaría tan deprisa con sólo una persona más en ellas: ellos mismos. Sigue está hermosa y devertida historia de amor. Que te hará dudar, entender y aprovechar.