Capítulo 55

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EMMA POV

Mi cielo, te amo...

Reí. Yo te amo aún más, lo abrace fuerte

Este bebé es mi mayor alegría, y tu me complementas. Beso mis labios

Sonreí y me acomode en sus brazos. No sabes la falta que nos has hecho, te amamos Francisco.

Quiero que sepan que el amor que siento por ustedes sobrepasa cualquier barrera, Por favor siempre piensa en mi, y en la familia que somos.

Siempre lo haré. Sonreí

Me apretó para después darme un beso en la mejilla. Ya no puedo esperar más, te amo y amo que me hagas tan feliz

¿Como crees que deberíamos llamarlo o llamarla? Sonreí

Si es una niña tan guapa como tú, que se llame Monserrat, y si es un niño tan guapo y talentoso como su padre que se llame Liam. Acarició mi vientre desnudo

Reí. Mi vida... ¿Monserrat? Tome sus manos

Si, es un nombre muy bonito, me gusta

Pues a mi no me gusta.

Mm... ¿Que te parece si hacemos un trato? Sugirió

¿Cual? Volví a acomodarme entre sus brazos, mi cabeza descansaba en su pecho y sus brazos me rodeaban acariciando mi vientre.

Si es niña, tu decidirás el nombre, y si es niño yo decidiré, y se llamará Liam

Reí. Vale, vale. Esta bien

El sonrió y me abrazo con ternura. Nunca te vayas de mi lado, ustedes me sostienen ahora, son mi vida

Y tu eres la nuestra, te amo

Sin mas nos abrazamos.

Señora, señora Emma ¿se encuentra bien?

Ah. respiraba con dificultad, estoy, estoy bien, no pasa nada

Señora esta sofocada, y está llorando, voy por un vaso de agua. Se marchó rápidamente

Lleve mi mano hacia mi corazón. ¿Dios mio que había sido eso? ¿Por que ahora? justo hoy

Elena apareció en la habitación con un vaso de agua.

Gracias. Tome un poco

¿Estaba teniendo una pesadilla señora?

Suspiré. Fue algo más que una pesadilla Elena... ¿Que hora es? Pregunte quitándole importancia
Son las 6:20am señora. ¿Quiere desayunar?

Si Elena gracias, pero primero me daré una ducha

Como deseé, voy a servirle mientras usted se ducha.

Gracias. Solté y ella solo Sonrió y se retiró

¿Una pesadilla? Si claro, más bien había sido un sueño, un sueño que anhelaba que se volviera realidad, por más que quería odiar a Francisco no podía, sería como odiar a mi bebé, era técnicamente imposible. Lo amaba tanto, los meses seguían pasando y mi amor en ves de disminuir, crecía, como crecía mi bebé dentro de mi.

Me di una larga ducha caliente, era una mañana bastante fría.

Me puse mis botas... Monserrat, Liam. Pensé, ¡ya basta Emma! Fue un estúpido sueño nada más. Camine hacia la sala

Huele muy bien Elena.

Gracias señora. Dejo un gran plato de waffles sobre la mesa, fruta y delicioso jugo de naranja

(EN EDICIÓN) Te Odio Como Nunca Quise A Nadie |Isco Alarcón|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora