Slow death libro 1.

2.

Me escondo detrás de un frondoso y gran roble, espere hasta que el grupo se fuera, escuche como algunos gritaban mi nombre, pero yo hacia caso omiso a sus gritos, solo podía pensar en esa voz que me hablo. ¿Será mi abuelo? O ¿solo estaré perdiendo la cordura? Creo que es la segunda, cuando notaron que sus esfuerzos no rendían fritos, se resignaron y se fueron sin mi. Saque de mi mochila mi linterna y la prendí. Era de noche, eran casi las 10:00 pm, y ya había caído la noche, era sencillamente hermosa, azul como el océano, llena de estrellas. Observe un pequeño riachuelo junto a un par de arboles frondosos, visualice una roca y camine hasta ella, me senté y observe el riachuelo. La luna estaba llena y se reflejaba a la perfección en el riachuelo. Después de estar ahí un par de minutos escuche un gruñido, sentí como me observaban, volví a escuchar el gruñido y voltee y observe un lobo blanco de ojos azules. El me gruño, pero por alguna razón sabia que aquel bello animal no me atacaría, en lugar de eso, observe sus ojos y vi nobleza, ¿sufrimiento? Y ternura, el camino hasta donde yo estaba, me puse en cuclillas y acaricie el hocico de aquel animal. Sus ojos brillaron, aquel hermoso lobo se echó en el piso, yo me senté con las piernas cruzadas y el colocó su cabeza sobre mi pierna derecha. Acaricie su lomo mientras disfrutaba de su compañía. Después de unos minutos el lobo se volvió a colocar en cuatro patas y se acercó a mi, me olfateo un poco y después gruño, levantó su pata derecha delantera y me rasguño el brazo, chille de dolor y note como salía la sangre de mi brazo, después de eso, comencé a sentir los párpados pesados, caí al frío y húmedo suelo lodoso. Mi vista se nubló y ya no podía ver con claridad, note una sombra de un hombre, sentí como me alzaban del suelo lodoso y me pegaban a un frío pero duro y bien marcado abdomen. Segundos después caí en brazos de Morfeo.