Nota de la autora: Hola ha vuelto por quién lloraban (ok no)
Espero que hallan extrañado mucho mis historias n-n porque yo si extrañe escribir, tengo muchas ideas en la mente, pero mi compu falla a veces y no me guarda lo que escribo :V
en fin, terminó mi semestre y el lunes empiezo otro lleno de energía y entusiasmo
Hoy escribo de Kentin he querido reflejar en esta historia un poco de mi vida, un poco de la historia con mi propio ''Ken'', va a ser una historia un poco triste pero de verdad, espero que les guste mucho
Espero que le den muchas estrellitas y comenten por favor.
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Siempre estábamos juntos.
Tú eras la única constante en mi vida, no importaba lo que pasará, tú estarías a mi lado, siempre contaba contigo. No importaba si había tenido un mal día y te trataba mal, tú me sonreías y me levantabas el ánimo como sea.
Yo asumí que siempre sería así.
Pero las cosas no son siempre como uno las planea.
Te fuiste, dejaste que te apartarán de mi lado. Maldita escuela militarizada.
Apenas te despediste de mi y me dejaste un peluche, pero me dejaste ningún número con cual contactarte, por lo que tenía que visitar continuamente a tu madre para tener noticias de ti. Pero por lo que ella hablaba jamás preguntabas por mi.
No tienes ni idea de los celos que tuve cuando me enteré que te comunicabas continuamente con Iris.
¿Por qué esa diferencia?, ¿acaso ella es más importante que yo?, ¿no que yo soy tu mejor amiga?, ¿no qué estabas enamorado de mí?
Te distanciabas, cada vez más de mí, me sentía sola y sobretodo sentía que nadie podía llenar ese espacio que dejaste en mi vida.
Pero conocí a una persona maravillosa en el instituto, él no dejo que me sintiera así por mucho tiempo, se hizo mi amigo, me escuchó y me acompaño en mis momentos difíciles.
Entonces me empecé a acostumbrar a este instituto, no podía negar que las cosas eran distintas y que te extrañara a rabiar, pero al menos era feliz, una felicidad incompleta, pero era algo al fin y al cabo.
Entonces apareces de la nada, de un día para otro, y besando a Ámber, a la única persona que amargaba mis días en el instituto, a mi enemiga.
Me negaba a creer lo que veían mis ojos, me negué a aceptar que eras tú, debía ser otra persona, tú no podías estarme rompiendo el corazón de esa forma.
No podías besar a nadie que no fuera yo, tu primer beso me pertenecía, era injusto que se lo hubieses regalado a esa víbora.
En ese momento rompiste cruelmente mi corazón, porque yo te amaba.
Me negaba a aceptarlo porque tenía miedo, miedo de que te apartaras de mi lado como todas las personas que he amado.
¿De dónde sacaste esa chulería?, ¿desde cuándo pensabas en venganza?
Tú no eras mi Ken, tú eras un desconocido para mí.
Lloré como nunca por haberte perdido, tú ya no eras la persona que yo conocí un día, tú no eras mi primer amor, ya no quedaba nada de él en ti.
Yo te reconocía, pero en definitiva no sabía nada de ti, de este nuevo tú.
Me sentía aún más sola, la realidad era demasiada para mí, sentía que iba a derrumbarme, pero unos brazos me rodearon con fuerza, impidiéndome caer. Pero me dolía desear que esos brazos que me rodearán fueran los tuyos.
Él me trataba con tanta delicadeza, con tanto cariño, no podía evitar que mi corazón respondiera con erráticos palpitares a su actitud preocupada por mi.
Se sentía extraño que negarás la existencia de Ken, te empeñabas en ser 'Kentin', pero algunos viejos hábitos se te escapaban de vez en cuando, entonces yo sonreía, porque aún había algo de mi amor en ti.
Era extraño como a veces eras tan distante conmigo, pero otras veces ibas de inmediato a ayudarme, como cuando pasó lo de Debrah, en ese momento pensé que las cosas podrían volver a ser lo que eran antes, deseaba con todo mi corazón que las cosas fueran así.
Pero luego pasó lo de los conejos, nos quedamos encerrados en la sala de biología, te inclinaste a besarme, quería tanto probar tus labios, pero no podía, no después de que habías besado a Ámber, no después de que había comenzado a sentir algo por alguien más.
Tú eras mi primer amor y siempre lo serías, una parte de mi siempre te amaría, amaría al Ken que vivía en mis recuerdos, pero debía dejarte ir, me aparté de ti e interpuse al conejo entre nosotros.
Te rechacé con ese gesto, me dolía, pero era lo mejor para los dos. Debíamos continuar con nuestras vidas y encontrar la felicidad...pero no juntos, un futuro entre los 2 no existiría. Las cosas no podían ser como antes, no podíamos retroceder el tiempo, todo era distinto.
Lloré toda la noche, estaba segura de mi decisión, pero no podía negar que me dolía, me desgarraba dejarte, porque tú eras una parte de mi, como yo era una parte de ti.
Al día siguiente me dirigí al instituto, necesitaba hablar contigo, me iba a declarar a una persona el día de hoy, a una persona que no eras tú, sentía que te debía eso, te debía mi sinceridad, por todas las cosas que habíamos vivido juntos, por todo lo que habíamos sentido el uno por el otro.
Cuando salieron esas palabras de mi boca, te quedaste pasmado, para que luego una sombra de dolor cruzará por tu rostro.
-¿Por qué me dices esto?
-Porque eres mi primer amor, mi mejor amigo-sonrío con tristeza.
-No sirvió de nada...yo cambié tanto solo por ti, pero no puedes valorar lo que siento por ti.
-¿De qué hablas?, jamás te pedí que cambiarás, tú eras perfecto así como eras, yo te amaba así.
-Era un perdedor Sucrette, acéptalo-dijiste suspirando-¿lo amas de verdad?
-Sí, él siempre estuvo conmigo, él me hace sonreír siempre.
-No debí haberme ido, debí haberme quedado contigo-me abrazaste con ternura-así estaríamos juntos.
-Nadie sabe lo que pudiese haber pasado-dije correspondiendo a su abrazo.
-Si te rompe el corazón, le romperé la cara.
-Si lo hace, te permitiré que lo hagas-nos reímos suavemente-te amé Ken
-Y yo a ti Su-besaste mi frente-nos vemos-te separaste de mi y empezaste a alejarte. pero te volteaste-te deseo suerte con lo que vas a hacer.
-Gracias, sé feliz Kentin.
-Lo intentaré-reanudaste tu marcha, sonreí mientras caían unas cálidas lágrimas por mis mejillas.
-¿Sucrette?-me voltee a ver a mi nuevo amor-¿estás bien?
-Sí-dije mientras lo abrazaba-ahora esta todo bien-sonrió con dulzura mientras ocultaba su sonrojo.
-Okey, vamos a entrar a clases.
-Sí-afirme con la cabeza mientras caminábamos al aula-oye...podemos juntarnos después de clases.
-Claro que sí-besó mi coronilla-es una cita.
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One-shot CDM
FanfictionHola! esta es mi primera historia que publico y serán one-shot de los estúpidos y sensuales estudiantes del sweet amoris. Ojala les guste, así me motiva a escribir más, pero también acepto las críticas y correcciones ortográficas, porque creo que so...