(EN EDICIÓN) Te Odio Como Nunca Quise A Nadie |Isco Alarcón|

Capítulo 11

NACHO POV

Bebo de mi copa de vino con paciencia cuando de la nada Mery me jala por el brazo diciendo que la acompañe. Accedo dejando la copa sobre la mesa más cercana

—¿Qué sucede?— Suelto con fuerza. Mery observa desde mi hombro

Francisco sostiene a Emma por la cintura mientras le dirige una mirada crucial a un chico, el cual nunca había visto

—Pregunté que está pasando aquí— Insistí con más fuerza

—Primo es que…

—¡Nada! no pasa nada— Francisco interrumpe con seriedad
—Le estaba comentando acerca de las alineaciones que recreamos en los entrenamientos

—Pero Mery... ¿Por qué estabas así de angustiada entonces?— le miro sin entender

Su mirada se queda en Francisco y Emma pero se vuelve a mi con rapidez —Ammm, bueno eh... Es que a veces exagero un poco— Soltó apenas sonriendo

—Si, él ya se iba— Francisco apretó el hombro del chico quien parecía muy ebrio, sin embargo sudaba a mares

Él asintió tantas veces que creí que se iba a caer. Sin más se perdió entre las parejas en medio del baile

—Emma, creí que te había pasado algo, me asusté mucho— Solté una vez estuvimos solo los cuatro

—Oh no, estoy bien... ¿Será que podemos irnos? estoy algo agotada y quiero descansar

—Si Nacho, Emma tiene razón, yo también quiero marcharme—
Mery se adelanta acomodando su cabello

—Está bien, si las chicas quieren irse entonces vámonos. Mañana podemos pasar por nuestros autos asignados, no creo que haya ningún problema

Francisco asintió y lo dimos por hecho.

EMMA POV

Suspire aliviada cuando Nacho camino con Mery adelante, gracias a Francisco esto no se había vuelto un problema. No quería que Nacho se enterará, se hubiera enojado mucho y quien sabe que le habría hecho a ese hombre que lo único que había hecho era beber hasta perder la consciencia

—¿Emma estas bien?— Francisco se acerca rozando con suavidad mi hombro

—E, estoy bien y es gracias a ti... ¿Como, como pudiste ver-verme?

—Llámame acosador pero nunca te deje de seguir con la mirada y en cuanto te perdí de vista tuve que salir de mi círculo para buscarte

—Gracias

—No me agradezcas, solo hice lo correcto, pero no debiste haberte entrometido así, ese hombre estaba muy ebrio y claramente no distinguía entre lo bueno y lo malo

—Lo sé, lo pensaré la próxima vez— Sonreí un poco y noté como su mirada se clavo en mi, me miraba sorprendido

—¿Que?... ¿Me salieron dos cabezas?— Le pregunto divertida

Rio con fuerza
—No, aún no, pero podría pasar— Ladeo su cabeza divertido y volvió a impregnar su mirada en mí fijamente
—Eres la primera mujer que conozco que acepta un error. La primera— seguía con su tono de sorprendido

Negué con mi cabeza sonriente
—¿Que arma es esa?... ¿A cuantas chicas le dices lo mismo?

—Oh, vamos es enserió... No hay muchas como tú por ahí en la calle, están escasas cariño

Pongo mis ojos en blanco
—Si claro. Lo mejor es que me vaya a casa, de verdad estoy muy agotada

—¡Oye espera!— Soltó tomando mi mano —si quieres puedo llevarte a casa