¿Que Pasó Aquí?

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Rachel se despertó porque sentía que no podía respirar. Intentó moverse pero no pudo a causa de aquella mano tatuada que estaba sobre su cintura. Se quedó confundida pero después recordó todo lo ocurrido la noche anterior. Se quitó la mano de Marco provocando que el rubio se cayera de la cama. Rachel se puso rápido su pijama y miró a Marco con molestia.

- ¿que te pasa? - preguntó Marco aún no muy bien despierto.

- tú eres lo que me pasa, tú eres el causante de todo esto - comenzó a decir Rachel. - tienes que irte, Kevin no puede verte aquí - Rachel le levantó su ropa y de la tiró a las mano.

- ¿de cuando acá te importa lo que piense Kevin?

- desde que me pidió que fuera su novia, no quiero tener problemas con él - la rubia se sentía la mujer mas mala del mundo.

- ¿ahora si te importa? Pero anoche estabas desesperada porque te hiciera mía - gritó Marco.

Rachel abrió la boca para contestarle pero después se quedo callada. No supo que contestar, Marco la había hecho sentir que no valía nada. Se sentía estúpida, una más en el montón; no se podía sentir peor pues acababa de traicionar al mejor novio del mundo. Miró a Marco y se alejó de él al momento en que él intento tocarla.

- Rachel yo n...

- ¡vete! - Rachel salió de su habitación para ir a abrir la puerta. - no vuelvas a buscarme, ni mucho menos se te ocurra acercarte a Kevin o me conocerás quien en realidad soy - amenazó la rubia.

Marco tomó sus cosas y salió.

La rubia no podía con tanta rabia. Era una estúpida al pensar que Marco la amaría así como también fue una estúpida la entregarse a él. Gritó tan fuerte que pudo jurar que se había quedado sin voz pero eso no era lo que le importaba. Llegó a su recámara y no aguantó más con tantas lágrimas retenidas por sus vellos ojos. Esta vez no se detuvo para no llorar, se miró al espejo y vio lo estúpida que era. De coraje tiró todo lo que había sobre su tocador y cada rincón de su pequeña recámara.

- ¡soy una estúpida! Como fue capaz de hacerlo - decía mientras se veía al espejo.

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- Rachel, amor ¿que pasó aquí? - preguntó Kevin al ver el desorden en todo el apartamento. Rachel no pudo aguantar sus ganas de llorar por tanto amor que Kevin tenía hacia ella y ella simplemente no lo merecía - ¿te robaron? - preguntó.

Rachel asintió, mintiendole por segunda vez.

- ¿pero como? ¿lo reportaste?

- Kevin tranquilo, no me pasó nada. No se llevaron nada - contestó Rachel.

Kevin observó cada parte del apartamento antes de regresar a la sala de estar. Rachel lo miró por unos instantes y provocó que Kevin la mirara también.

- ¿me abrazas? - preguntó Rachel apunto de llorar. Kevin no dudó ni unos instantes para abrazarla, en los brazos de Kevin, ella se sentía protegida.

- lo mejor es que te vengas a vivir conmigo - sugirió Kevin. Rachel de ninguna manera aceptaría eso, ni después de lo que había hecho.

- no Kevin, no puedo aceptar eso - Rachel pensó en una excusa para no irse a vivir con él, no debía y no lo merecía - nada pasará, mejor ayúdame a limpiar para que todo este perfecto - el alemán le sonrió y asintió.

Kevin puso un poco de música para alegrar el ambiente. Kevin le alegraba a cualquiera que tuviera en frente, así como lo estaba haciendo ahorita con Rachel. Él bailaba e insitaba a Rachel para bailar y ella se dejaba llevar por él, era imposible no reír con un hombre así. Después de limpiar ordenaron una pizza para acabar con el hambre, mientras comían pusieron una película. Rachel no tenía muchas películas por lo que vieron "Crepúsculo" era la última parte y una de las favoritas de Rachel aparte de Harry Potter.

- ¡Quitale la cabeza Edwards! - gritaba Kevin al ver la pelea que estaban teniendo los vampiros.

- calmate, te dará un ataque - dijo Rachel poniendo su mano en el hombro de Kevin.

- pues si me da un ataque, me revives con un beso - Kevin tomó el rostro de Rachel y se acercó a ella para posar sus labios sobre los de Rachel.

- gracias, Kampl - Rachel volvió a besar los labios de Kevin.

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- te dije que no me buscaras - Rachel miraba hacia la recámara para ver si Kevin no aparecía.

- ¿que quieres que haga? No puedo estar sin ti - respondió Marco con voz desesperada.

- Aléjate de mi, yo amo a Kevin - Rachel colgó el teléfono antes de que Kevin pudiera escuchar algo.

Dejó el móvil en la mesa de centro en la sala de estar y regresó a la recámara donde estaba Kevin. Él se encontraba acostado en la cama observando cada paso que Rachel daba, era de mañana y le tocaba trabajar temprano. Se vistió con un vestido blanco con una faja en la cintura por la cual se podía ver su ombligo. Encima de éste se puso una pequeña chamarra de mezclilla amarilla. Dejó su cabello suelto y en el lado derecho hizo una pequeña trenza. Tomó su bolso blanco y estaba lista para irse a trabajar.

- Kevin, me voy a trabajar - susurró Rachel en el oído de Kevin.

- Amor, espera, yo te llevaré - contestó Kevin levantándose rápidamente de la cama.

- ¿me estabas espiando? - preguntó Rachel sorprendida.

- básicamente, si - contestó.

Rachel negó y esperó a que Kevin se pusiera un short y una playera seguido por sus nikes. Salieron del edificio tomados de la mano y se adentraron en el auto de Kevin. Durante todo el camino escucharon música, era muy temprano por lo cual Kevin iba callado. Era algo raro en él pero Rachel lo comprendía ya que era muy de mañana. Kevin se estacionó frente a aquella gran empresa, Rachel antes de bajarse le dio un beso en los labios a Kevin.

- nos vemos al rato sales temprano, ¿no?

- de acuerdo - contestó Rachel. - cocinas para mi - le guiñó el ojo y salió del auto.

Se adentró a la empresa y subió hasta su piso correspondiente gracias al asensor. Por fin las puertas se abrieron para dejar salir a la rubia quien estaba un poco desesperada. Caminó hacía su oficina y se detuvo en el escritorio de Alex.

- ¿Alguna novedad? - preguntó mientras observaba los diseños que había creado.

- el equipo está listo para el photoshoot del nuevo uniforme - Rachel asintió.

- gracias - Rachel se dio la vuelta pero volvió a regresar - no estoy pata nadie, por favor - Alex afirmó y Rachel siguió su camino.

Entró a su oficina y lo primero que vio fueron unas rosas blancas en su escritorio. Seguro Kevin se las había mandando, se acercó e inhaló el rico aroma de las rosas.

- me imaginé que te gustarían.

Rachel se volteó al escuchar aquella voz, y se encontró con la persona que menos quería encontrarse.

N/A:

HELLOO SWEETIES!

CHAN CHAN CHAN!

¿QUIEN SERÁ? MUUAAHHA ESPEREN CON ANSIAS EL PROXIMO CAPÍTULO! Espero que disfruten cada capítulo que escribo.

Las amo

Dios me las bendiga

Pd: BESOS DE CHOCOLATE POR PARTE DE MARCO, KEVIN Y SU BELLÍSIMA ESCRITORA!

Vendetta | Marco Reus | | EDITANDO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora