Salimos de la sala y nos encontramos con nuestro amigo Henrie, un chico alto y rubio. Henrie es simplemente genial, creo que es mi único amigo además de Mia. Desde que nos conocimos el año pasado he sentido algo por él, pero es evidente que solo me ve como una amiga.
- Hola chicas, no sabía que veníais, ¿también habéis venido a ver "¿Te lanzo otra flecha?"? - nos pregunta con una sonrisa.
- ¿Se estrena hoy? - exijo saber y Henrie asiente. - Tengo muchas ganas de verla.
- Emily, ¿para qué quieres ver una película de terror en la que el amor no gana? - quiere saber Mia.
- Porque es más entretenido que una que tenga como nombre: "Amor entre colmillos". ¿Qué pasa? ¿Que han almorzado y se les ha quedado el amor entre los dientes?
Henrie se ríe y me mira con sus increíbles ojos azules, aparto la mirada rápidamente, se nota demasiado lo que siento, disimulo fatal.
- No sabéis nada - protesta Mia.
- Pues ahora me tendrás que acompañar tú a ver "¿Me disparas otra flecha?".
- No me gusta.
- Mia...
Mia mira a Henrie:
- ¿Vas a verla?
- Sí.
- Está bien, vamos a comprar las entradas, hoy es noche de cine.
- Voy a por palomitas - nos informa Henrie - ¿queréis?
- ¡Emily sí! - grita Mia. - Quiere ligar con el chico que trabaja allí, pero no sabe.
Mi cara se pone colorada:
- ¡No inventes! - miro a Henrie. - No le hagas caso, por favor.
- Te creo - asegura Henrie y yo respiro hondo, no quiero que piense que ando detrás de cualquiera, Mia siempre me mete en líos así, como si quisiera que encontrara novio rápidamente.
- Emily, ¿puedes ir a por las entradas mientras que yo voy a comprar algo con Henrie?
- Pero si tú no querías comer nada.
- Ahora tengo hambre.
Resoplo, Mia acabará conmigo, ¿por qué quiere alejarme de Henrie?
Cuando consigo las entradas, Mia se acerca a mí:
- Tengo que confesarte una cosa.
- Dime lo que quieras.
Ella respira hondo, se coloca el pelo y me cuenta:
- Me gusta Henrie.
- ¿Cómo? - grito, ella me pide que hable bajo. - ¿Desde cuando?
- No lo sé.
Me llevo las manos a la cabeza, no puede ser, ¿por qué? Espero que no sea otro de sus caprichos.
- Em, prométeme que guardarás el secreto y me ayudarás a conquistarlo. - Asiento, no puedo hacer otra cosa, vaya pesadilla. - Y otra cosa más, a vosotros os van estas pelis y seguro que quiere sentarse contigo, pero es de terror y podría aprovechar para..., ya sabes.
- Ya...
- ¡Gracias! Entra a guardarnos el sitio - me abraza y vuelve con Henrie, que todavía sigue en la cola.
Voy a entrar en la sala cuando escucho:
- No sabes qué hacer para volver a verme, - me giro y veo al chico de antes - no pasa nada, te daré otra oportunidad.
- Ya, pero... - invento una excusa que no será mejor que la de antes. - No puedo estar contigo porque tengo un proceso bioquímico en el hipotálamo debido a la segregación de dopamina.
El chico me mira extrañado:
- ¿Eso es grave?
- Sí, bastante, puede llegar a volverte loca, romper el corazón y partir el alma - le suelto.
Abre más sus enormes ojos:
- ¿Tiene cura?
- La única cura es que te correspondan. Eso o dejar de amar por siempre.
Pienso en Henrie y en Mia, y en lo rápido que acabarán juntos. ¿No hay más chicos en el mundo además de mi querido Henrie?
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Matar a Cupido
FantasyEmily y Mia son dos mejores amigas que no podrían ser más distintas, pero que les gusta el mismo chico, Henrie. Todo parece una historia normal hasta que ven la película: "¿Te lanzo otra flecha?", a partir de la cual, todo a su alrededor parece una...