Mi horrenda obsesión ●Reituki●

capítulo 18

Los noticieros dieron a informar la muerte de Haname en todos los canales televisivos, la familia de Haname -A pesar de que la dieron como muerta- les costó digerir la imagen que cause en sus vidas.
Observé en el espejo del baño los moretones en mi rostro y torso, coloqué gran cantidad de base en mi cara y arreglé el uniforme para que no se pudiera ver alguna marca.
Caminé hasta el elevador del séptimo piso, aguantando la risa, abrí y cerré las compuertas.
- Tendré que ser disimulado...- Hablé para mi mismo.

Llegué al orfanato de adolescentes.
Me acerqué a los amigos de Takanori, el morocho y el castaño claro me veían raro.
- Hola.-Saludé. Ellos me devolvieron el saludo.
- ¿Qué tienes en el ojo?- preguntó Takashima.
- Oh! Ehh... tropecé en las escaleras y caí.- No fue muy convincente.
- ¿Volvió tu padre, verdad?- preguntó Reita.
- No, quédense tranquilos que no volverá dentro de un año más.
- Pero estás muy lastimado ¿Fuiste al médico?- Tanabe siempre se preocupó por mi otro yo. Negué con la cabeza - Ven, te llevaré a la enfermería.
- No es necesario, enserio.
- No importa, quisiera estar seguro de que estás bien.- Él era muy insistente. Prácticamente, me arrastró hasta la enfermería y esperamos a que la enfermera de grandes pechos nos atendiera.
Al atendernos, Tanabe se quedó a mi lado, ayudando a la mujer a quitarme el maquillaje.
- Takanori ¿Cuanto maquillaje te pusiste para tapar esto?- preguntó, sosteniendo la caja de toallas desmaquillantes.
- Mucho.- Contesté cortante.
- Listo, abre lo ojos- Ordenó la mujer. Analizó cada moretón en mi cuerpo, tocando y preguntando si me dolía. - Esto fue ayer ¿Verdad?- Asentí -¿Con quien peleaste?- Los ojos del castaño eran como platos de porcelana fría.
- Con nadie, me caí de las escaleras. - Contesté sin ánimo.
- Bueno, si lo dices. Te dejaré mi kit de maquillaje aquí.- Dejó un mini bolso sobre la camilla y se alejó.
- ¿Con quien peleaste?- Maldita sea, ese sujeto se cree mi madre.- Y no me digas que te caíste de las escaleras porque esas marcas no te dejan. Dímelo, no se lo diré a nadie.
-¿No hay que ir a clases?- pregunté, tratando de evadir a la segunda madre.
- No, la enfermera dijo que si le mostramos el certificado que ella nos dió, no nos dirán nada.- No había manera, debía crear una mentira rápido.
- Con Shiroyama.- Solté.
"Bien Ruki, más tonto no podes ser... Maldita sea!" Pensé. Tanabe se quedó sorprendido.
-Lo invité a mi casa, comenzamos a discutir y me golpeó.- Hacerme pasar como la víctima era divertido.
- Yuu tiene aprender a controlarse.- Dijo, alterado.
- Lo sé, aun no entiendo como pudo enojarse tanto.
Luego de que pasara la primera hora de clases, fuimos a los salones. Ví el asiento de Haname decorado con bellas flores.
En el transcurso del día, encontraba a Yuu y Akira juntos, susurrando entre ellos.
Así transcurrió el resto de la semana; Se juntaban a escondidas, Yuu acorralada al rubio contra alguna pared de la escuela, Akira se sonrrojaba ante susurros del morocho, reían felices y tímidos y, lo peor de todo, los había encontrado en el baño, besándose -Aunque parecía forzado-.
Takanori estaba sorprendido, nunca pensó que aquello pasaría. "Shiroyama Yuu, juro que te mueres de una vez por todas"