Mujer de la noche

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Simone

Entramos en Lou's tan nerviosas como siempre, nos hemos colocado los antifaces en el auto para evitar que nos reconocieran, Micaela está algo distante y sé que tiene algo en la cabeza, a decir verdad la he visto así desde el principio de la semana, desde que comenzaron las clases del Mussolini. Ella es dura, igual que lo soy yo, ambas evitamos la cercanía de una pareja muy a menudo porque sería peligroso para nuestras vidas plagadas de secretos, pero pienso que hay algo en De Lucca que capta su atención, estoy segura de que me lo dirá tarde o temprano.
- Simone - dice con voz temblorosa tomando mi brazo y haciéndome daño, pero al seguir su mirada me doy cuenta al instante: De Lucca está en medio del bar en una mesa con varios hombres, luce disgustado.
No es la primera vez que vemos alguien conocido aquí, el primero fue mi entonces novio Billy, luego hubo una escena parecida con el entonces novio de Micaela, Bernardo. Mucha gente conocida desfilaba a diario pero hasta hoy nadie nos había descubierto y hoy no iba a ser el día. Micaela sonrió.
- No nos ha visto bien, no hay de que preocuparse - dijo
- Tienes razón, no hay que enloquecer

Salimos al escenario a trabajar como siempre, pero teníamos más energía y adrenalina que nunca. Desfilé por la plataforma sobre mis tacones con mi abrigo cubriendo todo mi cuerpo, mi gorra de policía oscilaba sobre mis rizos y sentía a Micaela detrás de mi aún con su vestido largo y su gorra cónica de rayas sobre su impecable moño. Una versión de "You can leave your hat on" comenzó a sonar y nuestros pasos de baile iban de acuerdo con la letra de la canción.

Baby take off your coat, really slow... Vibraba en todo el bar mientras mi abrigo caía de mis hombros revelando mi traje de policía mientras contoneo suavemente mis caderas, por el rabillo del ojo veo a Micaela soltar los breteles superiores de su vestido que cae arremolinandose en sus tobillos ambas caminamos al unísono hacia el frente del escenario dejando atrás nuestra primera prenda. Bailamos haciendo caras sensuales de las que siempre nos reímos como locas, Micaela sonríe y frunce los labios, yo abro ligeramente mis labios y pasó mi lengua por el inferior.

Baby take off your dress, yes, yes, yes... La música vibra a nuestro alrededor y esa es la señal para dejar caer nuestras minúsculas falditas, soltamos los breteles al mismo tiempo dando un giro mientras las arrancamos de nuestros cuerpos, ambas llevamos cacheteros minúsculos a juego con el disfraz, a continuación soltamos los tirantes de la parte de arriba del traje y nos juntamos en el medio del escenario, con la esquina del ojo veo a De Lucca sin retirar la mirada del rostro de Micaela y por un momento temo que nos reconozca. Tomo el extremo de la cinta del top de mi amiga y tiro, a la vez que en sincronía giramos y ella hace lo mismo con el mío. Hace tiempo descubrimos el efecto que tenía la cercanía entre ambas en los clientes del pub, nuestros tops han caído al suelo y quedamos en ropa interior, aunque aún tenemos más por quitarnos.

Arrancamos los cacheteros de nuestros cuerpos y damos la espalda al público quedando en sujetador y bragas de encaje semitransparentes a juego, la canción casi termina...

You can leave your hat on... Soltamos los breteles frontales de los sujetadores y estos caen por nuestros brazos...
You can leave your hat on... Hacemos girar los sujetadores por encima de nuestras cabezas y nos dejamos los sombreros puestos...
You can leave your hat on... Al sonar la última nota de la canción soltamos los sujetadores y estos recorren el aire y aterrizan en las manos de efusivos clientes que cada noche compiten por ellos, aguantando una risita histérica veo que De Lucca sostiene el sujetador de Micaela y un hombre en su mesa sostiene el mío mientras me taladra con sus ojos y una sonrisa sugerente.

Las cortinas se cierran en un aullido de la multitud y Micaela y yo nos desternillamos de risa.
- ¿Viste a donde fue a parar mi bra? - dice riendo
- Dios, esa cara de sorpresa debería ser ilegal
- Lo sé, parecía incómodo en el inicio, pero la forma de elevar sus cejas al final... No lo sé Mon, no creo poder verlo a la cara sin reír por un tiempo
- Sé de lo que hablas - repliqué, me refería a los ojos de aquel extraño deteniéndose en mi un segundo demás.

Antes de salir nos quitamos el maquillaje y el disfraz y dejamos el pub por la puerta trasera.
- Jillian, Kaylie esperen - nos detuvimos al escuchar nuestros nombres de pub, ya que no podíamos revelar nuestra identidad aquí éramos Jillian y Kaylie para todos, era Emily quien nos llamaba, una de las chicas que bailaban en las jaulas, mientras nosotras éramos el show principal de Lou, las chicas eran el condimento que necesitaba el pub.
- ¿Tienen planes? - preguntó al llegar junto a nosotras
- No - respondió Micaela
- Rosmery, Kristin y yo íbamos a ir por pizza y películas si quieren unirse chicas
Micaela y yo compartimos una mirada con los ojos plagados de negativas, las demás chicas no usaban disfraces aquí y eran bien reconocidas por la población de la ciudad, no podía ser conveniente estar con ellas sin los antifaces puestos, a pesar de lo agradables que eran debíamos negarnos como siempre.
- Lo siento cariño, Jill se siente algo mal con las migrañas ya sabes como es estar ahí dentro con todas esas luces - me excusé, Em lucía decepcionada pero se notó que esperaba una negativa.
Nos despedimos de ella y subimos al auto de Lou que el pub nos proporcionaba siempre.

Café, Cigarrillo y VersoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora