Revisó por última vez la dirección escrita en el mensaje de texto, aún sin comprender porque le había pedido verse en ese lugar. La idea de querer terminar su relación con su mejor amiga le ronda la mente, pero la desechó de inmediato, el pobre estaba totalmente enamorado de ella ¿por qué la dejaría?
-Tengo que reconocer que tienes un muy buen gusto-salió del auto y admiro la mansión que se alzaba frente a ella, parecía que estaba en los últimos detalles de la construcción, algunos trabajadores rondaban por la zona. Con cuidado llegó hasta la puerta principal y entró prestando atención a cada detalle, a diferencia del exterior el interior era nada, las paredes aún seguían sin ser recubiertas y lo eléctrico brillaba por su ausencia-interesante-se paseó por toda la planta baja, realmente faltaba mucho por hacer en ese lugar, pero con el diseño correcto, sin duda se convertiría en un castillo.
-Debiste avisarme que estabas aquí-escucho una voz detrás de ella y sonrió.
-Debiste decirme que estabas construyendo esto, ahora mismo me siento muy ofendida-se giró para verlo, llevaba puesto a diferencia de otras veces, unos vaqueros y una camisa a cuadros en color verde, sus rizos estaban sujetos en una coleta-la ropa de mortal te va bien.
-Quede de ir al bosque con Samanta, creo que los zapatos de oficina y el traje sastre no son lo indicado-la chica asintió, había algo distinto en él, sus ojos tenían un brillo especial, el verde en ellos resaltaba-te llame por dos razones.
-Espero que una de ellas sea diseñar el interior-comenzó a caminar-¿puedo?-señaló la escalera y él asintió, caminando detrás de ella.
-De hecho, esa es una razón-se rasco la nuca nervioso-la otra tiene que ver con Samanta.
-Iluminame-caminó por el pasillo contando las habitaciones-¿seis?, espero que una de ellas sea mía-Santiago rió y asintió.
-Quiero pedirle matrimonio-Anne se detuvo y mordió su labio para contener el pequeño grito de felicidad-pero no estoy seguro, tal vez ella no acepte.
-Oh, no te atrevas a retractarte-lo miro-estoy segura, ella va ha aceptar y más si esta mansión es para ella-ahora lo sabía ese brillo era amor, él realmente estaba enamorado, muy enamorado.
-Nunca dije que fuese para ella-se encogió de hombros y la miro divertido.
-Si no es para ella, ¿porque habría una habitación para mi?-le sonrió-además no pedirías mi ayuda con la decoración, se supone que quien diseño la casa ya tiene eso, tú quieres que este lugar sea para Samanta.
-Bien, puede que sea el regalo de bodas-la chica asintió-¿entonces?
-¿En su cumpleaños?-comenzó a caminar de nuevo-es dentro de quince días, Remi y yo planeábamos una fiesta sorpresa.
-Estaba pensando en una cena romántica, ya sabes velas, vino, música clásica-ambos entraron a lo que sería la habitación principal y Anne negó-¿tienes algo en mente?-se encogió de hombros divertida.
-Algo más dramático, pero necesitamos a Remi-Santiago soltó un suspiro, ¿que tan dramático podría ser?-¿Te parece si mañana nos reunimos en tu oficina?-Anne asintió-aprovecharé para llevarte los planos, pero recuerda que es un secreto-asintió de nuevo-avísale a Remi.
-Claro, esto será divertido.
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-Supo que algo pasaría cuando Anne le pidió que pasará por su oficina al medio día, cosas como esa nunca pasaban, a menos que la chica estuviese en problemas. Pero definitivamente nunca se imagino que los maquiavelicos planes de la castaña tuviesen que ver con algo como eso y mucho menos que el mismo Santiago fuese quien la había incluido en algo así. ¿Realmente les estaba pidiendo ayuda para pedirle matrimonio a Sam?
-¿Entonces?-tanto Anne como Santiago tenían la vista fija en ella, esperando una respuesta, pero su mente estaba en blanco.
-¿Entonces qué?-fijó su vista en las fotografías que adornaban la oficina de su amiga-Sam es algo especial, nunca sabes que le gustará.
-Pero tu eres su mejor amiga-Santiago la miró esperanzado-en algún momento ella debió haber mencionado algo sobre eso.
-¿Una cena?-los ojos del chico se iluminaron-ya saben, Samanta nunca puede decirle que no a una cena.
-¡Demasiado cliché!-Anne se puso de pie y camino hasta el ventanal, tenía una hermosa vista de toda la ciudad, ventajas de tener una oficina en el ultimo piso-a Sam le encantan las historias románticas, se que podemos hacer algo mejor.
-¿Serenata, velas y globos?-Remi tanteo el terreno, Anne tenía razón-¿una cena en París?
-¿Tienes hambre?-negó de inmediato y Anne rió divertida-bien, después de todo Santiago también había pensado en una cena-ambos asintieron.
-Pasado mañana-Santiago las miró-siento que no puedo esperar hasta su cumpleaños-ambas rieron ante la declaración-haré una reservación en el nuevo restaurante, ella ha estado insistiendo en ir toda la semana.
-Samanta siempre insiste en ir a restaurantes-Anne se encogió de hombros-pero dejamos de cumplirle los caprichos hace tiempo.
-Entonces-ambos miraron de nuevo a la rubia-podrías esconder el anillo en el postre-Anne asintió-y de preferencia que sea de chocolate.
-La bebida favorita de Samanta esta hecha a base de licor de chocolate, si puedes conseguirlo, será perfecto-ahora era la castaña quien hablaba-intenta reservar uno de los lugares vip, utiliza lo de la música clásica y las velas.
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Todo estaba listo, había hecho la reservación, incluso había conseguido cada una de las especificaciones que las chicas le pidieron. Miró la sortija y una sonrisa ilumino su rostro, sabía que no era la gran cosa, no tenía un enorme diamante en el centro, pero en cuanto la vio supo que era para Samanta, sencilla pero atrayente. Una sortija de oro blanco con diminutos diamantes.
-Espero que me permitas amarte-soltó en un suspiro antes de recostarse, amaba a la chica, estaba más que seguro de ello, ella era la mujer indicada. Pero las dudas lo atormentaban, no podía asegurar que ella sintiera lo mismo, ni siquiera estaba seguro de lo que Sam sentía por él, en ocasiones incluso pensaba que solo estaba a su lado por interés, tal vez a ella solo le interesaban los ceros en su cuenta bancaria. Pero no le importaba, era egoísta y lo sabia, mientras ella estuviese a su lado estaba bien.
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Kiresa El compromiso
Random¿Compromiso? ¿Traición? ¿Amor? Muchas veces las cosas no son lo que pensabas, incluso tus propias acciones terminan llevandote a un camino sin salida. Intentar ser una buena amiga solo le trajo problemas a Anne, cuando el novio de una de sus mejore...