Capitulo 8

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Aquellos rugidos estruendosos me despiertan con osadía. Doy un gruñido por despertar y, tambien, por amanecer con hambre y frío. Me siento con delicadeza y tranquilidad. Ese rugido sigue aquí, y es tan familiar que me digo a mí misma que se han abierto las puertas y que él sol se ha escondido entre el cielo nublado, pero sigue allí alumbrando. Me asomo al ver a uno de los habitantes hablando entre sí, en frente de una de esas puertas que llevan al laberinto.

Me afirmo en los barandales del mirador con algo de sueño y noto que Alby entra a corridas cortas hacia el laberinto y Newt se da la vuelta, de una forma preocupada, de lo que pueda pasar. ¿Acaso Alby fue a encontrar a Minho y a Thomas? Me preocupo por él, siento que esto habrá consecuencias. ¿CRUEL, estarás planeando algo para matarlos? No quiero que eso suceda, no quiero que ellos paguen por mi culpa.

Me muevo como si estuviera perdiendo el tren, me levanto algo débil, pero eso no me importa. Bajo por las escaleras y llego al suelo, me mareo un poco, pero cobro conciencia luego de unos segundos. Veo a Newt que cojea de una manera minuciosa. Pasa su uñas de sus manos largas a su cien, y comienza a rascarse de una manera descontrolada, creo que no se dado cuenta de aquello que lo pone nervioso.

Al verme, se detiene por completo, su manera de ser cambia bruscamente y decide seguir caminando.

- Newt, ¿donde fue Alby? –pregunto, dando unos pasos hacia él.

- Eso no debe de importante, larcha –gruñe entre dientes.

Lo quedo mirando mientras pasa por mi lado, como si fuera un fantasma que él no quiere ver en su vida.

Me siento desplazada al quedarme sola junto con el amanecer que está azulada.

Subo nuevamente al mirador y tomo mi mochila. Bajo y me dirijo a los baños. Me doy una ducha corta y me cambio de polera que estaba sudorosa y los pantalones húmedos por la lluvia de anoche, aunque solo he traído eso, en ropa. Cuando salgo de los baños me encuentro con Gally, afirmado en la puerta, como si me estuviera esperando. Sigo caminando, bajando la cabeza, sin decir nada, siento que él me detiene, tomando mi brazo con firmeza.

- Alby, antes de irse, me ordenó que te dijera que tienes que comer algo y comenzar ya a trabajar. No queremos holgazanes –gruñe.

Asiento sin más. Él me suelta y sigo con mi camino. Voy al mirador sin mirar atrás y dejo mi mochila al lado de mi cama, luego bajo y voy al comedor, cuando me espera Sartén con los brazos cruzados. Jamás lo he visto tan serio. Nadie ha llegado aún a comer. Me acerco, de una manera tan tímida que a Sartén da una carcajada libre. Me pasa la bandeja y un jarro con jugo. Le agradezco y camino hacia una mesa. Me siento y comienzo a comer. Veo que todos comienzan a llegar de a poco.

Me siento aliviada y apresurada en comer, como si la adrenalina se apoderara de mí con fuerza, ya que no he comido casi un día y medio. Noto sus miradas inoportunas hacia mí, con susurros que no logro escuchar. Siento por desgraciada que al saber que nadie quiere hablar conmigo, pero alguien se sienta a mi lado. Teresa me sonríe amistosamente, me toma de la mano y me mira con tranquilidad.

- Todo estará bien, Ariel. Ellos volverán, y yo creo en ti, solo quieres protegernos –dice soltando mi mano y comienza a comer-. Lo que pasa es que estos larchos, como son hombres, tardarán más en confiar en ti, son más caprichosos.

Me río al saber que es verdad.

- Gracias.

- No tienes qué, solo ten fe de que ellos volverán.

- Hey garlopas ¿Qué tal? –escucho la voz de Shuck.

Levanto la cabeza de golpe y veo que él se sienta junto con nosotras con esa sonrisa que él me había dirigido cuando llegué a esta Área. Pero luego su sonrisa se va de inmediato.

Survival en el Área #1 (Newt y Ariel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora