Durante el taller de comunicación al que asistí en quinto grado, conocí a muchas personas, tanto de quinto como de sexto, con las que me empecé a llevar muy bien. Dentro de estas personas había una chica. Su nombre era Teresa. Ella fue una de las personas que más me ayudó a salir de la situación que había dejado Rosa. Segun sus palabras, ella, a pesar de ser tan joven, ya había pasado por algo similar. Y no era tan joven como aparentaba. Parecía de mi misma edad, pero era dos años mayor.
Durante aquella guerra de espionaje y conspiración, ella era de las pocas personas que se había mantenido al margen. Terminado el taller, me fui acercando a ella, como amigos, pues su plática era muy amena e interesante. Había vivido en varias partes de la república (a ello se debía sus dos años de atraso), y ella me aceptó pues consideraba lo mismo de mi. Decía que mi plática era muy madura para mi edad y que ello me hacía ser una persona de su entera confianza.
Durante sexto de Primaria, después de que Rosa se había ido, empecé a tratar a Teresa. Era del otro grupo de Sexto, así que, en ese momento, me empezaron a encantar las clásicas cascaritas contra el otro sexto. Casi siempre eran tres equipos contra tres. Y sólo había un equipo moderadamente bueno en el otro grupo, así que no había gran problema con los juegos: O jugaban todos los buenos en un solo equipo, o jugaban diferidos en los tres equipos. Fuera como fuera, yo estaba, casi siempre en el equipo 3, el de los no tan buenos, y entre ellos era el más defendible del equipo. Y eso le gustaba a Teresa.
Jugaba yo de posición defensa central con propensión a Derecha, pero casi siempre terminaba de mediocampista o, incluso una vez que mi equipo estaba muy dañado, de delantero. Algo que me ha caracterizado es mis ganas de luchar: Esto no se acaba hasta que se acaba. Y eso le gustaba a Teresa.
Pero bueno, empecé a divagar. Regresando al quid, mientras yo jugaba, Teresa me cuidaba mis cosas. Era gracioso porque a pesar de que era del equipo contrario, estaba conmigo. Y me encantaba eso, que ella estuviera conmigo a pesar de ser contraria.
El mayor acercamiento que tuvimos fue un dia de octubre del 2005, mientras hacíamos un recorrido por los barrios cercanos a la escuela, para visitar las casas de los candidatos a recibir una beca por parte del gobierno municipal. Ibamos por todo ese camino, tomados de la mano, hablando de todo y de todos... Obviamente hasta el final de la fila. Despues de eso hablé con ella, le dije lo que sentía y lo que me hacía sentir. Ella respondió muy feliz, que ella sentía lo mismo pero que había un problema. Su mamá le había prohibido cualquier tipo de relación sentimental, pues su hermana había salido embarazada. Mi primera reacción fue: ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? No se tu hermana, pero te conozco y me conozco, y sé que no caería, al menos a esta edad, en esos problemas. Ella lo entendió de la misma forma que yo y de común acuerdo tendríamos una relación en secreto. Es más, su mamá me encargó vigilarla de cualquier pretendiente que llegara a tener. Entre risas acepté.
Poco antes de terminar la primaria, o para ser precisos, a principios de mayo, antes de acompañarla a la esquina para que tomara el camión hacia el centro, me dijo las palabras más tristes que pude escuchar en esos días. Creo que esto no puede seguir. Me encantas, pero hay alguien más. No quiero que te enojes, no quiero que me lastimes ni quiero perder tu amistad. Si alguna vez sentiste algo lindo por mí, permiteme seguir siendo tu amiga. Obviamente acepté. A final de cuentas, fue mi primera relación de común acuerdo.
Después de eso, hubo en Oaxaca un paro Magisterial que duró seis meses, casi exactamente. Durante éste, se suspendieron los pagos de la dichosa beca, así que un dia de noviembre, nos citaron para darnos el último pago de la tal. Fue de las últimas veces que la ví. Platicamos y tomamos un helado antes de despedirnos. Despues de ésa vez, sólo la vi dos o tres veces más. Una, en una fiesta a la que habían invitado a mi padre, donde la vi, platicamos brevemente y despues ella me mostró su casa (Hasta el día de hoy, cuando estoy en Juchitan, veo esa puerta y la recuerdo). Otra fue en prepa. Fui a visitar a un amigo a una prepa que no es la mía y la vi. La salude con certa reserva pues su novio actual me quedo viendo con cara de pocos amigos. Hasta el día de hoy no he sabido más de ella. Sin embargo, la recuerdo. Y ¿Como podría olvidarla, si por muchos años fue quien mejor me había tratado en esta realidad?
Update: casi 8 años después de el ultimo encuentro, la encontré en Facebook. Justo dos días despues de haberse comprometido. Llegas tarde, 15 años tarde.
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¿Te digo la verdad o seguimos siendo amigos? Dejavú Compartido
RomanceCuando inicias una relación... ¿En qué te basas para creer que ésa persona te quiere, si no conoce tu historia? Mi caso, en especial, es, como todo caso clínico que merezca publicarse, controversial e increiblemente raro. Tras mi último intento de r...