¿Primos? | disponible hasta 31/dic/2024

Capítulo : 12

POV : ADAM

Cuando termine de ayudar a recoger la mesa me dirijo a mi cuarto pasando por el de Valentina. Tengo unas ganas enormes de abrir la puerta y decirle porque fui así pero a la vez no se si debo hacerlo. En ese momento sale ella, todavía enojada.

–¿Que haces aquí?– me pregunto con su ceño fruncido.

–Nada.– hago una pausa –¿Por que sales con tanta prisa?

–Nada.– se limita a contestar.

–¿Acaso piensas ir donde él?– me cruzo de brazos.

–¿Acaso me lo piensas impedir?– me imita.

–Ya que lo dices, sí.– ladeo la cabeza –Se unas cosas que pueden interesarte.

–No quiero escuchare.– pone sus ojos en blanco.

–¿Voy directo al punto o te lo insinúo?– arqueo una ceja y hace caso omiso –Estaba cabreado cuando le has cambiado los planes...– empiezo y ella me mira de reojo –Como se lo has arruinado...

–¿Quería acostarse conmigo?– suelta, sorprendiéndome. Elevo mis cejas.

–¿Cuanto llevan de novios?

–Una...– murmura demasiado bajo.

–¿Ah?

–Una sem...

–No logró escucharte, Vale.

–Una semana, ¿feliz?– dice entre dientes y sonrío.

–Ah, pues sí.– hago una mueca –Solo quería acostarse contigo.– concluyo.

–¿Y cómo estás tan seguro?– pregunta achicando sus ojos –Bueno, tú siempre me has apoyado y aconsejado sin meterte en mis asuntos; como buenos primos que somos.– ella me señala y arquea su ceja.

–Soy hombre.– alzo mis hombros restándole importancia –Sencillo.

–¿Acaso has hecho algo así para acostarte con una chica?– saca conclusiones.

Dylan no es así, Dylan es casi casi ángel, sin alas y aureola. Tampoco sabe tocar el arpa y tiene un diablita de novia.

–No...– dudo.

–Cada vez pienso que aquí algo no anda bien.– al decir eso, de un portazo se encierra en su habitación.

Esta sospechando, es obvio. Ruedo los ojos y gruño. ¿En que me metí?

No me queda mas remedio que ir a mi habitación y pensar las cosas. Estoy acostado en mi cama pensados en las palabras que dije. Estoy sospechando mucho, tal vez me equivoque, pero si ese mal nacido le hace algo a Vale, le parto todo lo que tiene de rostro.

Siguiente día

Me levanto temprano para ir al trabajo y en el camino decido llamar a Dylan para ver como le iba.

–Adam– saluda –Que bueno que llamas.

–Te tengo una muy mala noticia.– soy directo.

–Igual que yo.– suspira.

–Tu primita linda, tiene novio.– gruño por lo bajo.

–¿Qué?

–Sí.– digo esperando algún insulto de su parte para Ian.