(EN EDICIÓN) Te Odio Como Nunca Quise A Nadie |Isco Alarcón|

¡MARATÓN ON!

CAPITULO 44

Leo, por favor no me lastimes - retrocedí- podía verlo acercarse y el miedo crecía en mi.

¡Francisco! ¿Donde estas?

No te escucharán mi princesa, solo estamos tu y yo, nuestro amor ahora si será para siempre...

No, no aléjate de mí - corría desesperada- ¡Francisco! Llamaba fuerte.

El no está, se ha ido, tu no le importas...

¡Eso es una mentira! - lágrimas corrían por mis mejillas -

Tu me quieres a mi, eres solo para mi y lo vais a entender a las buenas o las malas - se acercó y me tomo bruscamente -

¡NO!, ¡NO!...

Mi cielo, ¿qué sucede? ¿Estas bien? - Divise a Francisco de pie al lado de la cama-

Su rostro divisaba temor, y sus manos sudaban encimas de las mías.

Leo, Leo el estaba...

-Más lágrimas nublaban mi vista -

Shh tranquila, Em todo está bien, solo fue una pesadilla, una muy mala pesadilla
-me abrazo y planteó un beso en mi frente-

Podía sentir como si en mi cabeza hubiera un taladro, mis ojos ardían y me sentía muy mareada.

Estás conmigo mi cielo, estas aquí, ahora, junto a mi - Francisco susurro en mi oído, mientras yo estaba acurrucada en su pecho -

Los síntomas fueron disminuyendo mientras sentía el corazón de mi Francisco latir lentamente sobre mi oído.

* * *

-No sé cuánto tiempo paso antes de que sintiera que Francisco se movía de mi lado para ponerse de pie-

¿A dónde vas? - pregunte somnolienta-

Buenos días mi cielo - respondió sorprendido- pensé que aún dormías.

¿Qué hora es? - Estire mis brazos para que me abrazara-

7:34am - sonrió y se agachó para abrazarme suavemente-

¿Vas a salir? -Pregunte al ver que llevaba chaqueta y jeans -

Si mi cielo, solo serán unas horas, necesito ver cómo marcha la Fundación y después pasaré por el club.

No. - Rechiste - ¿por qué no te quedas conmigo?.

-Francisco sonrió - no me tardaré, sabes que eres lo más importante en mi vida, pero estos asuntos necesitan de mi atención.

Espero que valgan la pena esos asuntos - me acosté y me abrigue de nuevo en las colchas -

Te quiero demasiado - planteó un beso rápido en mis labios- y no tardes en bajar, el desayuno esta preparado y listo esperándote.

¿Que? ¿As Cocinado?...-Pregunte extrañada y sorprendida-

Mm - dudo- No, Nora lo ha preparado.

Mm sabía que no podía ser perfecto. - Reí -

¿Te estas riendo de mí?

Nunca. - alce mis manos en obra de paz-

Su mirada se dirigió a mi Palma derecha vendada y pude ver como sus puños se apretaban lentamente.

Rápidamente escondí mi Palma debajo de las colchas, lo que menos quería era discutir con Francisco sobre Leonardo, ya me bastaba con la pesadilla que tuve por la madrugada.