Marco frunció el ceño al ver que Kevin estaba sin playera y tenía a Rachel sujetada de la cintura. Miró a Rachel quien lo miraba con sorpresa, Kevin soltó a Rachel y camino hacía la sala de estar para recoger sus cosas. Rachel lo observaba desde la puerta, no sabía que hacer en esos momentos; no quería que se fuera pero tampoco quería que Marco se fuera sin saber a lo que venía.
- Kevin, no hay necesidad de irte - dijo Rachel tratando de que se quedara.
- Descuida Rachel, debo dormir porque mañana tengo práctica - Kevin le dio un beso en la mejilla antes de irse.
Marco seguía ahí parado observando la escena no muy cómoda para él pero bueno, al menos Kevin se había ido. Marco tenía que aceptar que le dio un poco de celos el encontrarlos abrazados de esa manera.
- ¿que se te ofrece? - preguntó Rachel mirando a Marco sin expresión alguna.
- ¿no me darás los mismos tratos que a Kevin? - Rachel sonrió y negó.
- Marco, no empieces - contestó la rubia. Marco entró al apartamento.
- bueno de todos modos venía a disculparme por lo que viste hace unas horas.
- descuida, ya estoy acostumbrada a eso no eres el prim... - Rachel cerró la boca y se dio la media vuelta dándole la espalda a Marco.
- no soy el ¿que?
- olvídalo, si eso era todo a lo que venías todo esta olvidado - Rachel intentó caminar a la puerta pero Marco la detuvo.
Marco la tomó de la cintura pegandola a su cuerpo. Rachel comenzó a perderse en sus bellos ojos Rachel no te dejes llevar una voz en su interior le avisó. Marco miró los ojos de Rachel, aquellos ojos azul claro. Logró por una vez en su vida ver a través de los ojos de una mujer. En su mirada había miles de cosas que con palabras no se podía describir, ella lo veía diferente a todo el mundo y a como él creía que ella lo miraba pero se dio cuenta de algo. Se dio cuenta de dentro de esa dulce mirada que lo confundía había un poco de resentimiento. Rachel se percató de lo que Marco se estaba dando cuenta y parpadeo varias veces para que Marco perdiera la capacidad de ver una vez más a través de sus ojos.
- Rachel - dijo Marco una vez que se separó de ella. - quería invitarte a la fiesta que organizaré mañana - Rachel se mantenía firme mirando a Marco, en su interior una pizca de alegría se proporcionó por todos su cuerpo.
- ¿mañana? No creo poder ir, no tengo quien me lleve - comenzó a buscar miles de excusas para no asistir.
- por eso no te preocupes yo vendré por ti, quiero que estés allá.
- ¿para que? ¿para volver a humillarme? No gracias - Marco negó mientras rascaba la poca barba que tenía.
- claro que no, eso no volverá a pasar Rachel.
- de acuerdo, asistiré a tu fiesta - Marco le sonrió.
- perfecto, pasaré por ti a las nueve y media.
Rachel sonrió pero con confusión, no sabía para que Marco la quería en su fiesta pedo también de esa manera podría seguir con su plan.
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La fiesta de Marco, la más hablada del día. Todas las chicas en el trabajo de Rachel hablaban de esa fiesta. Pero nadie sabía que Rachel era la única que iría de la empresa. El trabajo estuvo un poco pesado ya que estaban empezado a trabajar en lo que sería el nuevo uniforme del Borrusia Dortmund. Al terminar su jornada de trabajo no quiso nada mas que irse irse a casa, para descansar un rato y después irse a la fiesta de Marco. Llegó a su casa y se tiró a la cama cayendo en un profundo sueño, ni siquiera se acordó que tenía que limpiar su pequeño hogar.
Cuando se despertó se dió cuenta que eran las ocho con cuarenta y cinco minutos y era tarde. Marco estaría en su casa en quince minutos y conociéndolo no se perdería ni un minuto más o ni uno menos. Se metió casi corriendo al baño, mientras se bañaba pensaba en un plan para llamar la atención de Marco. Pensó y pensó hasta que el timbre la sacó de sus pensamientos así como también le dio una idea. Se pusó unas panties negras y se envolvió en una toalla para salir a la sala de estar. Miró por la mirilla y observo a Marco arreglandose la corbata. Abrió la puerta y lo primero que hizo el rubio fue verla de pies a cabeza.
- Marco que pena, salí tarde de trabajar y ni siquiera estoy lista - se disculpó Rachel mordiendo su labio inferior.
- no te preocupes, te espero.
- bueno no voy a demorar mucho - respondió la rubia.
Rachel entró a su recámara y dejó la puerta un poco abierta. Se quitó la toalla quedando solo en panties y comenzó a poner crema sobre su cuerpo lentamente. Miró por el espejo que tenía enfrente a Marco quien la miraba muy atento cada movimiento que hacía. El rubio comenzaba a mirarla con ojos de lujuria y deseo, Rachel se puso su sostén negro el cual hacia juego con sus panties; se dio la media vuelta para fingir que no se había percatado de la puerta abierta para así cerrarla.
- Rach, voy a usar tu baño - avisó Marco con voz ronca.
- okay.
La alemana sabía que había ganado esta partida 《un punto para ti, Rachel》 pensó mientras se maquillaba. Optó por un vestido de cuello V que dejaba parte de mis senos a la vista, era sin mangas y hasta los muslos blanco con rallas negras. Los combinó con unas zapatillas de tacón alto negras. Dejó su corto cabello un poco ondulado y pinto sus labios con un color rosa fuerte. Para terminar en en su cuello colgó una pequeña cadena con un dije en firma de V.
- estoy lista - dijo al salir de la recámara. Marco la miró de pies a cabeza y sonrió.
- vamos - contestó Marco dejando que Rachel caminara primero que él.
Está noche sería una noche larga y al parecer todo estaba a favor de Rachel, solo quedaba esperar los resultados de esta primera prueba.
"Si yo pudiera darte una cosas en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos. Solo entonces te darás cuanta de lo especial que eres para mi."
-Frida Kahlo
N/A:
HALLOO SWEETIES!
Espero que estén disfrutando cada capítulo que subo pensando en ustedes. Quiero darles las gracias por su apoyo que siempre me brindan!
Las amo
Dios me las bendiga
Pd: BESOS DE CHOCOLATE POR PARTE DE MARCO Y SU BELLÍSIMA ESCRITORA!
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Vendetta | Marco Reus | | EDITANDO |
FanfictionSe arrepentirá de todos sus desprecios porque así como me estoy sintiendo yo en estos momentos así lo haré que se sienta. No descansaré hasta que me diga que me necesita, pondré en juego todas mis cartas y si salgo perdiendo no me iré con las manos...