Pasaron tres semanas desde el secuestro de Haname. Los policías pasaban a investigar todos los apartamentos, pero ninguno de los seis agentes se dió cuenta de la existencia de la habitación blanca.
El enojo y las sospechas de Akira aumentaban cada día. Él había comenzado a investigar por su parte, ya que nadie ayudaba con la búsqueda de Elizabeth y Haname y sus seres queridos las dieron por muertas.
Cada día, al notar la furia de Akira, golpeaba a las culpables de su enojo. El elemento utilizado fue el bate, echo de metal, de béisbol de mi padrastro.
En sus cuerpos, quedaron innumerables marcas moradas y en su rostro yacían manchas de sangre seca y oscura.***
Hoy debía venir Yuu a la casa de mis padres.
El timbre suena. Voy a atenderlo.
- Que empiece la fiesta!- Yuu pasó con una botella de whisky.
- Te faltó la marihuana.- Dije bromeando.
- Si, estaba muy cara- Ambos reímos. Dejó la botella sobre la mesa, yo traje dos vasos de vidrio y serví el contenido de la botella en los vasos.
Bromeabamos de todos y sobre todo, la bebida ya le había echo efecto a Yuu.
Así estuvimos toda la tarde: bebiendo y contando chistes. Una tarde estupenda a decir verdad.
-Shiroyama...- Al nombrarlo obtuve su atención.-Recuerdas que dijiste que: Si Elizabeth no te aceptaba, la ibas a secuestrar?- Esperé un rato en silencio para escuchar su respuesta.
- Emm... si, lo mismo digo de Haname ¿Por qué las chicas con las que intento tener sexo son secuestradas? - se preguntó el mismo.
- Pues, tengo la solución a tus problemas- Apoyé mis codos sobre mis rodillas para acercarme al pelinegro.
- Emm... No te entiendo...- Nos quedamos unos minutos en silencio, el rostro de Shiroyama expresaba intriga.-Takanori... si Insinúas que hagamos...
- No, no , no... te equivocas- lo interrupí. Yuu suspiró aliviado.
- Sígueme y lo entenderás mejor. Pero todo lo que veas y hagas se quedará entre nosotros.-
Me levanté del sillón, caminé hasta la puerta de la habitación blanca, largué un suspiro, observé al sujeto que estaba detrás mío y abrí la puerta.
Shiroyama quedó boquiabierto al ver a las dos mujeres desnudos, cubiertas de sangre y moretones.
- Yuu, Sacame de aquí, te lo ruego.- Haname agarró dos barrotes de la jaula y comenzó a sacudirlo vagamente.
- Shiroyama...- Elizabeth sostenía su mirada de fantasía. Ambas comenzaron a pedirle ayuda al mayor y a llorar.
- ¿Co- Cómo pudiste hacer esto?- preguntó, él estaba paralizado ante la desastrosa escena.- Eres un monstruo.- Frunci el ceño.
-¿No vas a hacer nada? Tienes a las mujeres que tanto deseabas completamente vulnerables ante tus ojos y no haces nada mas que quedarte parado como un idiota.
- Estás enfermo si crees que las voy a violar!- Alzó su tono de voz. No puedo creer que me hable de esa manera.
Cerré la puerta. Shiroyama se acercó a Elizabeth, acarició su mejilla, luego hiso lo mismo con Haname.
-Debo estar soñando.- Se apoyó en una pared cerca de la jaula, mirándome impresionantemente. ¿Por qué?- me preguntó.
- Porque humillaron y entristecieron a Akira- Aquella fue mi respuesta final.
En ese momento pude diferenciar a Shiroyama de su alter ego. Yuu es una persona amable, sincera y cariñosa. Su alter ego, Aoi, era todo lo contrario: Mentiroso, maldito y distante. Ahora no estaba mirando a Aoi, sino a Shiroyama Yuu.
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Mi horrenda obsesión ●Reituki●
RandomTakanori Matsumoto, un chico homosexual de 16 años de edad. Está enamorado de su mejor amigo; Akira Suzuki. Éste corre un gran peligro al igual que su novia, por no aceptar el amor de Takanori. ¿Quieres saber como termina? Lee el fanfic y lo sabrá...