𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

20.

Capitulo 20.

Nunca pensé que Harry podría estar aquí, hace días que no hemos cruzado palabra. Yo he estado tan envuelta en mi propia burbuja con Niall, que apenas he sido consciente del teléfono.
Ni siquiera me atrevo a mirar a Niall cuando salgo de la cocina rumbo a la calle.
Harry está apoyado en auto y sus ojos se iluminan al verme. Un poco nerviosa me acerco y lo saludo.

-Hola, Harry —Sonrío.

-Hola, Ry ¿Como estás? —acercándose me da un beso en la mejilla.

-Bien, un poco sorprendida de verte aquí pero bien —Él y yo sonreímos —¿Como estás tú?

-Bien, muy bien.

-Y cuéntame... ¿Que te trae por aquí?

-Solo pasaba a saludar.

-Oh —Susurro.

-Hace días que no hemos hablado, me has dejado abandonado.

Sonrío.

-Nada que ver, no es así —Lo observo —¿De verdad solo pasabas?

-Sí ¿Recuerdas a la chica que mencione una vez?

-Sí, la chica por la cuál terminaste conmigo —Digo y su sonrisa tiende a desaparecer.

-Bueno, si lo dices así no suena bien.

-Creo que de la forma en que lo diga no suena bien —Bromeo y él se ríe —Pero cuéntame ¿Has vuelto con ella?

-Sí, estamos saliendo otra vez. Ella vive cerca, así que por eso pensé que podría pasar a verte, te he echado de menos.

-Yo también a ti.

-¿Somos amigos verdad? —Pregunta —Tú sabes que deseo serlo, independientemente de lo que haya existido entre nosotros.

-Claro que sí.

Él sonríe y luego se acerca demasiado. Sus brazos envuelven mi cintura dejándome sorprendida. Me lleva varios segundos, devolverle el abrazo.

-Te quiero, Rylie —Dice —Espero que encuentres a alguien que te haga feliz y te ame mucho.

-Gracias, Harry. Yo también lo espero.

Él se aleja y me observa.

-Nos leemos entonces, y quizás nos vemos más adelante.

-Claro, cuando quieras.

-Bien, me voy. Me alegra haberte visto, fue buena idea venir.

-Gracias a ti por venir, cuídate. Te quiero.

-Yo más.

Él se aleja con una sonrisa en los labios. Lo observo hasta que se pierde calle abajo e increíblemente no quiero entrar en casa.
Sé que Niall no debería estar molesto, pero es tan jodidamente complicado que quizás ya esté echando humo por las orejas.
Cuando al fin me decido entrar, vuelvo a la cocina. El lugar está vacío y todos los ingredientes que dejé sobre la mesa continúan en el mismo lugar.
No se adonde se habrán ido, pero es mejor así.

Una hora después, mi estómago ruge al sentir el exquisito olor que proviene del horno. Caminando hasta el jardín, busco a los chicos, pero no están, así que subo las escaleras y toco la puerta de mi hermano. Él aparece a los segundos después.

-La cena está lista —Le hago saber y él sonríe.

-Huele exquisito, gracias hermanita.

-Uy, que cariñoso estás.