Capítulo 15

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EMMA POV

Llegamos al dichoso lugar, todo el viaje me la pase escuchándolos hablar de fútbol, ¿Qué no existían más temas?

Nacho bajo seguido por Francisco.

¿Emm, no bajaras? Nacho se acercó

Lo observe fijamente. ¿Enserio me lo preguntas?

Oh vamos Prima, no te quedaras aquí sola. Soltó abriendo la puerta del auto

Si que puedo, aparte no tengo ganas de verle la cara a ese idiota.

Nacho levanto su ceja derecha y me observó con atención

¿Qué? Solté seca

No, nada no me hagas caso... ¿vamos? Insistió

Olvídalo no iré. Solté recostándome al asiento

¿Enserio Nacho?, ¿Ahora tenemos que esperar a que la señorita decida bajar?

Francisco y yo nos fulminamos con la mirada de inmediato

Vale, si tanto les gusta mirarse, solucionenlo. Soltó con seriedad y se marchó camino al ascensor.

Ahora estábamos solos, perfecto. Volvimos a fulminarnos con las miradas, hasta que él decidió romper el silencio

¿Bajaras Princesita? Soltó divertido

¡No! Le dije con fuerza

Perfecto. Cerró la puerta, Espero y no te ahogues ahí dentro

Dejare las ventanas abiertas.

Entonces el agua entrará. Soltó sonriente

¿El agua? –pregunté confundida-

Si, el agua, Nacho enviara el auto a lavar mientras estamos aquí, de hecho ahí vienen a recogerlo. Señaló un joven que caminaba hacia nosotros

No podía ser cierto. Susurré

Odiaba los auto lavados, desde pequeña acompañaba a mis padres a comprar cosas pero siempre que papá llevaba a lavar el auto yo esperaba afuera con mamá, era como estar encerrada, era escalofriante.

Gruñi. Está bien, baje vencida y enojada

Saque mi bolso del asiento y cerré la puerta lanzándole una mirada de furia a Francisco

Siempre consigo lo que quiero. Me susurro al oído provocando que diera un pequeño salto

Imbécil. Solté golpeándolo con el bolso que aguardaba en mis manos

Me lanzo una de sus sonrisas arrogantes.

Sin hacerle más caso caminé hacia el ascensor y presione el botón para que bajara

El ascensor se abre y camino hacia el pero Francisco entra primero dejándome detrás

Adelante. Me dice sonriente y me alenta con sus manos  

Ni loca subo ahí contigo. Sujete mi bolso y tome las escaleras.

Cuando por fin había llegado  Francisco hablaba con mi primo muy ampliamente

Me pare frente ellos.

¿Cansada? Soltó sonriente

Estoy bien. Le devolví la sonrisa

Eh, bueno prima vamos a sentarnos mientras Francisco se prepara para comenzar con las terapias ¿vale?

Asentí y tomamos asiento en unas pequeñas mesas junto a la  cafetería

(EN EDICIÓN) Te Odio Como Nunca Quise A Nadie |Isco Alarcón|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora