12.

994 80 2
                                    

Me quede congelada en mi lugar, no sabia que hacer o decir. Sentía que por un minuto mi corazón se había parado. Mi cerebro había perdido la capacidad de darle ordenes a mi cuerpo, para hablar o hacer algo. Sin pensarlo, solté de golpe mi respuesta.

- Si -. Dije insegura, sabia que estaba metiéndome en la boca del lobo (literalmente) al dejar que Aaron reviva el amor que hubo entre nosotros. Pero correría el riesgo.

- Te amo -. Me abrazo provocando que mis pies dejaran el piso, me dio vueltas en los aires. Estaba feliz, por fin era feliz. Pero nuestra felicidad no duro mucho, puesto que gruñidos se escucharon a lo lejos, junto con pisadas que se resonaban cada vez mas cerca de nosotros. - Debemos irnos de aquí. Ya -. Sabia a que se refería, el peligro venia pisando nuestros talones.

- Pero ¿y tus cosas? -. El se encogió de hombros restándole importancia.

- Vámonos -. Fuimos hasta la puerta trasera y salimos por ahí. Aaron se volvió a transformar en aquel hermoso animal que yo tanto admiraba. Me volví a montar en su lomo, y el comenzó a correr como alma en pena.

Mientras el aceleraba su carrera, podía ver mas cerca la salida del bosque, pero mas lejos la cabaña y el bellísimo bosque. Necesitaba respuestas, pero no sabia donde buscarlas. Cuando estuvimos por completo fuera del bosque, volví a estar acompañaba por aquel romántico hombre. Estábamos a salvo.

- Iremos a mi departamento, no puedo estar en casa de mi abuelo -. Mi voz se apago, lo extrañaba demasiado. Aaron me abrazo.

- El estará contigo siempre cariño -. Eso me puso aun mas nostálgica. El lo noto -. Perdóname, solo el solía llamarte así -. Le dedique un intento de sonrisa.

- Vámonos -. Comenzamos a caminar hasta la carretera, note como Aaron se tensaba junto a mi -. Calma Aaron, estarás bien -. Le di un casto beso en la mejilla. Tomamos un taxi, le di al conductor la dirección de mi departamento. El viaje fue rápido. Silencioso. Incomodo. Llegamos en 20 minutos, pague el taxi, ya que Aaron no tenía dinero. Entramos al edificio y caminamos un rato, subimos por el ascensor hasta el 5 piso. Llegamos hasta mi departamento.

- Puedes dormir en la habitación de invitados -. El negó.

- ¿Puedo dormir contigo? -. Hizo un puchero, reí. No podía negarme a tan linda cara.

- Claro -. Sonreí, nos sentamos en el sofá de cuero y comenzamos a platicar. El me contaba todos los recuerdos que tenía de cuando e l y yo éramos pareja. Era impresionante, no podía crees que había olvidado el inmenso amor que alguna vez llegue a tener por el. Me sentía estupida por no haber indagado en mi vida pasada. Tres suaves golpes se escucharon en la puerta. Me pare y camine hasta ella, tome el pomo y al abrir la puerta, mi corazón callo hasta mis pies.

- James -.

Oh no, ah llegado James, auch ¿que pasara? ¿Quién es este joven desconocido? Bueno quiero agradecerles sus votos y comentarios. Me hacen feliz, pero hubo uno que me hizo reír. Es de una chica o chico llamada(o) MoonKnife, que escribió #Team_Aaron, y pensé ¿porque no? Así que ustedes comenten:

#Team_Aaron

#Team_James

Slow death libro 1.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora