⚬Capítulo : 3

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POV : Adam

Después de una larga noche esperando Dylan y yo nuestros vuelos a rumbos diferentes, por lo menos yo llegue a mi destino, no se di Dylan se le callo el avión al mar y se los tiburones se lo comieron. Lo llamare mas tarde para asegurarme de que no.

Me encontraba en frente donde vive mi "tía" Karen. Grande y dulce hogar, diría yo, en todos los sentidos. Me aproximo a la entrada y toco el timbre. Rápidamente se escuchan unos pasos y yo rezo para que este plan absurdo que yo convencí a mi amigo, salga bien y me crean.

–Buenas, ¿usted es?– preguntó una señora de unos ¿40? ¿45 años? Tiene su cabello muy obscuro pero corto.

Me aclaro la garganta con nerviosismo –Soy el Dylan, ¿No me recuerdas?– digo con euforia fingida, porque soy yo el que no recuerdo a la señora.

–¿Dylan?– pregunta con inseguridad. Mierda, muerda, aborten misión, no me creen, corran por sus vidas. –¿Eres tú? Estás....–estamos a tiempo corran –Soy tu tía Karen.– dice obviando las cosas de una vez por todas.

–Por supuesto, tía Karen.– digo y sonrío amable –Cuanto te e extrañado toa.– miento. Creo que las mentiras serán algo normal de ahora en adelante.

–Vamos Dylan, entra, esta es tu casa también, llamare a Vale de incendiario. Ella te a atado esperando con muchas ansias, ya sabes lo loca que es contigo Dyl.– dice con emoción ya, cosa que me da un poco de tranquilidad y supongo que Vale, es Valentina.

–Ey Dylan, soy tu tío Robert, me recuerdas?– pregunta una voz masculina y me giro buscando de donde proviene –Eras un pequeñín cundo te fuisteis a el otro lado del país.– es un señor de unos ¿45? ¿50 años? Me da la mano y sonríe con educación.

-Hey! Tío Robert, que tal te va?- pregunto con nervios ya que aún me aprieta la mano –Sigues igual que en las fotos.– ¿que fotos Adam, dime que fotos?

–DYLAN DYLAN DYLAN–grita una chica de altura normal pero más baja que yo, pelo largo castaño y piel clara. Cabe destacar que es precisamente sexy.

–Valentina.– digo afirmando en un suspiro.

–Primo.– dice con ilusión, me abraza tan tan tan pero tan fuerte y yo solo me quedo rígido sin abrazarla.

–Hola primita.– digo rompiendo su abrazo exagerado.

–¿Dylan?– me ve con determinación y frunce el ceño. Trago gordo. –Te vez, diferente.– dice dudosa. Trago duro.

–Si, cambie, el gym me a ayudado mucho.– digo enseñándole el músculo de mi brazo y arqueando una ceja. Claro, no puede faltar mi sonrisa coqueta.

–Ehh, ja-ja que gracioso.– ella me mira como si fuera un extraño, que irónico –Ahora vente que te enseñaré tu habitación.– dice agarrando mi mano y llevándome sabrá Dios donde.

POV : Valentina

Estoy muy emocionada de ver a mi primo, pero me e llevado una impresión muy...diferente, no se, tal ve exagero. Tal vez a cambiado, son muchos años sin vernos.  

–Dormirás en la habitación que esta, alado de la mía.– le digo señalando la puerta de esta –Te dejo para que acomodes las cosas, se que te gusta tener todo organizado.– añado con una sonrisa, acomodo mi flequillo tras mi oreja y entro a mi habitación sin esperar su respuesta.

Al entrar a mi habitación de paredes cremas y tirarme a mi cama con sábanas rosadas, decido llamar a mi mejor amiga, Miranda.

–Miranda, a llegado mi primo.– le informo mientras tengo las piernas enganchadas en la pared y juego con mi cabello.

–¿Es enserio? Tu emoción se nota de aquí a la luna, amiga.– dice con sarcasmo obvio.

–No resulto como esperaba.– digo, mordiéndome el labio inferior un poco mucho decepcionada.

–¿Y que esperabas?¿Un modelo Playboy?– pregunta.

–No.– contesto rápido, aunque lo de Playboy físicamente lo tiene –Tal vez lo esperaba menos seco, tal vez mas "como un primo que no ve a su prima hace 10 años".– digo obviando las cosas, está demás.

–Amiga Vale, no te preocupes, solo tal vez...– ella hace silencio y me preocupo.

–¿Miran? ¿Estás ahí?– pregunto chequeando que aún no hubiera colgado.

–¡AHHHHH!– grita de repente y me sobresalto.

–¿Miran? ¿Estas bien?¿Por que as gritado?– pregunto alarmada.

–Malditas de el diablo.– refunfuña y ruedo los ojos.  Paciencia.

–¡Miranda!– grito por fin.

–¿¡Qué?!– me grita –Malditas hormigas, me volvieron a picar.– se queja y llevo mi mano a mí coronilla. Mi mejor amiga es única.

–¡Caray! ¿Me vas a escuchar?– pregunto ya agotando la poca paciencia.

–Si, pero sal primero de tu casa que estoy afuera.– dice y no dudo en colgar la llamada e ir a buscar a mi loca mejor amiga.

Bajo las escaleras rápidamente, de dos en dos y tropiezo de nuevo. Desventajas de tener pies torpes y escalones idiotas. Abro la puerta.

–Hola, ¿tienes alcohol para picadas?– pregunta, entra y se dirige a mi cuarto rápidamente, con mucha confianza y con un zapato en la mano.

–Sí, esta en mi baño.– le informo yendo tras ella.

–¿En donde nos quedamos?– ella mira al techo como pensando –Ah. ¿Está bueno?– pregunta por fin untándose alcohol en las picadas de hormigas. Pobres hormigas.

–¡Es mi primo!– digo un tanto indignada, me a puesto en esta posición –Pero esta bueno, no te puedo mentir.– le soy sincera.

–¡Ajaaaaaa!– dice ella y me señala con gracia en su rostro  –Que pena que lleven la misma sangre.– hace una mueca de que lo siente, en broma.

–Cállate, tonta.– le tiro con el cojín y ella lo esquiva.

Ella ríe –Está bien, y pues ¿cual es el problema con tu gran primito Dylan?

–Umh.– pienso, que va mal? Solo acaba de llegar.- –Creo que no es nada, solo son cosas mías.– digo por terminada la conversación, sin más remedio ni preámbulos. Si, son cosas mías.
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Hola nuevamente!
Aquí les dejo el capítulo 3, espero que le gusten y voten por el! Gracias por lo que an leído mi novela.  En multimedia les dejo a Miranda.

¿Primos? | disponible hasta 31/dic/2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora