Mi horrenda obsesión ●Reituki●

capítulo 21

Takanori llegó a su hogar llorando como niña chiquita, arrojó la máscara y el arma a un lugar X y se acomodó en su cama para continuar llorando y maldiciendo.
Sabía que le dolía, que se sentía traicionado y que su furia crecía.
Mientras el nenito llorón dormía, me apoderé del cuerpo.

A la mañana siguiente, unos fuertes golpes, provenientes de la puerta, me despertaron. Pegué un salto desde la cama, vistiéndome lo más pronto posible, metí una menta en mi boca y abrí la puerta.
- ¿Dónde está?- preguntó aquel rubio, luego de empujar mi cuerpo hacia atrás, dándole paso obligadamente.
- No sé de qué hablas- Me costaba razonar la situación.
- Elizabeth ¿Dónde está? Sé que la tienes secuestrada!- su voz grave se escuchaba claramente en cada rincón de la habitación y a la vez, hacía que vuelva a la realidad.
Reita observó la puerta de la habitación blanca, para luego caminar directo a ella, notando que estaba cerrada con llave.
- Abre la puerta- El rubio lo sabía, sabía que en aquella habitación se encontraba la mujer ¿Quién le habrá contado?... Maldito Yuu, debí matarte desde un principio.
- No tengo la llave- Me crucé de brazos, observando atentamente al rubio.
- Ya sé todo, sé que le enseñaste la habitación a Shiroyama, sé que detrás de esta puerta está mi novia. Así que hazme un favor, si realmente me amas, y abre la puerta- Suplicó, aunque no sonaba tentador. - HAZLO!!- Gritó, pegué otro salto y abrí la puerta. Él pasó primero, seguido por mi.
- Akira.- Pronunció la chica al verlo entrar, su mirada repleta de felicidad, ambos se abrazaron y besaron, estaban apunto de llorar de la alegría.
- Tranquila, te sacaré de aquí.- Akira buscaba como sacarla, pero vio las plantas de los pies de ella, en ese momento su sonrisa cambió. - ¿Te violó?- preguntó, observando los ojos cristalinos de su pareja. Ella asintió.
Akira volteó su cuerpo para verme, se abalanzó sobre mí y golpeaba mi cuerpo en diferentes sitios. Algunos golpes fueron retenidos, pero otros fueron con mucha fuerza hacia un lugar al azar.
- BASTA! - Grité.
- De seguro ella te pedía lo mismo ¿Por qué voy a parar?- Rotamos en el suelo. Cuando quedé libre de los golpes, salí corriendo al baño a encerrarme, Reita me persiguió y pateaba la puerta para derribarla.
"Parezco un cobarde, pero... Akira me matará." Pensé, mientras destrababa la ventana pequeña del baño. Saqué la mitad de mi cuerpo hacia afuera, cuando siento que me toman de los tobillos y los arrastran para atrás. Intento escapar de a cuatro patas, el rubio agarró mi cabeza y la estrechó contra la punta del inodoro. En aquel segundo, caí al suelo, carecía de todo conocimiento del lugar.
-Sentimos pena por tí, quisimos ayudarte...- El chico sollozaba. -Y ahora haces esto.- Caminó hasta la habitación blanca, mientras cedía el cuerpo a Takanori.
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Al tener posesión del cuerpo, veo a Elizabeth siendo cargada por el hombre al que amo.
- Akira!- Lo llamé, caminando hasta él sin fuerzas. Cuando llegué, Reita colocó a Elizabeth cerca de la puerta, él frunció el ceño. - Ella te hace daño, te utiliza para su conveniencia. Ella no te conviene.- Decía, arrodillado, mirando sus pies y llorando sobre ellos. - Yo te amo, tan solo quisiera que sintieras lo mismo... Pero sé que no la amas.- Sus manos "deformadas" se posaron en mi cuello, alzándome y arrastrandome hacia atrás hasta toparme contra una pared.
- ¿Qué?- Sus ojos emitían furia.
- De lo contrario no lo hubieras hecho con Yuu- comenzó a presionar más fuerza en mi cuello con una mano, mientras que con la otra, golpeaba mi estómago, haciendo que escupiera sangre.
- Si tanto me amaras, como dices, nunca hubieras echo todo esto. Ahora es muy tarde.- Susurró en mi oído. Me soltó, caí una vez más al piso, agarré la pierna derecha del rubio y me aferré a ella.
-Perdón, nunca quise hacerlo, nunca fuí yo... Te lo juro... Yo realmente te amo.- Una fuerte patada fue dirigida a mi rostro. Agarró a la mujer y los perdí de vista al agachar mi cara invadida por el dolor intenso.
Hoy, Ruki y yo terminamos gravemente heridos por la misma persona: Akira Suzuki, al que podía diferenciar de su alter ego: Reita.