23.

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Capítulo 23.

Debería intentar dormir, pero en vez de eso, solo puedo aferrarme a Niall y acariciar su cuello en medio de la oscuridad. Él también está despierto, siento las yemas de sus dedos en mi cintura.
Pienso en nuestro encuentro de hace un rato, de las cosas que hacemos porque ambos queremos. Estar justo ahora viviendo esto con él es un sueño ¿Cuantas noches desee que esto fuera realidad? Muchas veces pienso que vivo dentro de una fantasía, que en cualquier momento despertaré y me encontraré aquel chico detestable que apenas podía mirarme, que apenas me dirigía la palabra.

-Deberías dormirte —Susurra sacándome de mis pensamientos.

-No —Aferro mi brazo a su alrededor y lo escucho reír —¿Mi hermano no ha vuelto a escribirte?

-No. Aún tengo su mensaje allí, no tengo la intención de responder. Quiero a Liam, pero debe entender que tengo una vida también y que no tengo porqué darle explicaciones de todo lo que hago, tú me has hecho entenderlo y sé que tienes razón.

-Vaya, jamás creí que te escucharía decir algo así.

-Sé que he dicho que quiero decírselo, esto que ambos tenemos. Y una parte de mí, desea hacerlo, porque estoy cansado de escondernos, no hacemos nada malo, Ry —Me explica —Pero no quiero que tengas problemas con él, puedo esperar.

-Niall, yo también deseo que todo el mundo lo sepa. Eres... Bueno... Mi primera relación... La primera vez que estoy con alguien, pero... —

-Los peros, siempre arruinando todo.

-Sí, lo lamento. Pero no quiero arruinar esa amistad que tienes con Liam desde que eran pequeños, no podría soportarlo, ustedes son como hermanos.

-Él deberá aceptarlo en algún momento, Rylie.

-Lo sé. Yo quiero estar contigo siempre, no quiero alejarme de ti.

-Eso jamás ocurriría. Él podrá no quererme cerca de ti, pero no es su decisión.

-Tienes razón, pero no puedo evitar pensar en el momento en que se entere. Tu y yo sabemos lo que pasará y no será bonito.

-Lo tengo claro, no me he olvidado de todas aquellas veces donde me advirtió que no podía poner mis ojos en ti —Me recuerda —Ya sabes, él jamás aceptará que todo lo que hacía es parte del pasado.

-Es un idiota sobreprotector.

-Él solo quiere lo mejor para ti, cariño.

-Y lo mejor para mí, eres tú —Niall se ríe.

-Te amo, Rylie —Susurra buscando mi cuello.

-Y yo a ti, sin importar lo que pueda suceder. Te amo, ahora y siempre —Respondo acariciando su cabello mientras siento sus labios besarme suavemente justo bajo la oreja.

-¿Me amas mucho? —Susurra con voz melosa besándome otra vez, justo allí donde mi vello se eriza.

-Sí, mucho mi amor. Me gusta sentir tus labios en mi piel, podría pasar horas así.

-Lo sé —Dice —Me gusta ser cursi cuando estoy contigo. Solo tú conoces esta parte de mí.

Sonrío.

-Chico rudo.

Él se ríe.

-No me gusta mostrar mis sentimientos, pero contigo es diferente, quedo totalmente expuesto.

-Me alegra —Ambos noa reímos.

-Haz silencio.

-Perdón, perdón. Si no quieres dormir, continúa besándome, justo allí, se siente bien.

-¿Aquí? —Susurra deslizando su lengua por mi cuello, casi suelto un gemido.

-Sí, otra vez.

Él me complace, me acaricia y enciende mi piel. Quiero culpar a mis hormonas, es lo mejor.

-Quiero decirte algo —Susurra.

-Sí.

Niall se ríe.

-Déjame decírtelo.

-Te escucho, tonto.

-Estoy locamente enamorado de ti.

Abro los ojos de golpe, sé que no puedo verlo, pero intento hacerlo en medio de la oscuridad que nos rodea. Mi corazón palpita con fuerza y las maravillosas mariposas inundan mi estómago.
Acercándome a sus labios, lo beso profundamente. Nos hemos besado muchas veces, pero está vez dejo mi alma y mi corazón en este acto.
Un segundo después, su exquisita lengua se enreda con la mía. Sus manos me sostienen con fuerza la cintura, me empuja hacia él y termino a horcajadas sobre sus caderas.
Nos besamos por largos minutos, no intento moverme sobre él, solo quiero disfrutar de este momento tan único y nuestro.

Pero él, no me hace las cosas fáciles. Puedo sentir sus manos en mi espalda, bajo mi camiseta. Lo siento descender por la curva de mi trasero y empujarme contra él, para que sienta su dureza. Suelto un jadeo sobre su boca, ambos lo queremos, pero aquí no es el momento.
Alcanzados su labio inferior, lo tomo entre mis dientes y tiro de el con suavidad, sacándole un gemido de placer.
Maldita sea ¿Porqué la tentación es tan grande? Ahora comprendo las palabras de mi madre hacía Liam, cuando le decía que no hiciera tonterías, como dejar embarazada a una mujer, por el simple hecho de no pensar con la cabeza, si no con otras partes del cuerpo.

Antes no lo entendía, me unía a las palabras de ella a pesar de que mi hermanito me decía que mantuviera la boca cerrada. Pero ahora, lo comprendo.
Es difícil mantener la mente fría cuando lo único que deseas es estar con la persona que quieres.

-Yo también lo quiero, cariño.

-¿El qué? —Susurro sobre su boca.

-Ya sabes qué.

Sonrío.

-¿Estaremos siendo muy hormonales? —Pregunto y él se ríe.

-Bueno, es cosa de ver la edad que tenemos.

-Sí, somos unos malditos hormonales. Y no estoy frustrada por ello, para que lo sepas.

-¿Ansiosa entonces?

-Sí, puede ser.

-¿Y porqué?

-Solo por saber como será.

Niall se ríe.

-Me gusta que seas así, que digas las cosas que sientes.

-No comprendo.

-La gente deja que suceda, no lo planifica.

-Es solo que deseo que sea perfecto, siempre he querido que sea así —Comento —Para nosotras, las mujeres, es así. Es importante.

-Y para nosotros también, Ry. Sé que muchos son idiotas, pero existimos los que deseamos que sea tan especial para ambas partes, por eso estoy aquí manteniendo toda la fuerza de voluntad para no hacerme mía, pero lo deseo con desesperación.

-Eres increíble —Lo beso suavemente —Será increíble, lo sé. Dejemos de ser tan hormonales.

-Difícilmente puedo dejar de serlo si utilizas este tipo de pijamas —Ambos sonreímos.

-Y difícilmente puedo serlo yo también si solamente utilizas un bóxer para meterte bajo mis sábanas.

-En mi defensa, diré que no puedo utilizar pijama.

-Excusa aceptada.

Él se ríe.

-Ahora duérmete, mañana tienes instituto.

-No me lo recuerdes —Le pido mientras me acuesto a su lado y sus brazos me abrazan la cintura desde atrás, nos encanta dormir en la posición cucharita —Buenas noches, gracias esta noche tan bonita.

-Buenas noches, preciosa. Gracias a ti.

-

𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐋𝐈𝐂𝐀𝐃𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora