Vendetta | Marco Reus | | EDITANDO |

Tiene Que Ser Un Error

Rachel lloraba en la bañera. El agua caía sobre su cuerpo, quería morirse, se sentía sucia y muerta en vida. De solo recordar lo que había pasado hace unas horas atrás, le daban ganas de tirarse por la ventana o dormir y nunca despertar. Kevin la había lastimado mucho tanto físicamente como psicológicamente; no quería salir de la bañeras hasta que se le quitara la suciedad. Ahora se arrepentía de haber creado esa absurda venganza, porque en vez de destruir a Marco jamás se dio cuenta que se estaba destruyendo ella sola. Era difícil asimilar lo que Kevin le había hecho.

No sabía cuanto tiempo había pasado en el baño pero al salir todo seguía igual. Conforme salió del baño se subió a su cama y abrazó sus pies con sus mismas manos. En estos momentos extrañaba la compañía de su papá, él siempre tenía la solución para cada uno de los problemas de su pequeña y adorada hija.

- estoy perdida - se dijo a sí misma.

Su vida estaba acabada. Ni siquiera tenía el valor de mirarse al espejo porque sabía que no era ella quien estaba ahí. Tenía un moretón en el ojo y otro en su labio. Se acurrucó en la cama cerrando sus ojos deseando no despertar.

En un lugar lejano de la vivienda de Rachel, se encontraba Kevin. Su casa estaba hecha un desastre, tenia una botella de tequila en su mano de la cual bebía directamente. En su otra mano se encontraba la foto de una hermosa mujer. Ella era la primer mujer a la que él había amado y a la cual había perdido de la misma manera en que acababa de perder a Rachel. El viejo Kevin volvía a estar presente y eso era a lo que más le tenía miedo. Desde hace tiempo que no actuaba de esa forma, pero no se pudo contener.

- Camila, volví a perder a la persona que más amaba - decía conforme bebía de la botella. Sus lágrimas caían por sus mejillas, se sentía estúpido. Pero tampoco se arrepentía de haber hecho lo que hizo porque de esa manera había dejado en claro que él no era ningún estúpido.

Tomó las llaves de su auto y salió de su casa. Manejó hasta llegar a la residencia donde vivía Marco, tocó la puerta hasta que el rubio le abrió la puerta. Marco hizo una mueca al ver en el estado en que Kevin estaba. Olía a alcohol y eso no le agradaba nada a Marco.

- ¿que haces aquí? - preguntó Marco. Kevin comenzó a reír.

- vengo a decirte que ya me cobre con Rachel lo que ustedes dos hicieron.

Marco tomó a Kevin del cuello y lo pegó contra la pared.

- ¿que le hiciste a Rachel? - Marco se estaba saliendo de control. Kevin volvió a reír provocando que cierta intriga atacara a Marco.

- la hice mía, ella suplicaba que no pero de todos modos lo hice - el puño de Marco apretó más la camisa de Kevin y el otro golpeó la cara de Kevin.

Kevin le tiró un golpe a la cara de Marco pero falló porque Marco estaba sobrio y fue más hábil para golpear el estómago de Kevin. Iba a golpear a Kevin una vez más pero Aubameyang y Durm corrieron para separarlos, Marco forcejeaba para quitarse a Aubameyang de encima pero no pudo.

- sueltame, déjame partirle la cara a este imbécil - decía Marco.

Erik se llevó a Kevin mientras que Aubameyang trataba de calmar a Marco aunque todos sus intentos eran en vano. El rubio se soltó del agarre de aquel moreno y se metió a la casa para agarrar las llaves de su auto y montarse en el. Lo único que escucho fue a Aubameyang gritarle que parara.

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- Rachel, abre la puerta por favor - pedía Marco conforme tocaba la puerta. Tenía tres días viniendo a tocarle la puerta pero no obtenía respuesta alguna.

Estaba desesperado por entrar y ver a Rachel para decirle que todo estaría bien. Quería pedirle perdón por haber sido un estúpido y no darse cuenta de la mujer que tenía a su lado. Ella no le respondía y eso lo desesperaba a un más.

El recepcionista subió para parar al maniático que tocaba la puerta. Los vecinos de Rachel se habían quejado por los fuertes toques a la puerta.

- joven, por favor - dijo el hombre de unos cincuenta años. - deje de tocar la puerta o pagará por ella - aquel hombre hablaba tan despacio que alteraba los nervios de Marco.

- ¿podría abrirme la puerta de este apartamento? Rachel no contesta ye tengo miedo que algo malo le haya pasado - explicó el rubio.

- uh no joven, pierde su tiempo.

- ¿como dice? - preguntó Marco confundido.

- pierde su tiempo, la joven que vivía aquí se fue hace dos días - Marco negó repetidas veces. No podía asimilar lo que el recepcionista le estaba diciendo.

- tiene que ser un error.

- compruébelo usted mismo - Frank, el recepcionista le abrió la puerta.

Marco entró dándose cuenta que todo estaba como nuevo. Buscó todo el apartamento algún rastro de Rachel pero no encontró nada mas que una foto de ella tirada en el suelo de la recámara. La tomó en su mano y la besó.

- como no me pude dar cuenta antes de todo lo que sentía por ti - dijo Marco mirando los bellos ojos de Rachel - pero creo que llegué demasiado tarde - soltó un suspiro.

Se sentía un tonto por no haber abierto antes los ojos y darse cuenta que estaba enamorado de ella desde hace tiempo. Se odiaba por haberla rechazado todo el tiempo y por todas las cosas horribles que le había gritado. Su impotencia y miedo por no querer compromiso lo orilló a un camino sin salida, sin saber que Rachel era la salida de todo ese mundo oscuro.

Rachel se había marchado con su autoestima por los suelos. Se había marchado sabiendo que la venganza sólo la destruyó a ella mientras que a Marco ni siquiera lo lastimó. Pero lo que ella no sabía era que había conseguido lo que quería porque Marco se había quedado sin ganas de volver a estar con otra chica. Su ego para él no existía ni mucho menos lo ayudaba. Por primera vez se había dado cuenta que no todas caerían rendidas a sus pies.

Rachel debería estar orgullosa por eso, más sin embargo, lo único que sabía era que con su venganza había acabado con su felicidad. La felicidad que quizás nunca volverá.

N/A:

Hallo lindas!

Espero que disfruten cada capítulo que escribo con todo mi amor. Yo siempre trato de Complacerlas y espero que así sea.

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Las amoooo

Dios me las bendiga

Pd: BESOS DE CHOCOLATE POR PARTE DE MARCO, KEVIN Y SU BELLÍSIMA ESCRITORA!