-Emma!
-que?-respondo tapándome los ojos del sol, aún era temprano a quien se le ocurriría levantarme a esta hora.
-Tenemos que ensayar para mañana.
-James, porque no te adelantas.
Y luego pum! Un golpe en mi cara con una almohada, agg.
-te dije que te pararas- dice james con voz de hermano mayor.-tienes cinco minutos.
-Relájate un poquito quieres?
-Emma levántate, o le diré a mis padres.
-James ya no soy una niña chiquita, corre anda ve a decirles.
-Bueno tu pasaras el ridículo sino vas al ensayo.- me dice molesto, ya extrañaba la pelea de hermanos con Jordán nunca hubo oportunidad de pelear porque casi nunca estaba y era demasiado maduro.
-Ya!, solo dame cinco.
-de acuerdo- al parecer le gusto mi respuesta y me creyó porque salió rápido.
Comencé a cambiarme, me puse un vestido mas sencillo que el de ayer, este era color rosa claro, y me llegaba hasta las rodillas tenía mangas cortas con olan y el cuello era en forma de V, lo combine con unos zapatos negros y me sujete el cabello en una coleta alta.
Cuando salgo de mi habitación veo a Jordán y me dirijo a saludarlo antes de que se vaya.
-Jor!!
-Ana.
-Ya te vas?
-Ya tengo que volver a la aldea a arreglar unos asuntos importantes.
-oh, explícales bien todo, como sea ya te conté como estuvo, por cierto como te enteraste que yo estaba aquí?
-Vine a la oficina del palacio a dejar unos papeles tuyos de que te encontrabas desaparecida, y luego oí la alarma de que las brujas habían entrado todos salieron corriendo incluyéndome y luego ahí te vi peleando junto con los demás.
-Llegaste rápido al palacio a decir verdad.
-Bueno me tengo que ir.-me dice cortante, como si no quisiera hablar de eso.
-adiós.
-Adiós Ana.-Me dice y comienza a caminar de una forma extraña lo había notado raro pero hoy abuso, ya después tendré tiempo de pensarlo bien.
Empiezo a caminar al salón principal para el ensayo del día de las sentencias como sea yo soy la que lo necesita mas que todos aquí, estoy segura que lo están haciendo por mi el ensayo, ellos ya lo han hecho cientos de veces no necesitan ensayar.
-Emma, los deberes de una princesa son siempre llegar temprano.
-Lo siento.-Le digo incomoda a la reina.
-Esta bien solo acomódate y yo te iré dando instrucciones.
Comenzamos con lo mas sencillo la entrada y la reverencia , yo tengo que salir detrás de James y al llegar a mi mini trono antes de sentarme hago una reverencia y tomo asiento delicadamente con la cabeza en el alto, eso lo pude hacer a la perfección, aunque me lo hacen ensayarlo mas de cuatro veces.La reina comienza a darme instrucciones sobre la postura que debo mantener durante las sentencias, en este punto me sentía mal por James al fin había recuperado a su hermana menor y el día de mañana ya no la vería, bueno solo mientras me escapo pero es algo que yo tengo que hacer tengo que volver a mi aldea esta no es mi vida.
-Emma-una voz me saca de mis pensamientos.
-Que?
-Se dice mande- me reprende la reina.-, te hable y no me contestaste, te estaba diciendo que mientras estemos sentados debes mantener una postura recta, y las manos sobre tu regazo.
-Eso no es difícil-le digo sonriendo.
-Lo será, tu no estas acostumbrada a sentarte correctamente.
-Bueno para mi no será difícil-digo mientras levanto una ceja, james estaba quien sabe donde y solo yo tenía que ensayar esto era tan injusto.
-Emma, te tendrás que quedar aquí ensayando hasta que no te canses de la posición, y luego aprenderás a caminar con tacones.
-Oh, no se preocupe que cuando a mi me enseñan algo lo aprendo bien.
-Me alegro, serias un peligro si aprendes malas cosas, solo sigue mi camino querida.-y se va sin mas, cada día me hace sentir odio hacia ella pero también amor es algo extraño al final acaba siendo mi madre, comienzo a practicar la postura es agotador estar así sentada pero no me voy a detener le tengo que demostrar que yo si puedo si me lo propongo, me levanto y practico mi salida tengo que volver a hacer una reverencia en respuesta de los demás que asistirán ellos se ponen de pie y yo hago la reverencia, estoy ensayando pero después de un rato decido ir a descansar un poco ya es tarde me he pasado todo la mañana ensayando.
Cuando entro a mi habitación me dirijo a mi cama a recostarme un rato pero al llegar noto que hay una nota ahí.Ƙαϯհεɾίηα,
ɕմίδαδσ εη զմίεη ɕσηƒίαɾ ησ ϯσδσ ςմεʆε ςεɾ ʆσ զմε Թαɾεɕε, ψα ɕαςί ες ϯմ ϯίεʍԹσ δε ίɾϯε δε εςε ɕαςϯίʆʆσ, ϯε εςԹεɾαɾε εη εʆ ɓσςզմε εʆ ɕհίɕσ ϯε ɡմίαɾα.αʍαԹσʆα.
Bueno ahora sabia que esa bruja casi no sabia escribir o ale nos no tenía bonita letra, pero ahora sabia que ella se llama Amapola. Cuando la viera tenía que preguntarle como termina la historia de esas dos hermanas sonaba interesante, pero por ahora me metería a bañar, ya estoy demasiado mugrosa.Decido dormir un rato así que me pongo un camisón verde jade y me acuesto.
-Emma, despierta-me dice el rey.
-lo siento me he quedado dormida seguirá ensayando solo me cambio y listo.-digo seriamente.
-Emma acaso no me recuerdas?
-Si eres el rey.
-Y tu padre.
-Lo sé.
-Es todo lo que tienes que decir?
-Am hola
-Emma, eres una buena chica pero me doy cuenta que ya no nos quieres como tu familia pero no te preocupes, te daremos tu espacio y el tiempo que necesites.-me dice con una sonrisa triste
-Gracias supongo.
-bueno mejor ve preparándote para la cena.- me da una cálida sonrisa y se va.
Al parecer me quede mas tiempo dormida del que esperaba ya era de noche,pero no iba a utilizar tacones me cansaría mucho al caminar hacia el bosque y no podría correr tan rápido, utilizare unos zapatos bajos , espero que Amapola tenga mi ropa de cazadora porque no la he vuelto a ver desde que me la quite y apenas la compre aun no puede ir a la basura.Me dirijo al gran comedor, y mientras camino por el pasillo me doy cuenta que hay muchos cuadros míos de cuando era pequeñas, unos con james otros sola y unos solo donde no salgo yo ,solo el rey la reina y James, todos lucen tristes menos ella.El pasillo tiene muchas puertas escaleras y pasadizos es muy grande pero para llegar al gran comedor tengo que bajar las escaleras y dar vuelta a la izquierda, siempre he tenido buena memoria para los caminos es un don fabuloso.
Cuando llego me doy cuenta que ya me están esperando ese no era un don por mas que tratara siempre llegaba tarde.
-Emma, tendrás que trabajar más en tu puntualidad , esta mañana te disculpaste por lo mismo y no te veo muy arrepentida.-dice la reina intentando ocultar su enojo sin éxito.
-Eso es por que no lo estoy.-le digo mientras me siento.
-Bueno, eso diste a entender al disculparte.
-Oh en ese caso no me vuelvo a disculpar para que no se confunda.
-Bueno será mejor que nos empiezan a servir.-dice el rey que está dirigiendo la mesa y la reina esta enfrente de el, James y yo estamos sentados juntos.
Comienzan a traernos los platillos, el primer platillo no me convence mucho pero cuando llega el segundo sabe delicioso , cuando acabamos el segundo platillo, la reina me pregunta algo.
-Bueno que te pareció Max , ayer los vi muy juntitos.-me dice sonriendo, se me había olvidado por completo el.
-Es una gran persona.
-Y muy guapo y de muy buena familia.
-Madre, todos los que ayer asistieron al banquete eran reyes y reinas , príncipes y princesas todos son de buenas familias.-dice james riendo.
-A lo que me refiero es que el es mejor que las otras familias reales y no nos vendría mal una alianza.
Acaso esta mujer esta insinuando que me case con el.
-Bueno lo que importa es el corazón no el dinero-le digo seria.
-si pero en nuestra posición no te podemos permitir cazarte con un aldeano.
-Yo era una aldeana.
-Es diferente, tu naciste aquí.-dice la reina con tono más serio que el de antes.
-Tu eres diferente-digo casi levantando mi voz- eres egoísta y juzgas sin conocer, tu no sabes ser reina y no mereces el título.
Toda la mesa guarda silencio y cuando al fin la reina me voltea a ver ,siento como si estuviera cayendo en un profundo y oscuro hoyo negro que no tiene fin.
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La cazadora de brujas
FantasyAna katherina una chica que vive en una de la mas pequeñas aldeas del reino donde habitan todos los cazadores de brujas , o al menos los que aun siguen con vida,ella amaba sentir la andrenalina corriendo por sus venas hasta que un día un sirviente d...