Vendetta | Marco Reus | | EDITANDO |

Podemos Pasar Una Noche Juntos

Rachel caminaba por las bellas calles de Dortmund. Amaba sentir el viento golpeando su rostro, y amaba más tomar el café por la mañana. Más si era una mañana cono esta con el cielo cubierto por las grises nubes. No había ni una mañana que no fuera a su cafetería favorita por ese delicioso café recién hecho. Llegó al pequeño CafeShop y se sentó en una de las mesas hasta el fondo cerca de la ventana, pidió un café con dos de azúcar y una de crema. Miraba por la ventana mientras disfrutaba de su delicioso café hasta que miró a ese rubio caminando sólo por la calle cabizbajo.

Se levantó rápido de su mesa, pago la cuenta y salió de aquella cafetería.

- ¡Marco! - exclamó de alegría al verlo. Él le sonrió y se saludaron de beso.

- ¿que haces por acá? - preguntó el rubio mientras metía las manos a la bolsa de su pantalón.

- me gusta venir todas las mañanas a esta cafetería - respondió la chica mientras mantenía su mirada al frente.

- el café de aquí es muy bueno pero ¿a donde vas? - Rachel lo miró por unos instantes.

- voy a casa de Mario, supe que estaba en la cuidad y decidí visitarlo.

- yo iré un día de estos, oye la otra vez me querías decir algo - Marco sabía muy bien lo que Rachel le quería decir pero no había como que ella se lo dijera, escucharlo de su boca sería como alimentar su ego y segur confiado que aún sería siendo atractivo.

- Marco, yo te quiero y me gustaría que tuviéramos una relación más allá de la amistad - el rubio sin querer soltó una carcajada provocando que las personas que caminaban a su alrededor los miraran.

- Rachel, no me hagas reír como puedes creer que tú y yo juntos - volvió a reír provocando enojo en Rachel. - yo no soy hombre de una sola mujer, aunque si quieres podemos pasar una noche juntos.

Rachel permaneció callada por unos instantes.

Rachel estaba profundamente enamorada de él por lo qie ella no quería pasar sólo una noche con él sino toda la vida. Era obvio Marco sabía lo que ella quería pero le daba igual así como le daban igual las chicas con las que se acostaba. Para él sería una chica más en su lista, aunque ésta sería diferente por lo sencilla y reservada que es.

- nos vemos después - Rachel se acercó para despedirse de beso en la mejilla como solían hacerlo pero Marco se volteó provocando que los labios de Rachel chocaran contra los de él.

La rubia con un poco de vergüenza se alejó de él y arreglo su tupé que se había desarreglado por el viento. Marco sólo sonrió de lado.

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Mario al oír el timbre de la puerta principal se levantó del sofá para abrir la puerta. Casi se desmaya al ver a la rubia parada frente a su puerta con una sonrisa. Él la tomó por la cintura y la levantó del suelo mientras ella se aferraba al cuello del castaño.

- te extrañé tanto - decía Rachel sin querer soltarlo.

- no sabes la falta que me haces, Rach, ya quería llegar - contestó Mario.

Ellos tenían aproximadamente unos cinco años de amistad. Se conocieron en las instalaciones de la empresa Puma Dortmund, ya que Rachel es diseñadora y trabaja en la empresa. Después de eso comenzaron a frecuentar más seguido en los mismos lugares donde comenzaron su amistad.

- ¿como vas con Marco? - preguntó Mario mientras le daba un sorbo a su vaso de agua.

- ¿como voy? Pues sigo enamorada de él, ya lo sabe pero él dice que no quiere vivir conmigo pero que si yo quiero podemos pasar una noche juntos - explicó la rubia pasando su cabello por detrás de su oreja.