He hablado con Mussolini el suficiente tiempo, (unas seis horas al día durante las últimas tres semanas) como para estar segura de que hay algo que me llama hacia él, he participado más a menudo en sus clases, lo he llamado Ren en frente de mis amigas (solo las de fiar), me he ganado un par de rumores sobre él y yo haciéndolo en el asiento trasero de su coche, murmullos al llegar a clase y miradas asombradas. Pero todo eso ha valido la pena por conseguir a Ren como el mejor amigo que pude haber querido en mucho tiempo, el ha llegado a comprender mis demonios de una forma que sólo Mon lo había hecho, y yo comprendo su vida hasta el punto que él me ha permitido. Me ha dado buenos consejos como el adulto responsable que nunca había tenido cerca y yo lo he ayudado como la niña irresponsable que él necesitaba. A menudo me dice que le he enseñado a vivir a pesar de sí mismo, pero es él quien me ha enseñado a mi a encontrar otra cara en mi vida miserable.
Mon se ha enterado de todos los detalles y ha leído cada conversación que tuve con él, confío en ella y sé que no podría hablar de esto, pues aunque las cosas con Ren estaban muy lejos de parecer siquiera románticas, temía por las murmuraciones en la facultad y por el trabajo y el matrimonio de mi nuevo amigo. La única cosa que no he podido contarle es sobre mi trabajo secreto en Lou's.
Esta noche somos un show Burlesque junto a todas las chicas del pub, Mon y yo somos las estrellas como en todos los shows, solo que esta vez no seremos las únicas en escena y eso me tranquiliza porque han sido varias veces las que he visto a Ren merodeando por aquí, sé que tal vez al vernos ha pensado que nos conoce de alguna parte y aún no ha terminado de descifrar quienes somos.
Llegamos al pub hablando animadamente sobre Ren, vestidas con falditas a medio muslo de aspecto circense y vuelos de encaje color rojo y negro y corsés rojos sin tirantes, zapatos de tacón alto, plumas en nuestros perfectamente alineados moños y antifaces brillantes.
Salimos a escena en una fila tomadas de la mano y moviendo nuestras caderas al ritmo de Show me how you Burlesque de Christina Aguilera.
Al instante en el que nos encontramos en el medio del escenario veo a Ren en su mesa habitual, sus ojos brillan sobre mi piel sudorosa y me lanza una sonrisa de medio lado.
Las chicas se dividen en dos grupos, me coloco en frente de uno y Mon en el otro. Nos levantan en brazos, nuestros pies en dirección al público y abrimos las piernas, giramos y giramos al ritmo de la música y estoy segura de que Ren ha tenido una buena vista de lo que hay bajo mi corta falda, no puedo explicar porqué, pero eso me enciende y al bajar bailo con más ganas, sentir que soy el blanco de su mirada me entusiasma y me hace sentir sexy ante sus ojos, a pesar del imposible reto que representa ese anillo en su dedo.
La canción termina con Mon y yo sentadas en los hombros de las otras chicas y sabiendo que lo hemos hecho a la perfección. Este empleo no me hace orgullosa, pero momentos como este me hacen feliz.
Salimos del escenario cuando la cortina se cierra y vamos al camerino, tomo mi mesa habitual para desmaquillarme y cambiarme antes de salir por la puerta de atrás mientras hablamos animadamente sobre el show, Mon está en la mesa junto a la mía y felicita a Rosmery por la forma en que organizó la coreografía, cuando tres golpes en la puerta nos sobresaltan, usualmente nadie nos interrumpe.
Kristin corre a abrir y escucho una voz de hombre vagamente familiar pero no puedo entender lo que dice. Un momento después hay silencio y Kristin se acerca a nosotras.
Jill, Kay hay un hombre afuera que quiere hablar con ustedes, dice que es un agente y pregunta por las chicas que estuvieron sobre nuestras manos.Mon y yo compartimos una mirada confusa y salimos del camerino, pero del otro lado no había un agente, sino la última persona que habría querido ver al otro lado de la puerta. Ren.
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Café, Cigarrillo y Verso
Teen FictionMicaela es una mujer de 19 años, ahora que ha alcanzado la edad adulta debe comportarse como tal. Sin embargo las cosas no se pondrán tan fáciles cuando aparezca Rainiero De Lucca en su vida, un joven maestro de su clase de Poesía, que a pesar de cu...