-¿Por qué lo dices?-pregunto intrigada sin poder parar de sonreír.
-Porque te tengo una sorpresa-contesta coqueto mientras me guiña un ojo y fija su vista en el camino.
Entonces decido no preguntarle… ¿para qué hacerlo? Si quiere sorprenderme le daré la oportunidad de hacerlo, por lo que sólo me limité a sonreír y desviar mi mirada a la obscuridad de la noche, observé todo el camino minuciosamente y al llegar a la casa y al divisar el bosque testigo de nuestro primer beso el corazón me dio un violento vuelco, apretándose contra mis costillas y obligándome a hiperventilar, traté de calmarme de inmediato, no podría soportar que Harry lo notara… después de todo, hasta ahora no ha pasado nada más.
Estaciona el coche y se baja de inmediato para abrirme la puerta y ayudarme a bajar, tomo su mano con extremada delicadeza y lo miro con completa devoción, l verlo allí tomando mi mano y sonriéndome me hace sentí la mujer más afortunada del todo el mundo, no puedo ser más feliz que ahora y así bajo del auto, sin embargo, esta vez él no aparta su mano y entramos a la casa con las manos entrelazadas, gesto que me hace sentir ese delicioso cosquilleo por la piel, cálido y tranquilizante que recorre todo mi cuerpo con extremada rapidez una y otra vez, provocando inquietud e inseguridad en mí.
-Cierra tus ojos-me ordena en cuanto entramos en la casa que está completamente a obscuras.
-¡De todos modos no veo nada!-me quejo soltando una carcajada.
-Por favor-me suplica al oído, dotándome de una descarga eléctrica que me recorre la piel del cuello y me imposibilita negarme a lo que sea que me pida en este momento.
-Está bien-musito algo atolondrada mientras cierro mis ojos y noto que la luz se enciende.
-No te vayas a asustar-me advierte poniéndome los pelos de punta justo antes de aliviarme la tensión al momento en que me toma entre sus brazos como a una bebe y comienza a caminar escaleras arriba, sorprendiéndome pues nunca he subido a la planta alta. Sin embargo, no puedo pensar en qué es lo que nos espera allí arriba pues los brazos de Harry debajo de mis piernas y mi cara escondida en su pecho con los brazos flexionados sobre el mío cubren toda mi concentración, puedo sentirlo tan cerca de mí que pensamientos indebidos comienzan a cruzar mi mente y me obligan a avergonzarme de mí misma.
El trayecto se me ha hecho eterno, las manos me sudan y seguramente estoy temblando por la inquietud, de pronto siento una brisa al enfriar mi mejilla izquierda y me doy cuenta que ya no estamos más en la casa.
-¿Dónde estamos?-pregunto nerviosa intentando con todas mis fuerzas no levantar la mirada.
-Tranquila, estás conmigo-contesta divertido mientras se agacha un poco y me deja sentada sobre una superficie suave y esponjosa que no puede ser otra cosa que un cojín.
-Aún no abras los ojos-me recuerda mientras noto la obscuridad que reina el ambiente, entonces escucho algunos movimientos de Harry a mi alrededor sin comprender nada, segundo a segundo mis nervios aumentan su intensidad hasta el punto que me doy cuenta que estoy temblando de emoción y me obligo a dejar de moverme como una maraca.
-Puedes abrirlos-me susurra al oído mientras me sorprende al darme cuenta que está a mis espaldas.
Entonces me quedo pasmada, es increíble todo lo que estoy viendo… estamos en una terraza, frente a mí hay una hermosa mesa baja adornada con un fino mantel color marfil con diseños florales y llena de velas con exquisitos platillos de pescado con verduras al vapor delicadamente acomodadas formando una pequeña flor, la botella de vino que compró hoy acompañada de dos copas, pan, queso, alrededor de nosotros en los costados izquierdo y derecho se encuentra un dosel de fina seda blanca, el espacio es enorme y al desviar mi mirada más allá de la mesa puedo divisar varias mantas colocadas sobre el piso con mullidos cojines alrededor, todos con la misma paleta de colores crema y pálidos, del techo cuelgan más de quince lamparillas de papel proporcionando la luz suficiente para crear la armonía perfecta con la que proveen las velas en la mesa y algunas más colocadas en el piso cercano al barandal, desde donde se puede observar una hermosa noche estrellada con luna creciente de fondo, nada podría ser mejor en este momento, con semejante lugar… tan mágico a la vista y con Harry a mi lado, no podría ser más perfecto porque justo en este momento era imposible.
ESTÁS LEYENDO
Esperando por ti (Terminada)
أدب الهواةHace doscientos ocho años Christine Dankworth y Harold Styles se amaban intensamente, sin embargo, Christine abandonó a Harold sin explicación alguna, Harold decidido a encontrarla emprendió una incansable búsqueda y al hallarla felizmente casada, s...