Capítulo : 14

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POV : VALENTINA

Entramos a la casa en silencio para que no se levantaran mis padres que probablemente se quedaron durmiendo esperándonos. Mi padre estaba en el sofá durmiendo y le hice una señal a Dylan para que continuará a lo que yo recojo unas cosas. Después que termine de recoger un poco la sala y apagarle el televisor a mi padre, me dirijo a mi cuarto. Estoy súper agotada, jamás pensé que en una noche podía sentirme enojada y reírme a la vez. Mayormente cuando me mientes >>cosa que odio<< me enojo mucho, nadie puede animarme y miren, Dylan me lo hizo.

Dejo mis sandalias de un lado de la habitación para luego meterme a la ducha. Luego de ducharme, me coloco el camisón de siempre, me trence el cabello y antes de irme a dormir, decido asomarme por la puerta de Dylan haber que hacia. Eche un vistazo y el con su formado e insuperable torso desnudo. Aunque sea mi primo, esta buenísimo.

Me aleje de la puerta y me dirijo nuevamente a mi cuarto para por fin dormir un poco y olvidarme de todo, absolutamente todo.

Día siguiente. . .

Me levanto por el sonido de la alarma, había quedado con Miranda y no había tiempo que perder. Me levanto y me preparo. Conduzco hasta la cafetería donde hemos acordado y ordenó porque sinceramente me moría de la hambre.

Cuando ordene un café y unas tostadas, llego Miranda, por fin. Miranda tenía un pantalón de pijamas y una camisa blanca. Caminando como zombie se dirigió hacia mi.

-te estoy empezando a odiar- dijo ella con sus dos trenzas de niña pequeña.

-eres una floja- le digo

-quien no en pleno verano levantándose a las 8:00 am- se sienta y pone su cabeza entre sus dos manos

-y eso que anoche me e acostado a plena madrugada- digo 

-aja cuéntame que paso?- me pregunto

-Ian me a mentido- digo

Miranda se levanta de su posición y habré los ojos como búho

-mierda, Valentina- dice incrédula -como a sobrevivido a la furia de VALENTINA- dice

-bueno, fácil, Dylan- digo sonriendo

-ESTAS SONRIENDO?- pregunta casi gritando

-definitivamente estoy enojada y no voy a estar bien con el hasta que llegue al fondo de el asunto con Ian. Pero..- le explique todo lo de la noche. La empresa, el gym, el profesor, nuestros latidos, risas, etc -y bueno, creo que eso- digo finalizando

Su cara esta tan pálida como un papel, sus ojos como dos enormes ollas y su boca como si le pesara la quijada.

-el fin de el mundo? Los zombie vienen por nosotros? Lloverá dinero?- pregunta

-tal vez- digo

-conseguiré el amor de mi vida?- bromea

-ni tanto- bromeo y nos reímos

-DIOS, VALE, es tu primo- repite incrédula

-lamentablemente- pienso

-lo as dicho! LO AS DICHO!- dijo Miranda

Pensé en alto al parecer

-pero eso no cambia que es mi primo y que JAMÁS por mas bueno que este JAMÁS podría pasar algo, solo lo quiero como primo- digo

-PRIMO-ZONE- dice Miranda comiendo una rebanada de mi tostada

-y además, me sigue gustando Ian-  digo

¿Me sigue gustando Ian?

-ese tiene sus días contados querida, si te a mentido, es como firmar su sentencia de muerte- dijo ella

Después de segur hablando de cosas sin sentido como siempre, y la vida amorosa de Miranda que se basa en su gato y ella,  decidimos ir de compras.

-Uff, tan buena estoy?- preguntó Miranda quien caminaba conmigo en el centro comercial

-porque lo dices?- pregunto

-todos me miran!- dice ella y echa su pelo hacia atrás de una forma diva

-tal vez Miranda, porque tienes un pantalón de pijamas que tiene animalitos en el- digo obvia

-déjame tener mis 5 minutos de fama- dijo caminando como diva

Me limité a reír y seguir caminando por el centro comercial.

Estábamos en una tienda y Miranda se media un traje casual pero estaba indecisa

-que dices?- me pregunto

-Ian me a estado enviando mensaje toda la mañana- digo

-es cierto, mejor lo cojo de una talla más pequeña- dijo Miranda -y este?- preguntó de nuevo

-no le e respondido ninguno- digo

-es verdad, este no va con mi color de piel, siguiente- dice ella -y este color pastel? Se ve delicado- añade

-es cierto, es delicado este asunto, tengo que tener cuidado- digo

-es perfecto- dice Miranda, midiéndose el vestido

-Ian es perfecto, nunca me mentiría..- digo

-es verdad, este vestido no miente, resalta todas mis curvas naturales- dice ella

-pero si así fue, lo..- me interrumpe Miranda

-lo compro- dice dandole el traje a la señorita

-lo mato- corregí parándome de aquel mueble

Después de andar unas tiendas mas, Miranda tenía unas 7 bolsas y yo solo una, que contenía un bolso negro. Ya teníamos hambre, había sido una larga mañana, así que decidimos ir a comer. Después de ordenar nos sentamos en una mesa a comer.

-amiga, tengo una crisis- dijo Miranda comiendo su pedazo de pizza

-no me digas- conteste sarcástica, se que va a decir

-e comprado tanta ropa, no tengo ocaciones para ponérmela, y mi clóset esta lleno de ropa nueva- dice

-bueno, debes de considerar de vez de usar pijamas, usar ropa- digo y reímos

-es que si tuviera una pareja quien me invitara a salir, y poder usar la ropa, fuera grandioso- dice ella en un suspiro

-que me estas queriendo tratar decir? Que quieres alguien para que te lleve a salir? O quieres enamorarte?- preguntó

-todas las anteriores- dice

-el amor apesta- me quejo

-tápate la nariz- bromea

Al caer ya la tarde, Miranda se fue a su casa y yo tenía planes de ir a la mía pero no lo hice. Me dirijo en busca de respuesta a casa de Ian.  Al llegar me bajo de el auto y toco el timbre.

-buenas tardes, Valentina- habría la puerta los padres de Ian

-Buenas señora y señor Phillips- saludo -quería saber si Ian se encuentra en casa?- pregunto

-no, el no se encuentra. Te vez apurada querida, si quieres puedes pasar tomarte un té, pero yo tu no lo espero porque el siempre cuando se va llega tarde, si es que llega- dice la amable señora

-no saben donde puede estar?- pregunto

-bueno- se miraron entre si -sabes que no tenemos buena relación con Ian, y solo vive aquí porque traba con su padre- dijo la señora muy decepcionada

-pero, el tiene un apartamento, mas afuera de la cuidad, tal vez se encuentre ahí- dice el padre

Le pido la dirección exacta y me dirijo hacia ahí.

¿Primos? | disponible hasta 31/dic/2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora