Vendetta | Marco Reus | | EDITANDO |

¡Detente!

Todos se quedaron sorprendidos al ver que Marco venía junto a Rachel. Nadie se esperaba eso, ni siquiera ella misma pero era la realidad. Todos murmuraban cosas sobre los dos o mejor dicho sobre ella mas que nada, ella solo se sentía halagada por todos. Miró a Marco quien le sonrió y la tomó de la mano, en la fiesta estaban todos los del equipo menos Kevin. La rubia debió suponerlo desde un principio, Marco no lo invitaría por lo que vio la noche anterior.

- ¿quieres algo de tomar? - preguntó Marco mientras pedía champán para él.

- lo mismo.

Marco le dio la copa a Rachel para después irse a bailar un poco. Todos los miraban confundidos por lo que paso en la fiesta anterior, no entendían la razón por la cual ahora estaban juntos. Lo que pasaba por la mente de todos era que quizás estaban en una relación o solo habían dado el hecho por olvidado. Rachel se sentía un poco intimidada por tantas miradas que no podía ni bailar tranquila.

- Marco, voy al baño - avisó regalandole una sonrisa.

Marco asintió dejándola ir. El rubio observó a Rachel mientras caminaba entre la gente, su mirada se fue directo al trasero de la rubia y después recorrió todo el cuerpo de Rachel con la mirada. Se fue a sentar a uno de los sofás que había en el club, tomó otra copa de vino y mientras la bebía su mente divagaba en la escena que había visto en la casa de Rachel. De solo imaginar aquel cuerpo algo dentro de él se encendía, nunca había visto a Rachel de la manera en que la estaba comenzando a verla. Siempre la vio como una amiga y nada más, pero ahora todo estaba cambiando. Sacudió su cabeza sacando todos esos pensamientos y se levantó del asiento; miró a todos lados para después ir a donde tenía pensado.

Rachel miró su móvil, tenía varios mensajes pero el que mas le interesó fue el que tenía desde las cinco de la tarde.

KevKev: Rach ¿podemos salir mañana? Se que tienes el día libre y quiero que salgas a distraerte (5:01pm, Leído)

La rubia estuvo a punto de contestar el mensaje pero unos labios en su cuello la hicieron tanto saltar del susto como la hizo sentir placer. Cerró los ojos al sentir como esos labios dejaban pequeños besos húmedos en todo su cuello. Las fuertes manos se paseaban por el vientre de Rachel provocando una gran excitación en ella. Al abrir sus ojos se dio cuenta que todo esto provenía de Marco, él era el que la estaba volviendo loca.

- Marc... - quiso decir al darse la vuelta para quedar frente a él.

- no digas nada, solo déjate llevar. - replicó Marco.

Con su mano derecha tomó a Rachel de la cintura mientras que con su mano izquierda la la tomó de la nuca para después unir sus labios en un beso lleno de lujuria. Las manos de Marco exploraban el cuerpo de Rachel como un explorador examina una isla pérdida recién encontrada. Los labios de Marco comenzaron a bajar por el cuello de Rachel para parar en sus senos; El rubio bajo el cierre del vestido de la próxima chica en su lista y desabrochó el sostén dejando a su vista aquellos pequeños y bien formados senos. Tomó la cintura de Rachel y la sentó en el lavamanos posandose en medio de sus piernas. Una de las manos de Marco jugaba con un seno de Rachel mientras que sus labios lamían y mordían el otro provocando que Rachel tirara su cabeza para atrás del placer que en estos momentos estaba sintiendo. La rubia se bajó para el lavamanos para poner a Marco contra éste, la corbata de Marco desapareció así como también lo hizo su camisa y cinturón. Rachel besaba a Marco lentamente excitandolo aún más, ella podía sentir como su hombría crecía a cada segundo.

Marco volvió a tomar control de la situación y pegó a Rachel contra la pared para volver a besarla. Mientras la besaba, una de sus mano bajó a sus panties dando un masaje a su feminidad por encima de ésta. La mano de Marco se adentró en las panties de Rachel dando los mismos masajes pero ahora mucho más excitantes porque Rachel podía sentir la cálida piel de Marco. El rubio estaba desesperado por adentrarse en ella, abrió los labios vaginales de Rachel para adentrar un dedo dentro de ellos. Rachel estaba perdiendo control de la situación pero no quería parar, quería más de él así como quería gritarle que la hiciera de él. No podía con tanta excitación, sabía que en cualquier momento explotaría. Cuando volvió de su pequeña pelea mental se dio cuenta que la hombría de Marco estaba entrando dentro de ella.

- ¡detente! - exclamó Rachel casi sin quererlo decir. Marco la miró confundido, quería descargar su excitación porque si no lo hacía su hombría le comenzaría a molestar por la misma razón. - me tengo que ir - se disculpó conforme se ponía el vestido y arreglaba su cabello.

- no puedes hacer esto - reclamó el rubio esperando una respuesta.

Sin embargo Rachel le dio la espalda y sonrió.

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Rachel se despertó muy temprano, era domingo. Tenía el día libre y lo que mas mas le alegraba era que saldría con Kevin, mejor dicho, lo que más le alegraba era haber dejando a Marco con tremendo paquete. Ella sabía muy bien que Marco estaba cayendo en su juego y eso la llenaba de mucho orgullo.

Se levantó y se dirigió al baño para darse una ducha. Mientras el agua caliente la relajaba Rachel recordaba la escena de anoche. Podía sentir las manos de Marco recorrer su cuerpo milímetro por milímetro, por una parte se sentía mal pero por otra satisfecha después de todo sólo era una revancha por todas las que le había hecho. Salió de la ducha mucho más relajada, se arregló para Kevin con un vestido gris con pequeñas flores rosas y una pequeña faja gris oscuro en la cintura. Metió sus pies a unos zapatos sin tacón negros y dejó su cabello suelto. Se maquilló lo normal para que no se le vieran las ojeras del desvelo.

El timbre retumbó en toda la casa, supuso que era Kevin por lo que tomó su bolso y salió del apartamento encontrando a un Kevin muy apuesto. Vestía un pantalon de mezclilla pegado al cuerpo y una playera roja que resaltaba muy bien en él. Unos botines nikes rojos y su típico peinado.

- este día será inolvidable - dijo Kevin conforme subían al auto.

La verdad Rachel no sabía de qie se trataba pero esas palabras hicieron que en su piel se erizara hasta el más diminuto vello que tenía.

N/A:

HALLO SWEETIES!

POBRE MARCO, LO QUE QUIERE Y NOMAS NO LE OERMITEN! APRENDAN QUE A TODAS NOS TIENEN QUE RESPETAR Y AMAR O SUFREN COMO LO ESTÁ HACIENDO MARCO, nah mentirah.

Espero y disfruten cada capítulo!

No olviden comentar que es gratis y el botón no muerde!

Las amo

Dios me las bendiga

Pd: BESOS DE CHOCOLATE POR PARTE DE MARCO Y SU BELLÍSIMA ESCRITORA!