Capítulo 30

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EMMA POV

—Buenos Días— Solté tomando mi cabeza levemente

—Buen día Emm— Nacho hablo desde la cocina
—¿Como te encuentras?—

—Horrible, siento que mi cabeza explotará— Camine modo zombie hacia los taburetes blancos

Nacho río —Yo les advertí que no tomaran tanto vino— removió el contenido en la pequeña olla

—Solo fueron tres botellas—
Me defendí

—Fueron cinco— corrigió divertido

—Cómo sea— Espete cansada

—Aún no entiendo como se embriagaron con vino— Dejo mi desayuno ante mi vista

—El vino también es alcohol— Baje mi cabeza ansiosa por devorar aquel desayuno

—Come ya, necesitas energía— Soltó y sin más comencé disfrutar de un rico desayuno

Nacho tomo asiento a mi lado, con solo una taza de café

—¿Y Mery?— Solté con mi boca llena de tortilla y miel

—Profunda—

—Espero que amanezca mejor que yo— Bebí de mi zumo

*Sonido de timbre*

—¿Esperas a alguien?— Solté extrañada

—Abriré— Se puso de pie y camino con su taza de café hacia la puerta

—Seguro que si— Susurre pinchando otro trozo de fruta

Me sentía horrible y me veía horrible, jamás había tomado tanto ni mucho menos embriagado, no se que fue lo que sucedió, entre como en una especie de "No me importa nada, solo deseo, anhelo olvidar todo"

—Creí que no vendrías, tengo juegos nuevos, ya veras como te ganaré con los ojos cerrados—

Escuche risas y de inmediato voltee para observar, eran Nacho y... Y Francisco, ambos reían divertidos. La sonrisa de Francisco desapareció cuando me vio en el tercer taburete

—Emma— Susurró, pero lo escuche a la perfección

Rápidamente tire los cubiertos y me puse de pie para subir las escaleras y llegar a mi habitación.

FRANCISCO POV

—Tranquilo Francisco dale tiempo—

—¿Cómo le voy a dar tiempo si aun no sabe la verdad? Piensa que soy la peor persona del mundo, no puedo vivir así— Tomé mi cabeza frustrado

—En puede que tengas razón— Sonrió ampliamente  y yo lo golpeé al instante

—No es gracioso Nacho... No sé como voy a hacer pero volveré a recuperarla—

—Conociendo a Emma te será medio difícil Francisco— Se burló

Suspire —Tal vez tu podrías...—

—No, no, no— Se negó
—Ni creas que voy a ayudarte—

—Vamos Nacho— Le suplique

—No, Francisco, eso es cosa de ustedes, no voy a entrometerme en lo que sea que tengan— Sin más tomo asiento y mi frustración creció

Pensé...

—Tengo una idea ... Dejame  subir y hablar con ella— Solté rápidamente

Me miró sorprendido

(EN EDICIÓN) Te Odio Como Nunca Quise A Nadie |Isco Alarcón|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora