Matar a Cupido

Capítulo 12

Henrie se gira con las manos en la nuca y risa irónica.

- Esto debe de ser una broma, si es verdad todo lo que dices, ¿cómo vamos a poder ayudarte nosotros?

- Como yo os diga si queréis sobrevivir y salvar gente, por supuesto.

En este momento no me salen las palabras, todo es demasiado surrealista, pero me creo cualquier cosa.

- ¿Por qué no vemos cuando Cupido lanza la flecha? - interrogo a Güim.

- Es sigiloso, y se camufla con otra persona cualquiera porque puede esconder sus alas. Cuando la persona comienza a encontrarse mal, todos le prestan atención a esta y no se percatan de la presencia de Cupido.

- ¿Nos puedes decir qué aspecto tiene?

Güim saca de su bolsillo un pergamino con una foto impresa a color, de lo más normal.

- ¡Por todos los cielos! - Exclama Mia. - Permíteme que discrepe con lo que has dicho antes. ¿Que este pasa desapercibido? Ni de broma, no me extraña nada que sea un dios, este enamora sin necesidad de flechas. ¿Queréis matarlo? ¿No se puede domar o algo parecido?

Yo me quedo observando a ese chico increíble que parece un modelo:

- ¿Pero Cupido no era un viejo en pañales?

- Ojalá fuera así - comenta Henrie molesto.

- Con menudo trío he pegado yo, más os vale que hagáis algo por la humanidad - se queja Güim. - Sí, Cupido es una maravilla para la vista, los dioses normalmente adquieren un aspecto joven de por vida.

- Vamos a ver, - Mia ahora está más animada - hay que ser comprensibles, si él quería amor y no podía enamorarse, podemos darle lo que quiere. ¡Me presento voluntaria!

- Esto no es una broma, - insiste Güim - no podré estar en tierra mucho tiempo, tengo que formaros para combatirlo.

- Es verdad, la tontería ha terminado - lo apoyo y después miro a mis amigos - tenemos que acabar con esto antes de que haya más desgracias.

- Sí, pero Mia tiene razón, - habla Henrie - no en lo de que Cupido esté bueno y que haya que darle amor, sino en que no creo que podamos matarlo, ¿no hay otra condena?

- Todos los dioses son avisados de los crímenes y sus condenas. Ha disparado a mucha gente y seguirá, no podemos atraparlo, solo hay esa opción. Quiero que os quede una cosa bien clara: Cupido no enamora. Cupido mata. Y hay que acabar con él.

Pasamos a la cocina a sentarnos para asimilar todo esto. Me siento al lado de Henrie, que me da la mano intentando animarme porque estoy muy decaída.

- ¿Podemos informar de esto a Arian? - pregunta Mia.

- ¿Quién es ese?

- Un chico que puede ayudarnos.

- Supongo, pero, ¿cómo le vas a contar todo esto?

- Por whatsapp.

No podemos evitar reírnos con la conversación que Güim y Mia están teniendo.

- ¿Qué es eso?

- Búscalo en la wikipedia, ahí te definen todo muy bien y para hacer trabajos de clase es lo mejor.

Güim resopla, parece que en cualquier momento le estallará la cabeza. Seguro que piensa que Mia es tonta, pero ella siempre está con bromas y tonterías.

- Vamos a lo importante. La función de Cupido en el mundo es lanzar flechas a personas que creen que podrán congeniar. Unas veces falla y otras acierta, tenéis que saber que algunas personas se enamoran sin la ayuda de Cupido. Su trabajo sería lanzar una flecha y sus síntomas son lo que los humanos llamáis "mariposas en el estómago", sonrojarse, nerviosismo, tartamudeo... Supongo que de eso sabréis vosotros mucho.

Yo sé lo que es eso. Güim continúa:

- Pero estas son unas flechas cargadas de magia proveniente de su mal humor.

- Una cuestión - interrumpe Mia - ¿vamos a vestirnos como espías? A mí me sienta genial el negro. ¡Ah! ¡Las armas! Eso es importante. Quiero una pistola esa que se lanza una cuerda a lo alto de los edificios y después subes. Y también un pintalabios de rayos láser de color rosa, creo que eso es necesario.

El pobre Güim está llegando al final de su paciencia.

Nota: Lo del pintalabios láser lo he sacado del comentario que dejó @PurpleKitty01 y lo he usado porque me encanta ^.^