Café, Cigarrillo y Verso

Perfume

El presente

Rainiero

Micaela lleva tres meses inconsciente, solo he podido enterarme por sus amigas que aún vienen a clase y no sabían sobre la historia que nunca tuvimos.

Me he sentido culpable durante todo este tiempo por las cosas que dije la última vez que hablé con ella, horas antes de lo que sucedió y sigo sin poder creer que la encontré y sobretodo la forma en que lo hice.

Ese lugar era su sitio favorito en la ciudad, el sitio al que me llevó la primera vez que salimos en serio, el sitio al que me contó que iba cuando era una adolescente con sus amigos, donde el río golpeaba impetuoso cada roca y podías ver hasta la última ave aletear en libertad. Me había llevado a un lugar tan pacífico y tranquilo que ahora no puedo creer que precisamente ese lugar la haya llevado a donde está ahora. Tengo una necesidad urgente de verla, de saber que respira y que esto no se ha acabado, pero al mismo tiempo sé que lo mejor para ella es alejarme, me pasé meses intentando dejarla ir y cada vez las cosas se volvían más confusas. Ni siquiera yo comprendía lo que quería de ella y sólo sabía que no la quería lejos.

Cuando terminé de alejarla, pensé que había sido definitivo. Mi vida no iba bien, había conocido a otras personas y yo ya no era el mismo. Pero Mic siempre fue constante, ella nunca me dejó de lado ni huyó de mi por mi actitud tan cambiante, ella siempre extrañó al Rainiero que conoció, no a la persona que soy ahora. Esa persona es la que debe mantenerse lejos de ella.

Micaela

Sigo atrapada, no sé cuánto tiempo ha pasado y los días se suceden unos a otros sin que yo pueda notar los amaneceres y las noches. Solo puedo escuchar voces distantes en donde quiera que esté, he identificado la voz de Mon gritándome varias veces, he oído la voz de mi madre, mi padre, Paula y Raily, pero no he encontrado entre las voces distantes la voz que quería escuchar. La suya. Ren. Su perfume, su aliento fresco, su adicción al energizante, su risa cálida en los días fríos, su tacto refrescante sobre mi piel, sus labios sobre los míos, me gustaría escuchar su voz, tal vez entonces no me sienta atrapada en mi propia mente. Tal vez su perfume me saque de aquí.